Ceguera prefabricada

Los ojos de Julia. Terror, España, 2010, 110 min. Dirección: Guillem Morales. Guión: G. Morales y Oriol Paulo. Intérpretes: Belén Rueda, Lluís Homar, Julia Gutiérrez Caba, Pablo Derqui.

Producto precocinado con los mismos ingredientes de El orfanato, Los ojos de Julia repite protagonista (Belén Rueda), productor (Guillermo del Toro), director de fotografía (Óscar Faura) y compositor (Fernando Velázquez), no digamos ya género, clichés y ambientes, buscando denodadamente repetir el taquillazo de su predecesora en una época en la que parece que el cine español sólo puede aspirar a conseguir un público masivo a través de modelos de imitación de inspiración gótica.

Sin embargo, una misma fórmula y un mismo equipo no garantizan la calidad del resultado final, me temo que tampoco el éxito. Y es que la segunda cinta de Guillem Morales, que en la esforzada El habitante incierto apuntaba esas buenas maneras necesarias para dar-el-salto a producciones de más envergadura, fracasa desde sus propios cimientos, a saber, con una historia que recoge elementos (la ceguera, la casa misteriosa, el psicópata asesino, etcétera) de ilustres predecesoras (Hitchcock, Powell, Young, Fleisher, el giallo italiano) para agitarlos en una ridícula e inverosímil coctelera de lugares comunes del terror en un guión caprichoso y con algunos de los diálogos más estúpidos y enrevesados que hemos oído en mucho tiempo. Si encima los dice Belén Rueda, que no es que esté encasillada sino que es la casilla misma, podrán entender que no podamos compartir sino con escepticismo y mucho distanciamiento los temores de su personaje, acuciado por una ceguera progresiva y amenazado por un anónimo y escurridizo acosador, por más que algunas soluciones visuales, también de imitación, puedan quedar resultonas.