Concierto de OT en Sevilla: Una locura sin fecha de caducidad
CULTURA
Los 16 concursantes del programa interpretaron las canciones más famosas del concurso antes un público de todas las edades
Las mejores fotos del concierto de OT en el Estadio de la Cartuja de Sevilla
Búscate en el concierto de OT en Sevilla
La primera vez que la cronista que escribe estas líneas pisó el imponente Estadio de La Cartuja -a la tierna edad de nueve años- fue para presenciar el concierto de la primera edición de Operación Triunfo. La de Rosa, Bisbal, Chenoa, Bustamante y compañía. Lo impactante de ese espectáculo no fueron las canciones, ni siquiera ver a los protagonistas de la época. Lo más llamativo fue presenciar el fenómeno fan en su máxima expresión: esa emoción que no se puede contener hasta alcanzar altas cotas de conmoción. Es cierto que lo de ayer no fue tan exagerado. Quizás se deba a que han pasado 23 años y varias generaciones. Pero el concierto que los 16 concursantes de la última edición de Operación Triunfo -emitida en Amazon Prime Video- ofrecieron en el Estadio de La Cartuja sí que evidenció que la OTmanía -como muchos la llaman- no tiene fecha de caducidad.
Las colas para ser el primero en acceder al recinto comenzaron el miércoles con las clásicas acampadas nocturnas en la puerta. Un hecho que provocó que -el jueves a mediodía- las filas ya estuvieran formadas para entrar en la zona de pista. En el interior había un poco de todo. Padres con hijos impacientes por el comienzo, adolescentes con pancartas, mucho brillibrilli en la cara y camisetas customizadas para la ocasión con consignas de la edición: Salvando Ruslanazo. Algunos incluso llevaban el micrófono de colores -pobre del que le tocara al lado- de la compañía Finetwork, uno de los patrocinadores de la gira.
Con puntualidad germánica -a las 22:00 horas- comenzó el concierto. Aparecieron los seis músicos sobre el escenario y apenas unos minutos después los 16 intérpretes al ritmo de Nil Moliner y su Libertad. El primer solo de la noche fue protagonizado por Omar y su versión de la versión que hizo Manuel Carrasco del mitiquísimo tema La canción más hermosa del mundo de Joaquín Sabina. Una parada en este punto para poner en valor el papel de este programa para fomentar la cultura musical entre los más jóvenes. Muchos de los presentes no habrían conocido esta maravillosa composición -del álbum Dímelo en la calle con coros de la mismísima Pasión Vega- de no haber sido por Omar. Lo mismo habría pasado con Tómame o déjame de Mocedades, a la que dio voz Naiara durante el concierto. O con Acalorado de Los Diablos, que ayer interpretaron Lucas y Omar.
Y la lista podría continuar con la segunda grupal que cantaron: Sweet Caroline de Neil Diamond. Y es que si el público enloquecía cada vez que uno de los presentes -y eran 16- decían "Buenas noches Sevilla", el baile estaba servido con las actuaciones grupales. Esas que dejaban ver las afinidades, complicidades y sintonías entre ellos. Además de Libertad y Sweet Caroline, se dejaron la voz -que muchas veces se escuchaba por debajo de la música- en Dime, Historias Por Contar -el himno de la edición-, y Quevedo: Bzrp Music Sessions, Vol. 52. O lo que es lo mismo: Quédate que la noche sin ti duele.
Coreografías, duetos, tríos y banderas del Orgullo
No faltaron los números con coreografías de infarto. Curiosamente en la parte de atrás de la pista -donde había má espacio- no eran pocos lo grupitos de adolescentes que intentaban imitar a los artistas con el móvil en el suelo grabando un Tik Tok. Esta estampa se dio en canciones como Salvaje que interpretaron Naiara y Ruslana, pero también en Slomo con Ruslana o en Para no verte más con Álvaro Mayo -el sevillano de la edición- y Naiara. Y sin dejar el baile a un lado, especialmente impactante fue ver en directo la difícil actuación de Martin con Alors On Dans, barra de pole dance incluida.
También hubo momentos para reivindicar el mes del Orgullo. No faltaron las banderas del arcoíris ondeando, especialmente en I kissed a girl, el dúo de Chiara y Violeta; God Only Knows, interpretada por Juanjo y Martin; Unholy, defendido por Bea, Álvaro y Juanjo; y Walk Like An Egyptian, con Chiara, Ruslana y Bea, quienes finalizaron con el mítico grito de guerra Go Lesbians!
De 'A tu vera' a 'Corazón hambriento'
Pero no todo fue desenfreno. También hubo tiempo en las más de dos horas que duró el show para el sosiego y el reposo que da lugar a la emoción más profunda. Fue el caso de la versión de Salma del icónico Cuando zarpa el amor de Camela que consiguió enmudecer -y no era tarea fácil- a los presentes. Poco después Salma volvió a conseguirlo junto a Juanjo en una preciosa reinvención de A tu vera.
Y como la música no entiende de idiomas sino de sentir y transmitir, Escriurem -con versos en catalán y en euskera- fue una de los temas más coreados por los asistentes cuando Chiara y Martin subieron al escenario. O cuando Paul Thin tomó las tablas para cantar por Billie Eilish When the party's over.
Pero sin duda uno de los momentos más esperados fue el duo que comparte Naiara y Lucas con la canción Corazón hambriento. Una composición de India Martínez en la que ambos evidenciaron la complicidad que comparten. Tal es el calibre del magnetismo que lograron traspasar las pantallas hasta el punto de pensar que la actuación acabaría con un beso. Otra vez será.
Lo que sí hubo fue mucha diversión y un buen ritmo durante las más de dos horas de espectáculo. Aunque el sonido podría haber sido mejor, en las actuaciones más esperadas apenas se notaron los fallos. El acompañamiento del público -como siempre sucede en la ciudad- fue atronador. Y como dice la canción con la que acabaron -Quédate que la noche sin ti duele- fue una velada para el recuerdo. De esas que cuesta despedir. No sabemos quién será el primer triunfito que vuelva a la ciudad, ya en solitario, pero será bienvenido con los brazos abiertos.
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