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Cristóbal: la luz del alba

Arte

La Casa de la Provincia acoge hasta el 31 de octubre una muestra antológica del sevillano Cristóbal Aguilar Barea, cofundador del grupo Estampa Popular

Una de las obras de Cristóbal Aguilar Barea en la Casa de la Provincia. / Juan Carlos Vázquez
Antonio Molina Flores

21 de septiembre 2021 - 06:00

La ficha

'Cristóbal. Exposición antológica'. Casa de la Provincia. Hasta el 31 de octubre. De martes a sábado, de 10:00 a 14:00; domingos y festivos, de 10:00 a 14:00; lunes, cerrado

Cristóbal nos enseñaba a mirar. A mirar y a ver. A ver con los ojos interiores y completar la iluminación con lo que nos llega de los sentidos. Contemplar es un movimiento interior-exterior, y viceversa. Muchas veces, para ver, hemos de cerrar momentáneamente los ojos. La exposición antológica que podemos visitar hasta finales de octubre en la Casa de la Provincia reúne en dos salas 55 grabados y más de 60 obras entre óleos, acuarelas y cerámicas.

Cristóbal Aguilar Barea (Sevilla 1939-2019), como los ángeles, de los que se decía que cada individuo agotaba una especie, pertenece a una estirpe de pintores que se agota en sí misma. Por muchos motivos su caso es único, como único es su arte. Ética, estética y política son lo mismo en él. La honestidad, la verdad, la sencillez; pero también el coraje, la coherencia, la utopía y la lucha son rasgos de la vida y de la obra. Alejado voluntariamente de los circuitos comerciales del arte, denunciando tempranamente su excesiva mercantilización, ha seguido un camino exigente y riguroso, del que en esta muestra podemos ver un conjunto muy variado. Quiso ser uno más entre la gente corriente, haciendo lema de los versos de Antonio Machado, uno de sus poetas de cabecera: "A mi trabajo acudo / con mi dinero pago..."; pero la importancia de su obra ha trascendido ese riguroso círculo anticomercial y se encuentra en los mejores museos y centros de arte de nuestro país: Reina Sofía, Museo de Arte Moderno de Barcelona, CAAC, IVAM, Biblioteca Nacional...

Otra imagen de la exposición. / Juan Carlos Vázquez

En su formación fue determinante el magisterio de don Miguel Pérez Aguilera, un catedrático de aquellos que debían de tener llave de la facultad porque llegaban a clase antes de que se abriera la portería. Si en alguna escuela es forzoso adscribirlo, hay que decir que sus compañeros de camino han sido Claudio Díaz, Paco Cortijo, Paco Cuadrado y Carmen Laffón.

Con Cortijo y Cuadrado, si añadimos a su admirado Nicomedes, formó Cristóbal parte del nodo sevillano de Estampa Popular, uno de los grupos artísticos más interesantes de las décadas centrales del siglo XX, conectado con la lucha antifranquista y comprometido con la dignidad de la clase obrera. El mismo Cristóbal era hijo de carpintero y alfarera.

Xilografías y grabados con la impronta expresionista de un arte hecho para la conmoción, la reivindicación y la denuncia. La parte más significativa de la muestra está formada por los paisajes. Para pintar con alma hay que creer que algo así palpita y vive en las cosas, en los seres, en los paisajes, sean estos grandiosos o de un recogimiento franciscano. Aquí encontraremos paisajes de Sevilla, Segovia o Ronda. Ronda fue su elección y su destino. Ronda lo acogió como hijo predilecto y se acostumbró a su laboriosa tarea. El bar Valencia fue su Academia de Roma y la Sierra de las Nieves, su Capilla Sixtina. Bajo el cielo de Rilke, contemplando la serranía inmemorial, dibujando lirios, almendros en flor o espinos, supo sentir y darnos la eternidad de la luz. Madrugador, como don Quijote, era una estampa habitual verlo con su caballete y su lienzo buscar la luz del alba. Contemplación, meditación y dibujo como fundamentos de una búsqueda que entendía el arte como una entrega plena, sin concesiones. Arte puro frente a los filisteos; ética y política frente a los mercaderes. Arte al fin no de ayer ni de hoy, de siempre.

Un espectador ante una de las piezas de Cristóbal. / Juan Carlos Vázquez

El poeta José Luis Puerto ha destacado el lirismo como uno de los rasgos de su pintura. A este lirismo no es ajeno su gusto por la poesía y su amistad con numerosos poetas: José Bergamín, Luis García Montero, Aurelio Alvea, Manuel Roldán, a los que ha editado junto a dibujos suyos.

Para quienes quieran conocer mejor a Cristóbal, en la misma muestra encontrarán códigos QR para acceder a una web mantenida por su hijo, Luis Aguilar, comisario también de la exposición y responsable del diseño del catálogo de la misma.

Asimismo, Memorias de Ronda. Revista de Historia y Estudios Rondeños ha dedicado en mayo de 2021 el número nueve de su segunda época. Un número monográfico con artículos de Luis Aguilar, José Luis Puerto, María Galiana, Andrés Martínez Lorca, Valeriano Bozal, Felipe Alcaraz, José María Prieto Soler y un largo etcétera. Pero para terminar les recomiendo una pequeña joya que se encuentra en esta publicación, el discurso dado por Cristóbal con motivo del nombramiento el 10 de junio de 2006 como Hijo Adoptivo de Ronda, que termina con un brindis por el "León de Ronda", don Francisco Giner de los Ríos y un expresivo "¡Aguarrás y salud para todos!".

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