Convincente historia de superación, camaradería y perro

El perro -no los perros, el perro, como intérprete identificable con nombre propio- es un elemento tan antiguo como el propio cine. Una de las primeras películas que articulaban mínimamente el lenguaje narrativo a través del montaje allá por 1905 fue Rescatado por Rover de Cecil Hepworth, en la que el perro Rover resolvía el secuestro de un bebé. 119 años más tarde llega Arthur, un maltratado y famélico -pero lleno de cualidades- perro callejero que acompañó a un equipo de triatletas o atletismo de aventuras durante una larga y dura carrera por la selva ecuatoriana.

Entre Rover el rescatador y Arthur el acompañador hay una larguísima galería de actores caninos que van del perrito de Charlot en Vida de perro, Lassie, Rintintín, el Totó de El mago de Oz, el Asta compañero de Nick (William Powell) y Nora (Myrna Loy) Charles o el perrito del desdichado Umberto D hasta el Copérnico/Einstein de Regreso al futuro, el detective canino Rex, el grandullón Beethoven, el fiel Hachiko, el cachorro cuyo asesinato colma la más bien escasa paciencia de John Wick o el can de Anatomía de una caída.

Basándose en una historia real, la película, cuyo reparto encabeza con su habitual eficacia y dureza un Mark Wahlberg que se relaciona con el perro Arthur con la misma naturalidad con que lo hizo con el gamberro oso de trapo Ted, es un canto al esfuerzo, la superación y la amistad entre los humanos y entre estos y el perro que por fin encuentra quien no lo maltrate, respondiendo con fidelidad literalmente perruna a su atlético cuidador.

Todo muy predecible, si se quiere, y con una inevitable deriva a lo sentimental. Pero también todo muy bien dirigido por Simon Cellan Jones en su cuarto largometraje tras la excelente Some Voices (2000), ya que su dedicación fundamental es la realización de episodios de series televisivas o miniseries de prestigio como Boardwalk Empire, Klondike, Los Borgia, Manh(a)ttan o Bloodline. Logra hacer creíble la historia real, dar auténtica vida a los personajes gracias a la excelente interpretación de Wahlberg -a quien ya había dirigido en la comedia Plan en familia- muy bien acompañado por Simu Liu, Juliet Rylance y Ami Sullivan, espectacularidad física y paisajística a la acción y emoción a lo sentimental. Gracias a ello Arthur es una película más apreciable de lo que en principio pudiera parecer.