CUARTETO DE GUITARRAS DE ANDALUCÍA | CRÍTICA
Guitarras transparentes, guitarras brillantes
En un viaje a California que hizo con motivo de unas conferencias que pronunciaría, Carmen Laforet coincidió en una cena con Howard Young, especialista en la obra de Juan Ramón Jiménez, y su esposa Edra. Aunque Young era ya maduro y rozaba los 60 años -lo cuenta Roberta Johnson, en cuya casa se alojaba Laforet- había tenido un hijo recientemente con su esposa, más joven que él. El contacto con ese niño, Timoteo, de un año, estimuló la inventiva de la autora, que en esos días en América reescribiría, para dedicárselo al pequeño, un cuento de la tradición oral castellana, El medio pollito, un texto hasta ahora inédito que publica la editorial Cálamo en un volumen que reproduce el manuscrito original y que cuenta con ilustraciones del pintor Manuel Cerezales Laforet, hijo de la narradora.
La historia que recoge El medio pollito, que interesó entre otros autores a Fernán Caballero y que cruzó el océano para introducirse también entre leyendas de Chile o Argentina, narra las peripecias de un pollito que presta medio durito que encuentra al rey. El monarca promete devolvérselo al día siguiente: esa jornada, el ave acudirá al palacio junto a una serie de personajes que se cruzan en su camino. Esta compañía se plantea con una singularidad: el pollito carga con sus amigos, cuando éstos se cansan, introduciéndoselos en el culito. Cuando el rey pretenda acabar con él, esos aliados que esconde en su interior ayudarán al protagonista a salir airoso frente a las amenazas. Para Roberta Johnson, lo que viene a decir Laforet con esta aventura del medio pollito que se salva gracias a los demás es que "todos nos enfrentamos al mismo problema de completarnos para seguir adelante en el mundo". El epílogo concluye que la escritora empezó "cuando era niña, contándoles historias inventadas a sus dos hermanos", y por ello no hay "nada más apropiado que un cuento para niños para cerrar su obra".
También te puede interesar
Lo último
La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Se han ido tantos al cuerno...
Tribuna Económica
Carmen Pérez
“I n Gold We Trust”
En Valencia, un Halloween de verdad
El parqué
Nicolás López
Sesión de pérdidas