El Central presenta su nueva temporada: 65 espectáculos y fe en "el futuro que ya está aquí"
Temporada 2018-2019 del Teatro Central
La temporada se abrirá los días 18 y 19 con sendos conciertos de Maga y O Sister! y se cerrará con un "maratón" de creadores emergentes de toda Andalucía
Anne Teresa de Keersmarker, en el capítulo internacional, y Miguel del Arco, Alfredo Sanzol, Nuria Espert o Irene Escolar, en el nacional, destacan entre los nombres propios
Sevilla/"Ahora que he visto lo que fui, quiero ver lo que seré". Con esta cita de la escritora argentina María Gainza ilustra Manuel Llanes, responsable artístico del Teatro Central, el espíritu de la programación, y de la institución misma desde su fundación en 1992.
Un total de 65 espectáculos, con cuatro estrenos absolutos –todos ellos a cargo de creadores sevillanos– y doce estrenos en España se sucederán desde finales del próximo octubre hasta principios de junio de 2019, para dar "noticia en tiempo real de lo que acontece en las artes escénicas", ha afirmado este miércoles Llanes.
Junto al consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, presente en el acto, ha recordado el "trabajo de servicio público" que supone acercar a los espectadores de esta ciudad las expresiones contemporáneas, a veces arriesgadas, del teatro y la danza de nuestros días.
Este compromiso se pondrá aún más de relieve en otra fecha simbólica: la del cierre de la temporada, que llegará el 8 de junio y consistirá en un "maratón" de creadores emergentes de toda Andalucía. Aunque aún está en "periodo de elaboración" y sin nombres confirmados, durante unas cinco horas y bajo el título El futuro es ahora –no en vano, ha señalado Llanes, todos estos jóvenes representan el "futuro que viene y que ya está aquí", al menos en el terreno de las artes escénicas–, este gran encuentro multidisciplinar estará compuesto por varias obras breves pensadas expresamente para esa noche.
Con ese puerta siempre abierta a las nuevas voces, la temporada del Central se abrirá el 18 de octubre con Maga, en su concierto de final de gira del álbum Salto horizontal, y el día 19 con O Sister!, formación también sevillana que celebrará en un concierto especial sus diez años de trayectoria.
Tras el doble preludio musical, alzar el telón del teatro el día 20 de ese mismo mes de la mano de Andrés Lima/Teatro del Barrio, que presentará El pan y la sal, una obra casi documental, de planteamiento similar a la exitosa B de Bárcenas (primero obra teatral, luego película), en la que Mario Gas, Antonio de la Torre y Gloria Muñoz reconstruirán los testimonios recogidos durante el juicio al que se enfrentó en 2012 el ya ex magistrado Baltasar Garzón por sus intentos de investigar los crímenes de la dictadura franquista.
En el apartado teatral de la programación, el espectador podrá acudir al encuentro de compañías y dramaturgos de primer nivel, elencos de "categoría premium", como dice Llanes, y muchos viejos conocidos por los aficionados habituales del teatro, lo que el director artístico del mismo suele llamar "la escudería del Central".
Entre ellos estarán Àlex Rigola, que presentará su versión de Un enemigo del pueblo de Henrik Ibsen con Irene Escolar e Israel Elejalde encabezando el reparto (9 y 10 de noviembre); Alberto San Juan, con Mundo obrero (una historia de la clase trabajadora en España), los días 1 y 2 de diciembre; el Rey Lear de la compañía sevillana Atalaya (13, 14 y 15 de diciembre); Alfredo Sanzol, uno de las voces más sólidas (y uno de los oídos más finos) de la reciente escena nacional, de visita en Sevilla esta vez con La valentía (18 y 19 de enero); Daniel Veronese y su versión de la obra de Chejov Espía a una mujer que mata (1 y 2 de febrero); Miguel del Arco (Ilusiones, 8 y 9 de febrero); Mario Gas (Mi suicidio, 16 y 17 de febrero), La Zaranda (El desguace de las Musas, 22 y 23 febrero), Claudio Tolcachir (Copenhague, 29 y 30 de marzo) y Miguel del Arco (Jauría, 26 y 27 de abril).
Otro nombre propio tendrá un peso específico en la inminente temporada, por la que aparecerá en dos ocasiones, una "atención sobresaliente" que se ha ganado a pulso con su trayectoria ascendente en la escena europea. Se trata del dramaturgo, director de escena, director teatral y coreógrafo Pascal Rambert. Suya es la obra La clausura del amor, que en 2015 visitó este mismo teatro, para dejar a los espectadores con el corazón encogido por su intenso y desgarrador retrato del final de una relación amorosa: cabe imaginar que cualquiera que estuviera entre el público lo recordará aún perfectamente. Esta vez regresa con Hermanas (14, 15 y 16 de diciembre), obra dura también y de enorme exigencia física y mental para sus intérpretes, que serán Irene Escolar y Bárbara Lennie; y Ensayo (1 y 2 de marzo), en cuyo reparto se encuentra Israel Elejalde.
Habrá también espacio para directores y dramaturgos más jóvenes, como Pablo Remón (El tratamiento, 17 y 18 de noviembre) y Sergio Peris-Mencheta, con su montaje de la obra de Stefano Massini Lehman Trilogy (23 y 24 de noviembre).
Aunque si se trata de "tener los ojos y los oídos muy abiertos a los nuevos tiempos", como ha insistido Llanes, dos propuestas que se antojan claves y especialmente urgentes en este aspecto vendrán de la mano de la compañía chilena La Re-Sentida, que los días 15 y 16 de marzo llevarán al teatro de la Cartuja La dictadura de lo cool, una obra que con energía volcánica y actitud satírica-punk arremete con todo contra las imposturas de los ambientes culturales y la "desfachatez del mundo moderno", y que puso bocabajo el auditorio del Festival de Aviñón donde fue estrenada en 2016; y de La Tristura, jovencísima compañía con sede de operaciones en Madrid que en Future Lovers, la obra que llevarán al Central (5 y 6 de abril), propone una emotiva mirada a la sociedad contemporánea desde la perspectiva y la sentimentalidad de los ahora conocidos como millennials, y antes simplemente como jóvenes, a menudo tan denostados –como incomprendidos– por quienes tienen ya derecho a su futuro.
Ante los tiempos inestables y ante realidades escurridizas, también las artes muchas veces se liberan, inevitablemente, de los viejos corsés. No son infrecuentes en el Central las propuestas híbridas, en las que se difuminan los códigos del teatro, la danza, la música, la instalación y la performance, y esta nueva temporada habrá una buena ración de estos espectáculos para espectadores libres de prejuicios y esquemas preconcebidos.
Un exponente particularmente elocuente de todo esto es el montaje de Aurélien Bory que se verá los días 11 y 12 de enero, Espaece; un spectacle vivant, como dicta la jerga a la última, que reúne sobre el escenario, convertido en un sorprendente espacio escénico, a bailarines, cantantes, cortorsionistas y acróbatas. Y no menos representativo es el caso de Alain Platel, maestro de los lenguajes felizmente contaminados que regresa a Sevilla tras varias visitas en la última década para presentar junto a a Fabrizio Cassol y Les Ballets C de la B su Réquiem para L., una pieza inspirada en el Réquiem de Mozart y en la que el creador belga sigue explorando y moldeando conmovedoras ceremonias de duelo, una temática muy cercana a la de obras anteriores, vistas también en el Central, como aquella memorable En avant, marche!
Albert Pla (con canciones de Refree, productor de moda), en Miedo (6 de febrero), y Gabriela Carrizo, Franck Chartier y Peeping Tom, con Kind (17 y 18 de mayo), se suman también esta temporada a la celebración del hecho escénico en las fronteras de los géneros.
Este apartado tendrá una clara protagonista: la bailarina y coreógrafa belga Anne Teresa de Keersmaeker, figura única y referencia inexcusable de la escena dancística internacional. Este año, el Festival de Otoño de París, durante más de un mes, le dedicará una amplísima retrospectiva en la que se pondrán en escena sus trabajos más destacados, y el Central, "modestamente", con los recursos a su alcance, ha querido hacer lo propio. Un homenaje mucho más reducido, pero que merece aun así la consideración de acontecimiento de primer nivel.
De Keersmaeker se verán en Sevilla Achterland (29 y 30 de noviembre), una relectura de una pieza creada en 1990, fundamental para la evolución de su sello al frente de la compañía Rosas; y A Love Supreme (1 de diciembre), una obra de 2005 en la que la creadora deslizó los cuerpos de sus bailarines al interior de la música de la estremecedora obra maestra del mismo título de John Coltrane. El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) se sumará a la celebración de la obra de la artista con la proyección en su sede, durante esos días, de una película-instalación sobre ella.
Otro gran nombre, que forma parte de la historia del teatro sevillano, es Jan Fabre. Tras su visita la temporada pasada con Belgian Rules –el CAAC le dedicó además una retrospectiva– y en 2016 con Monte Olimpo, el iconoclasta y polifacético artista belga (también, sí) estará de nuevo presente, en esta ocasión con The Generosity of Durcas (6 y 7 de abril), pieza que se enmarca en la serie de proyectos que de vez en cuando hace Fabre para los miembros de su compañía a modo de regalos personalizados. Ésta en concreto la concibió para el italiano Matteo Sedda (participante en aquel inolvidable Monte Olimpo), y consiste en un solo de unos 50 minutos de duración en el que la meta –marca de la casa– pasa por alcanzar la catarsis mediante el éxtasis físico y mental.
Pero no se agotan en estos nombres de relumbrón las propuestas en materia de danza, capítulo en el que habrá por lo demás una muy rica presencia de la creación sevillana, con tres estrenos absolutos. Los ofrecerán Lucía Vázquez y Satoshi Kudo (Mazari, 30 y 31 de octubre); las Hermanas Gestring, esto es, Greta García y Laura Morales (A muerte, 23 y 24 de noviembre); y Silvia Balvín (Hovering, 18 y 19 de enero). Antonio Ruz, que tras su etapa en el Ballet Nacional de España ha retoma su compañía, llegará al teatro con Presente (8 y 9 de febrero), y hará lo propio Marcos Morau de La Veronal con Pasionaria (26 y 27 de abril), completando así la nómina de artistas nacionales.
Con ellos convivirán, como es habitual, sus colegas internacionales: la brasileña Paula Pi (1 y 2 de noviembre con Ecce (h)omo), la caboverdiana Marlene Monteiro Freitas (16 y 17 de noviembre, Bacantes. Preludio para una catarsis), la israelí Sharon Eyal (Love Chapter 2, 15 y 16 de febrero), la francesa Gisèle Vienne (Crowd, 8 y 9 de marzo) y la belga Lisbeth Gruwecz (The Sea Within, 22 y 23 de marzo).
Este año, además, habrá cada trimestre exposiciones de artes plásticas en el hall del teatro. La primera –desde octubre– la protagonizarán Ricardo Cadenas, Manolo Cuervo y Gonzalo Puch. A falta de conocer aún las programaciones de los ciclos de flamenco, jazz y música contemporánea, no puede decirse que escaseen los motivos para volver y repetir en el teatro-faro de la isla de la Cartuja.
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