"El CAD no se cierra, se integrará en el Centro de Creación Coreográfica de Andalucía"
José Lucas Chaves | Director de Música y Artes Escénicas de la Junta
Este gestor cultural curtido en instituciones de Sevilla y Jaén acaba de estrenar Anfitrión, un festival que reivindica el talento andaluz en plena crisis sanitaria
José Lucas Chaves Maza (Sevilla 1977), actual director de Música y Artes Escénicas de la Junta de Andalucía, es un historiador del Arte curtido en la gestión cultural cuya carrera ha oscilado entre los ámbitos privado y público, y que se inició profesionalmente como actor. Cuando fue elegido para ocupar su flamante cargo desarrollaba tareas artísticas en el Teatro La Fundición, adonde había llegado tras una intensa etapa como responsable de Cultura en la Diputación de Jaén, la tierra de su abuelo materno. En Sevilla, Lucas Chaves es sobre todo conocido por haber sido director de proyectos y actividades del Instituto de la Cultura y las Artes (ICAS) del Ayuntamiento durante la etapa de Juan Ignacio Zoido (PP), cuando trabajó con la que ahora vuelve a ser su jefa, Mar Sánchez Estrella. La también historiadora del Arte ejerce como número dos de la consejería de Cultura que dirige Patricia del Pozo desde la salida de Fernando Francés y es una de las personas más respetadas del Ejecutivo autonómico. A ella se refiere Lucas Chaves a menudo para poner rostro al esfuerzo por reprogramar toda la programación afectada por la pandemia y evitar mayores daños al ya castigado sector cultural andaluz.
Este encuentro se produce con motivo del arranque esta semana del festival Anfitrión en el Teatro Romano de Itálica y en la Alcazaba de Almería. En agosto la iniciativa se desarrollará en Baelo Claudia (Cádiz) y el Puerto de Huelva. Las entradas para todos los espectáculos ya están a la venta en internet.
-¿Qué ofrece Anfitrión en comparación con el Festival Teatros Romanos de Andalucía, cuyo testigo recoge?
-El Festival de los Teatros Romanos de Andalucía te imponía una temática grecolatina y un género, y veíamos la necesidad, y más en esta coyuntura tan difícil que atravesamos, de abrirlo a otras disciplinas como el circo, la performance o el cabaret, en las que las compañías e intérpretes andaluces han logrado rotundos éxitos internacionales. Las compañías no van a taquilla como antes, sino que se les paga un caché y están así más protegidas en el caso de que hubiera rebrotes del Covid-19 y nos viéramos obligados a cancelar algunos montajes. Por otro lado, mi intención es ampliar las sedes para que ciudades que carecen de teatro romano puedan acoger las propuestas en espacios patrimoniales impactantes, de modo que Anfitrión crezca, se consolide y llegue a las ocho provincias, convertido en el gran festival estival de las artes escénicas de Andalucía. Me gusta mucho la etimología de la palabra "anfitrión", que viene de un personaje mitológico griego y, además de dar título a una comedida de Plauto, tiene que ver con la idea de invitación. Este festival nace en un momento en que el mundo entero se paró, nos enclaustraron en casa durante casi tres meses y, cuando al fin se permite salir, nos toca ser anfitriones a los espacios públicos. Ese espíritu es el que preside este festival, que es una reivindicación del talento andaluz: todas las compañías que participan lo son, sus integrantes representan a las ocho provincias, y están no sólo algunas de las más célebres entre las veteranas, como ocurre con la malagueña El Espejo Negro o la granadina Laviebel, sino también las nuevas generaciones de intérpretes que están renovando con gran éxito la danza, el teatro y el circo, como la compañía Marcat Dance, que está nominada este año a tres premios Max y tiene al frente al director y coreógrafo jiennense Mario Bermúdez Gil, uno de los nombres esenciales del panorama coreográfico andaluz.
-Hablando de danza, se están recogiendo firmas -suman ya 2.500 en la plataforma change.org- para "evitar el cierre del Centro Andaluz de Danza (CAD), creado en 1995 para impulsar la formación de bailarines y bailarinas en Andalucía". ¿Qué puede decir al respecto?
-Que no es cierto, el CAD no se cierra. Se va a transformar en un Centro de Creación Coreográfica que tendrá su sede, al igual que el Ballet Flamenco de Andalucía, en el Estadio de la Cartuja. Será un Centro Coreográfico con tres pilares (la formación, que es fundamental, pero también la investigación y la creación). Se van a hacer programas de residencias y estrenaremos nuevas líneas de trabajo. Pero hay que recordar que la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico no tiene las competencias de educación y no podemos ser la alternativa a los conservatorios de danza. Este nuevo centro, que se presentará a su debido tiempo, contará con formación especializada, como la hubo hasta ahora. Es un proyecto muy ilusionante, reforzará el trabajo de los profesores y estará más conectado con la sociedad y con los creadores.
-Anfitrión toma el pulso al excelente momento que atraviesa el circo andaluz. ¿Qué destacaría de la selección realizada?
-Andalucía tiene figuras de nivel internacional como Lolo Fernández, que pasó por el Cirque du Soleil antes de formar su propia compañía y este fin de semana ha presentado en Almería Piano piano. Todos los montajes de circo que ofrece Anfitrión llegan avalados por importantes premios, como Rock Cirk (21 y 22 de julio, Almería), una aproximación a la música rock por la compañía Rodabola, Premio Nacional de Circo; o Distans, la propuesta con la que Vole Temps inaugura el festival en Baelo Claudia (11 y 12 de agosto). El circo tiene el mismo protagonismo que el teatro y la danza, y no faltan creaciones para la infancia, como Neón, de La Truca Circus (11 y 12 de agosto, en Huelva).
-¿Se plantea, en futuras ediciones, coproducir algunos montajes o estar presente con mayor rotundidad en algunos de los estrenos absolutos?
-Este año Anfitrión ofrece un estreno absoluto en cada uno de sus cuatro espacios: Rómulo vs Remo de Oriol y Mané Solano en Itálica (28 y 29 de julio); De cabo a Fado, el tributo a sus orígenes familiares portugueses de la bailaora almeriense Anabel Veloso (17 y 18 de julio en la Alcazaba); Lucía Bocanegra, otra revelación de la nueva danza andaluza, que presentará con La Tarasca y textos de Antonio Castaño La mujer descalza frente al mar (28 y 29 de agosto en Baelo Claudia) y Hay que deshacer la casa, la obra que dirige Pedro Álvarez Ossorio y que llevará a escena La Fundición (Huelva, 28 y 29 de agosto) con un elenco formado por María Alfonsa Rosso, Pepa Sarsa y Javier Centeno. El presupuesto global de Anfitrión para los cuatro espacios es de 423.000 euros, lo que incluye tanto la producción como los cachés de las compañías. En el futuro quiero trabajar e incluso coproducir algún espectáculo junto a otros festivales como el de Peralada, el de Mérida o el Grec barcelonés. Este año tenemos tres sedes en Andalucía occidental y una sola en la oriental; mi intención era que el reparto estuviera más equilibrado pero también es cierto que en Granada la Junta ofrece durante todo el verano el ciclo de Lorca y Granada en los Jardines del Generalife, que este año es una gozada con Eva Yerbabuena, Arcángel, Carmen Linares, Estrella Morente, Patricia Guerrero, Marina Heredia, Manuel Liñán...
-En esta primera edición de Anfitrión debuta como sede el teatro de las Cocheras del Puerto de Huelva y su cartel, que se desarrolla en agosto, es uno de los más ambiciosos. Lo abre Rafael Álvarez el Brujo en uno de los mejores papeles de su carrera.
-Rafael Álvarez el Brujo es uno de los mejores actores españoles de todos los tiempos, andaluz de Lucena (Córdoba, 1950), que este año celebra el trigésimo aniversario del estreno de su montaje del Lazarillo de Tormes y aprovechará para homenajear al recordado Fernando Fernán-Gómez en Almagro y en Huelva. Es un lujo haberle podido incorporar a última hora para abrir Anfitrión en las Cocheras de Huelva, por donde pasarán otros referentes como la compañía de títeres El Espejo Negro con Espejismo (7 y 8 de agosto).
-¿A qué restricciones de aforo le obliga la pandemia?
-En este momento se está ofreciendo el 60% del aforo pero la idea es que, en agosto, cuando Anfitrión llegue a Cádiz y Huelva, si la situación sanitaria lo permite, se puedan poner más localidades a la venta. Ahora con las restricciones el aforo oscila entre las 150 entradas de Huelva y las 400 de Itálica.
-Su intención, como declaró en la presentación de Anfitrión, es que las propuestas dialoguen con los espacios patrimoniales que las alojan, algo evidente este fin de semana con la adaptación de Los cuerpos celestes del Teatro Central al cielo estrellado sobre las ruinas de Itálica.
-Al diseñar el cartel quisimos ver cómo funcionarían determinadas propuestas aprovechando el diálogo con estos escenarios. Por ejemplo, Atalaya no viene a Anfitrión con su más reciente Rey Lear sino con una obra ya veterana, Madre Coraje, cuyo mensaje podía resonar muy bien sobre las piedras duras de Itálica; y lo mismo ocurre con Después de Fedra de Paripé Teatro, en el espacio industrial de las Cocheras de Huelva, o con Histrión, que ofrecerá su magistral Juana, la Reina que no quiso reinar en la Alcazaba. Anfitrión cita en su primera edición a muchas de las propuestas andaluzas más galardonadas de los últimos años, y me seducía mostrarlas con otra luz en nuevos contextos, como ocurrirá en Itálica con La Estrella de Sevilla de Teatro Clásico de Sevilla (14 y 15 de julio) o con Fernando Hurtado, que celebrará dos décadas de carrera con 37 Guernica17, su reflexión bailada sobre el bombardeo y la creación del célebre mural de Picasso (17 y 18 de julio).
-Ha despertado recelo el que el Teatro Romano de Málaga se quede fuera del programa. Por contra, debuta al fin Almería.
-La Alcazaba de Almería es uno de los espacios más bonitos de la comunidad y la acogida del festival ha sido entusiasta. En Málaga, la zona de la orchestra del Teatro Romano no estaba en buenas condiciones y el recinto estará cerrado hasta 2021 para realizar esa intervención y otras mejoras. Pero aunque Málaga no está en Anfitrión sí acoge la mitad de nuestro otro festival: el que, dedicado a la música y la palabra, organizamos junto con el Centro Andaluz de las Letras que dirige Eva Díaz Pérez. Este programa, titulado Música y Museos, aloja su otra mitad en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla y es una delicia. En total, ofrece 30 conciertos de intérpretes andaluces que tienen como teloneros a escritores también andaluces. La semana que viene, por ejemplo, Martirio comparece en Sevilla junto a Juan José Téllez (martes 14) y en Málaga, el mismo día, Oh! Sister actúa con la compañía literaria de Violeta Niebla y Ángelo Nestore; Javier Ruibal acude allí como músico y poeta al día siguiente y el jueves 16 hacen dúo Ben Clark y Ángeles Toledano. Son encuentros de enorme tirón, como el que reunirá al periodista del Grupo Joly y escritor Pablo Bujalance con Lagartija Nick el martes 21 en el Palacio de la Aduana.
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