"Barcelona es la capital de la edición en español pero México se le acerca"

Blanca Rosa Roca | Editora

La responsable de Roca Editorial ha convertido su sello en uno de los diez más importantes del país con un catálogo donde conviven Elia Barceló y Noah Gordon

Blanca Rosa Roca en Sevilla, donde presentó 'El país de la desmemoria' de Juan Miguel Baquero. / Antonio Pizarro
Charo Ramos

04 de marzo 2019 - 06:12

Sevilla/La pintora Lita Cabellut preparaba el vestuario y la escenografía para la nueva ópera de La Fura dels Baus (Karl V de Ernst Krenek, estrenada con 15 minutos de aplausos el mes pasado en la Ópera Estatal de Múnich), cuando Blanca Rosa Roca cerró con ella qué cuadro de su producción ilustraría el nuevo libro de Elia Barceló. El eco de la piel, título de la novela, llegará a las librerías de todo el mundo en abril como una de las grandes apuestas de ficción del sello Roca Editorial. Y la portada de Cabellut, la pintora española más cotizada en el extranjero, volverá a sumar atractivos al esfuerzo literario de una de las autoras españolas más apreciadas en Centroeuropa.

Blanca Rosa Roca, que en 2003 fundó Roca Editorial junto a cinco socios tras haber sido directora general de Ediciones B y de Zeta Multimedia, es la editora en español de autores superventas como Noah Gordon y Neil Gaiman, y de un gran número de escritores españoles. Entre estos destaca Elia Barceló, cuyas obras contienen, como ha analizado el periodista Nino Pertierra, secretos culpables y extraordinarios personajes femeninos. Barceló reside en Innsbruck junto a su marido, que es el rector de dicha Universidad, y reparte su tiempo entre la hermosa ciudad austríaca y su casa de Elda (Alicante), donde nació en 1957. De Alicante trata precisamente El eco de la piel, la historia de una empresaria de la industria del calzado que creó un imperio mundial desde unos orígenes humildes.

–La producción de Elia Barceló estaba dispersa por varios catálogos hasta que usted se ha convertido en su editora de referencia. ¿Qué admira de ella?

–Me entusiasma que el público se haya rendido por fin a su voz. Elia Barceló consiguió primero el aprecio de la crítica, y lo increíble es que ahora llega a todo el mundo sin renunciar al rigor que le confiere su formación filológica. Sus historias están muy bien tramadas y no le gusta que la encasillen en ningún sitio ni género:ha abordado la ciencia ficción y el thriller pero escribe siempre de lo que siente en cada momento. En El eco de la piel quiere demostrar que cualquier no ficción, cualquier explicación de una vida, es siempre ficción, porque lo que evocas nunca es la realidad sino lo que recuerdas tú y, si los comparas, tu relato de un hecho siempre será distinto a los de otras personas. Cada recuerdo es en sí mismo una ficción.

–¿Cómo consigue un sello independiente con sede en Barcelona proyectar internacionalmente a los autores de su catálogo?

–Siempre digo que estoy en el mejor de los mundos. Llevamos quince años como sello independiente. Pero, por otro lado, tenemos un gran reparto porque nos distribuye Penguin Random House, somos la única editorial independiente a la hora de contratar que tiene ese acuerdo. Ese apoyo es fortísimo, su distribución es la mejor y aprendemos mucho de su experiencia. Dimos con esa fórmula cuando compramos los derechos de Noah Gordon y ellos quisieron llegar a un acuerdo para la edición de bolsillo. En América Latina llegamos a todos los mercados de su mano en papel (la edición digital la hacemos siempre nosotros) y también en el resto del mundo salvo en los Estados Unidos. Allí ya teníamos un acuerdo para ser partícipes de Spanish Publisher de la mano de Urano y el año pasado fuimos récords de ventas desde Miami. Fue una lástima que cerrara Borders, la segunda cadena de librerías de Estados Unidos, y Barnes & Noble está en crisis pero seguimos estando en los principales expositores de ese país.

–Este año volverán a colocar algunas de sus novedades, como Stieg Larsson. El legado, en la lista de los libros más vendidos. ¿Qué posición ocupa hoy Roca Editorial?

–Los datos que manejamos en este momento nos colocan entre los diez primeros sellos de España. Obviamente los líderes son Planeta y Penguin Random House pero empezamos a estar muy cerca de otros sellos que tienen muchos más años que nosotros.

–¿Sigue siendo Barcelona la gran capital editorial?

–Es un hecho que se descuida, por desgracia, y al que no se le saca ningún partido pero Barcelona sigue siendo la capital editorial en español. Planeta mantiene aquí sus principales sellos y Random House, que siempre tuvo su sede en Barcelona, ha reforzado esa capitalidad tras adquirir Alfaguara (que estaba radicado en Madrid). En los últimos congresos del sector se ha evidenciado que México se está acercando muchísimo hasta el punto de que podría arrebatarle a Barcelona el puesto de capital editorial de la lengua española. Están haciendo allí un trabajo importantísimo en todos los niveles y especialmente en la edición independiente. Buenos Aires también estuvo muy cerca de lograrlo pero los vaivenes económicos se lo impidieron. Percibo que ninguno de los partidos políticos piensa suficientemente en lo que representa para España que Barcelona se mantenga como la gran capital del mundo editorial en español. Penguin siempre ha estado en Barcelona y Planeta tiene ahí también su músculo editorial pero eso ni luce ni se aprovecha en un momento en que países como México quieren tener mucho más peso.

"Somos la única editorial independiente que tiene un acuerdo de distribución con Penguin Random House"

–¿Qué recetas aprendieron de la grave crisis del sector?

–Pasamos un bache importante durante la crisis, que al sector editorial le llegó algo más tarde, en nuestro caso en 2011 y 2012. Tuvimos que tomar medidas, porque las crisis deben servir para eso. Y ahora evidentemente queremos vender más libros pero estamos en un buen momento, la gente está leyendo y los libreros no crecen mucho pero crecen, lo que es importante. Lo que ha bajado son las secciones de libros que tenían los grandes supermercados y superficies comerciales pero las grandes librerías, como por ejemplo Casa del Libro, van muy bien, y las independientes no dejan de crecer y están haciendo importantes contribuciones al sector.

–¿Estamos asistiendo a un renacimiento de las librerías independientes?

–Lo veo en cualquier ciudad, no paran de abrir librerías independientes y son muy buenas: aquí en Sevilla Caótica o Casa Tomada me han sorprendido muchísimo. Es cierto que cierran algunas de referencia, como Portadores de Sueños en Zaragoza, que es una pena, pero se abren otras. Si eres activo en todos los temas culturales, te sirves de nuevas herramientas como las redes sociales, y no te quedas sentado esperando a que entre el cliente, hay espacio. Yo en Barcelona adoro Laie entre las independientes, es una de las históricas, y de las nuevas me gusta mucho Nollegiu en El Poblenou.

"El libro 'Stieg Larsson. El legado', sobre su investigación del asesinato de Olof Palme, será un bombazo"

–Además de Elia Barceló, ¿cuáles son sus otras apuestas fuertes para este año?

–Estamos presentando en varias capitales El país de la desmemoria, premio Chaves Nogales del periodista Juan Miguel Baquero, que elabora un relato cronológico de la historia reciente de España y cuenta con prólogo de Baltasar Garzón. El bombazo llegará con Stieg Larsson. El legado, un libro de no ficción que se lee como una novela y sacaremos en marzo. Su autor, Jan Stocklassa, es un guionista sueco que descubrió que las cajas de la investigación de Larsson sobre el asesinato de Olof Palme estaban en un garaje, con todos los datos de sus pesquisas sobre el papel que jugaron la extrema derecha sueca y europea. Pero va a haber varios best-sellers porque también es un título nuestro Sodoma, deFrédéric Martel, un sociólogo y periodista francés que estuvo cuatro años investigando la decadencia y la corrupción en el Vaticano. Otro libro de no ficción entre nuestras grandes apuestas es Yo confieso: 45 años de espía, en el que Mikel Lejarza El Lobo, acompañado por el periodista Fernando Rueda, máximo especialista español en asuntos de espionaje, se unen para narrar las operaciones que llevó a cabo, sus reflexiones, emociones y sentimientos. El Lobo se infiltró en ETA en 1974 y desde el interior de la organización terrorista logró la detención de más de 200 activistas.

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