Claustrofobia en mitad del desierto con 'Every day is a holiday'

Festival cines del sur

La cineasta libanesa Dima El-Horr presenta una película donde tres mujeres se embarcan en un viaje a una cárcel para visitar a sus maridos presos

Dima El-Horr, ayer, tras el pase de su película.
Dima El-Horr, ayer, tras el pase de su película.
G. C. / Granada

18 de junio 2010 - 05:00

Tres mujeres viajan juntas en autobús a una cárcel de Líbano donde se encuentran encerrados sus maridos. Lo que en el cine comercial sería una historia en la que estrechan lazos para hacer frente común a la desgracia se transforma en Every day is a Holiday (Líbano, 2009) en un tratado sobre la soledad. "Cada personaje vive sus experiencias solo y a su manera", explicó ayer en la presentación la directora de la película, Dima El-Horr. "No se establece entre las tres mujeres una amistad cercana, cada una vive sus problemas como si viviera en una burbuja, sin interacción, casi sin prestarse atención unas a otras", prosiguió la cineasta sobre su primer largometraje, la tónica general de la sección oficial de Cines del Sur 2010.

Every day is a Holiday cuenta en mitad de la tragedia con guiños al cine del Oeste que tienen que ver con la infancia de la directora, cuando veía películas de John Ford en casa al no poder salir a la calle por la guerra que acechaba nada más salir al portal. "También es un contraste entre los espacios abiertos y la tensión y claustrofobia que hay en el filme", puntualizó Dima El-Horr sobre las tres mujeres atrapadas pese al páramo desolador que las rodea. "También está la sensación de un país que no se mueve y que cuando lo intenta acaba en el mismo lugar", prosiguió la directora con seguridad, respondiendo a las preguntas con la misma decisión con la que rodó una historia en la que planea continuamente la muerte. Acaban falleciendo sus maridos y hasta el chófer del autocar, pero al final reviven sus ilusiones y ven un rayo de luz entre la desolación que se cierne en toda la película sobre ellas. Precisamente por su frialdad a la hora de afrontar la muerte de sus maridos, algunos críticos vieron en su trabajo el mensaje final de que las mujeres odian a los hombres. "Pero lo que yo quiero mostrar es el vacío que existe entre ambos, que tienen objetivos diferentes en la vida por la propia situación del país, que llevan caminos diferentes porque no hay puentes entre los hombres y las mujeres", precisó.

Every day is a Holiday se estrenará en septiembre en Líbano aunque la comunidad libanesa de Francia ya ha tenido la oportunidad de verla y de ver cómo sus heridas se abrían con el trancurso de la trama.

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