Entre Claudio y Monteverdi

mapa de músicas 3 Especial femás

La programación centra de nuevo su atención en el universo del Barroco.

Retrato del conjunto francés Les Basses Réunies.
Retrato del conjunto francés Les Basses Réunies.
P. J. Vayón

02 de marzo 2013 - 05:00

La figura, históricamente crucial, de Claudio Monteverdi (1567-1643) será puntal importantísimo de la programación del XXX Festival de Música Antigua de Sevilla, que se inaugurará y clausurará con su música. Si para L'Arpeggiata Monteverdi funciona como aglutinador de las tendencias que revolucionaron el mundo musical italiano en las primeras décadas del siglo XVII, para la Accademia del Piacere es el sujeto casi único de su recital, en el que se podrá escuchar el Combattimento di Tancredi e Clorinda, una de las imprescindibles obras maestras de todo el Seicento, escrita en estilo representativo en 1624 y publicada en 1638 en su Libro de madrigales guerreros y amorosos, en el que también se incluye el Lamento della ninfa, auténtico haiku operístico, que sonará igualmente en el concierto de cierre de la muestra.

Un año más, el Femás centra su atención principalmente en el universo del Barroco, con algunas incursiones en el Renacimiento y el Clasicismo, pero dejando al margen casi absolutamente el Medievo, si se obvia alguna pieza aislada que podrá escucharse en el ecléctico recital del grupo Speculum (que tocará desde el Ars Subtilior -siglo XIV- hasta un estreno de Juan de Dios López Maya) y a la espera de lo que pueda ofrecer el espectáculo teatral de Nao d'amores sobre el Misterio del Cristo de los Gascones.

Para una ciudad como Sevilla, que vivió su Siglo de Oro musical en la edad de la polifonía, un solo concierto (que además incluye un espectáculo de danza) parece una magra representación del género, aunque el Vocalconsort Berlin es un conjunto notable y su programa incluye una de las últimas y más geniales creaciones del divino Josquin (la Misa Pange lingua) junto a música religiosa muy poco programada del napolitano Carlo Gesualdo y del sevillano Alonso Lobo, compositores que se mueven ya en el filo de la navaja del manierismo. De cualquier modo, los Ministriles Hispalensis también recrearán la vida cotidiana de las capillas catedralicias españolas del siglo XVI con un repertorio que reúne piezas que eran específicamente dedicadas a estos conjuntos de vientos y canciones y danzas glosadas de su época.

Entre las más interesantes novedades de repertorio presentadas este año se encuentran las que ofrecerá el conjunto Nuevo Sarao dirigido por Rafael Bonavita: piezas del Libro segvndo de tonos y villancicos a una, dos, tres y qvatro voces del compositor, seguramente aragonés, Juan Arañés, hasta ahora conocido casi exclusivamente por su vitalista y célebre Sarao de la chacona. Se trata de una compilación de piezas editadas en Roma en 1624 que representa bien el estilo de la canción profana española del siglo XVII y que se programan junto a obras de procedencia americana, un terreno similar al que recorrerá la Compañía Claroscuro con su espectáculo de títeres titulado Yo soy la locura. Curiosamente es este también el enunciado que encabeza la actuación de la soprano Raquel Andueza con sus compañeros de La Galanía y en la que a los tonos humanos de Marín o Hidalgo se suman piezas en castellano editadas fuera de las fronteras españolas.

En su búsqueda del primer estilo vinculado al violonchelo como instrumento solista, el francés Bruno Cocset remueve también en la música del XVII: se apoya en uno de los nombres más decisivos e influyentes de su tiempo, el de Girolamo Frescobaldi, para centrarse luego en los compositores de la escuela boloñesa (Gabrielli, Jacchini, Vitali), los primeros que escribieron obras específicamente dedicadas al instrumento, y penetrar con ellos en la siguiente centuria a través de las figuras de Dall'Abaco, Vivaldi y Geminiani. Y si Les Basses Réunies se acercan a las fuentes de la música para cello, los sevillanos Alejandro Casal y Javier Núñez hacen lo propio con la música para clave de Bach. El primero dedica su recital especialmente a uno de sus grandes antecesores, Johann Jacob Froberger, aunque sin olvidar a importantes organistas tanto del norte de Alemania (Scheidemann) como del sur (Pachelbel, Kerll). El segundo se acerca aún más a su objetivo, con música de maestros septentrionales que llegaron a tener relación personal con Bach (Buxtehude, Reincken, Böhm) para terminar con piezas del propio Cantor. Todo ello culmina con las inmortales Variaciones Goldberg, que Diego Ares hará esa misma tarde y Uri Caine y su grupo variarán a su manera por la noche.

Junto a Bach, el otro gran maestro barroco recordado por el Femás de este año será Jean-Philippe Rameau, cuya música teatral será protagonista por la versión de concierto que hará en el Maestranza la Orquesta Barroca de Sevilla de la única comédie-ballet de su carrera, La princesa de Navarra, que cuenta con libreto de Voltaire, y por las transcripciones para dos claves que de fragmentos de muchas de sus obras dramáticas ofrecerán dos de los más grandes intérpretes del instrumento en la Francia de hoy, Pierre Hantaï y Skip Sempé. Habrá presencia también de los dos nombres esenciales de la viola da gamba francesa (Marais y Forqueray), que el cubano-vienés José Vázquez y su grupo completarán con música centroeuropea más tardía. El contraste entre el estilo del concierto (italiano) y el de la suite (francesa), tan habitual en programas barrocos, será protagonista principal de la actuación del violinista Enrico Cassaza al frente de la Joven OBS, que contrapondrá el mundo de Vivaldi y Albinoni al de las suites de Telemann, asomando también la cabeza Henry Purcell con una de sus magistrales chaconas.

La música de tres de los gigantes del Clasicismo estará igualmente presente en el festival. La Real Cámara de Emilio Moreno, con la colaboración como guitarrista de su hermano José Miguel, se encarga del italoespañol Luigi Boccherini, de quien podrá oírse, entre otras obras, el célebre Quinteto con guitarradel Fandango. De la obra de Mozart y Haydn, pareja inmortal de la escuela vienesa de la época, poco hay ya que añadir. La Orquesta Barroca del Conservatorio Superior tocará una sinfonía apenas programada del salzburgués (la nº34) junto a un motete con forma de concierto italiano, el Exsultate, jubilate, que cantará la gaditana Ruth Rosique, mientras de Haydn ofrecerá una de las más intensas y apasionadas obras de su período Sturm und Drang, la Sinfonía nº44, bautizada como Fúnebre.

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