"Dediqué 60 años a un oficio: mi éxito es un premio a la constancia"
Caballero Bonald presenta en Sevilla 'Entreguerras', un poemario en el que vuelca "el flujo y el reflujo de la memoria" y por el que desfilan las incertidumbres de una vida
"Soy aquel que aceptó ser derrotado con tal de no pecar de victorioso / soy el que decidió de grado desaprender lo consabido volver a equivocarse". Desde Manual de infractores (2005), más adelante (2009) con La noche no tiene paredes, y ahora, con Entreguerras (Seix Barral), el libro que su autor presentó ayer en Sevilla, la poesía de José Manuel Caballero Bonald ha encontrado en la rebelión contra los dogmas y las verdades únicas uno de sus rasgos distintivos. El jerezano se aferra a esa aseveración que ya ha expresado otras veces, la de "quien no tiene dudas es lo más parecido a un imbécil", y reúne en su poemario un catálogo de bellísimas incertidumbres, un recorrido desbordante de sonoridad -porque, ya lo dice el autor, "la poesía es una mezcla de música y matemática"- contado sin puntos ni comas, un recurso que "no es ninguna arbitrariedad, sino una necesidad: está volcada mi memoria, el flujo y el reflujo de la memoria, de una manera acelerada, discontinua, tormentosa". Un creador "lleno siempre de dudas" esculpe su recuerdo con el cincel de la palabra certera, pero sabe que el esfuerzo no será nada frente a la grandeza de la vida, "jamás todas las artes coaligadas / valen lo que un instante de plenaria contemplación del mundo".
Pese a todo, Caballero Bonald -que participó ayer en el ciclo Letras capitales del Centro Andaluz de las Letras- está satisfecho con su última creación. "He hecho todo lo que quería hacer finalmente en poesía: eludir las fronteras de los géneros. Este libro contiene poesía, memorias, narrativa, filosofía, reflexión en torno a lo que he vivido. Aquí hay hechos que he vivido, libros que he escrito, viajes y entreguerras", observa sobre una propuesta que transita "entre conflictos personales, entre luchas internas que he ido solventando de la mejor manera posible".
En esas luchas internas no oculta que es "un hombre contradictorio. Mi ideología es de izquierdas, pero soy como un anarquista al que le gusta vivir como un burgués". Sin embargo, el apego a las comodidades, ese hedonismo, no le han hecho caer en las trampas del éxito fácil. Su carrera ha triunfado, según cree, por la tenacidad. "Detesto a los escritores de best sellers, españoles y extranjeros. Antes me asomaba a sus libros, ya ni eso. El éxito mío es un premio a la constancia. Soy muy viejo, y he insistido en un oficio más de 60 años. Eso ya tiene mérito".
Preguntado por una posible victoria del PP en Andalucía, Caballero Bonald muestra su preocupación. "Ahora se está volviendo a muchos aspectos que ya habían sido superados y tengo cierto temor a que este retroceso repercuta en la vida de mucha gente", expresa. Pero, convencido de que "el escritor ha de ser vigilante con el poder", también es crítico con la gestión del PSOE, en la que percibe "una derechización bastante evidente, y cierta torpeza en varios aspectos", dice alguien que en su historial político sufrió el franquismo como "telón de fondo de una vida" y recuerda con terror "esa persecución del vencido hasta la muerte".
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