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Crítica '15 años y un día'

Manuel J. Lombardo

09 de junio 2013 - 05:00

15 años y un día.Drama, España, 2013, 96 min. Dirección: Gracia Querejeta. Guión: G. Q. y Santos Mercero. Fotografía: Juan Carlos Gómez. Intérpretes: Maribel Verdú, Tito Valverde, Arón Piper, Belén López, Susi Sánchez, Boris Cucalón, Pau Poch, Sfía Mohamed.

Con la siempre sospechosa Biznaga de Oro del Festival de Málaga como aval y la presencia duplicada de Maribel Verdú en su desafortunado cartel, 15 años y un día supone una nueva incursión de la bendecida Gracia Querejeta en el terreno de la narración de aliento clásico y en los asuntos, secretos y roces familiares recurrentes en sus historias desde los días de su debut allá por los primeros noventa (Una estación de paso) hasta títulos más recientes como Héctor o Siete mesas de billar francés.

Se trata aquí de la adolescencia difícil, de las dificultades de comunicación entre los padres, los abuelos y los hijos, de orfandades e identidades confusas, de hacer sonar la alarma ante los caminos equivocados en una fábula moral que se quiere a un tiempo clásica y realista, aunque todo resulte, a la postre, como casi siempre en nuestro cine, excesivamente deudor de las mecánicas del guión y su estructura cerrada y medida al centímetro.

De esta manera, nada respira realmente verdad u hondura en este drama que deja asomar las orejas al lobo en el que todo parece sujeto a los caprichos de una transposición literal del texto en imágenes planas y meramente ilustrativas, confirmando una vez más que el cine de Querejeta podría seguir funcionando de la misma manera como drama radiofónico, con sus diálogos y réplicas mecánicas, con sus voces limpias y su encabalgamiento atropellado de escenas que asfixian toda posibilidad de empatía con unos personajes tal vez interesantes sobre el papel, pero nunca vivos en la pantalla.

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