Flamenco frente a la adversidad

Algunos espectáculos se retransmitirán en 'streaming'

La XXI Bienal arranca en el mes de agosto con un ciclo al aire libre en el Monasterio San Jerónimo. En total, se programan 51 espectáculos

Los artistas de la XXI Bienal en la presentación en el Real Alcázar.
Los artistas de la XXI Bienal en la presentación en el Real Alcázar. / José Ángel García

Sevilla/Tras algunas noticias "que invitan al optimismo", según el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo Antonio Muñoz, como la reapertura del Real Alcázar, el anuncio del ciclo de artes escénicas de la Junta Anfitrión y del Singular Fest que ofrecerá conciertos en la Plaza de España, la vuelta a la normalidad dio este miércoles un paso más con la presentación de la XXI Bienal de Flamenco, una cita que se ha tenido que reprogramar por las circunstancias y que se desarrollará del 7 de agosto al 4 de octubre.

"No recuerdo un año tan complicado", aseguraba Muñoz en un acto celebrado en el Alcázar, donde el espacio al aire libre garantizaba las distancias de seguridad que recomiendan las autoridades sanitarias, "pero a pesar de los pesares Sevilla va a tener Bienal". El delegado ya había advertido a final de marzo que el Ayuntamiento no se planteaba cancelar, aunque los montajes "tuviesen que verse en streaming". Aunque las "condiciones, afortunadamente, han cambiado" y el encuentro flamenco programa 51 espectáculos –más del 80% serán estrenos absolutos– en diferentes espacios de la ciudad, se seguirá apostando por la difusión on line para determinadas propuestas en atención a "ese público extranjero que viene a la Bienal y que por la crisis sanitaria igual no va a poder desplazarse".

Antonio Canales, El Pele, Rocío Molina, Andrés Marín, Israel Galván, Patricia Guerrero, La Tremendita o José Valencia son algunos de los artistas que no faltan en esta edición, cuyas entradas se pondrán a la venta en unos días, el 1 de julio. "La Bienal es un arquetipo del flamenco", sostiene su director, Antonio Zoido. "De ella arrancan las rutas que después recorrerán el flamenco, las compañías necesitan un punto de partida del que salir", opina Zoido, quien matizó que pese a las creaciones de vanguardia que se verán –entre ellas, dos extractos de la Trilogía de la guitarra que protagoniza Rocío Molina en el Central (6 de septiembre) o La vigilia perfecta, con la que Andrés Marín ocupará el CAAC el 3 de octubre– "todos los artistas que vienen, sean rupturistas o no, van a darlo todo".

María Terremoto destaca en el cartel de la Bienal.
María Terremoto destaca en el cartel de la Bienal. / Carlos Gil

En el encuentro con la prensa, al que asistieron también la consejera Patricia del Pozo y el diputado de Cultura Alejandro Moyano, Zoido se mostró franco y no disimuló que la caída de Eva Yerbabuena del cartel, precisamente el nombre que iba a inaugurar esta Bienal según se desveló en Fitur, se debía a que "no hemos llegado a un acuerdo con ella", y atribuyó la ausencia del Teatro Maestranza entre los espacios a que "nos salía demasiado caro". Asimismo, el director de la Bienal explicó la decisión de trasladar la programación prevista en el Teatro Alameda al Monasterio San Jerónimo, que ya fue "un enclave de las primeras Bienales y donde se vivieron noches inolvidables. Recuerdo, por ejemplo, esa alianza de El Lebrijano y la Orquesta Andalusí de Tánger. Hoy se han visto fusiones así, pero para nosotros fue muy novedoso".

Por el ciclo de San Jerónimo pasará en las noches de agosto "el flamenco más experimental". El flautista, saxofonista y clarinetista sanluqueño Diego Villegas (7 de agosto) presentará junto a la Electric-Acoustic Band Cinco, mientras que los granadinos M. de Puchero (día 8) proseguirán con su exploración del flamenco desde un tratamiento polifónico. Rycardo Moreno (14) y Raúl Cantizano (15) encarnarán dos sensibilidades distintas de acercarse a la guitarra; y Artomático, con ElectroFlamenco (21), y Los Voluble, con Flamenco is not a crime (22), reivindicarán el parentesco entre la electrónica y lo jondo. Califato 3/4, expertos ya en agotar las entradas pese a su juventud (día 28) y Gualberto (29) cerrarán la oferta de San Jerónimo.

San Jerónimo, espacio de los primeros años de la Bienal, vuelve a formar parte de la cita
Rocío Molina presentará dos propuestas en el Central.
Rocío Molina presentará dos propuestas en el Central. / Marta Pérez / Efe

Ya en septiembre, el Ballet Flamenco de Andalucía, que iniciará en la Bienal una gira andaluza, celebrará su XXV aniversario con el primer espectáculo que se representará en el Lope de Vega. José Valencia, con La alta torre (7 de septiembre); Farruquito, con Desde mi ventana (día 9); Jesús Carmona, con la reflexión sobre la masculinidad de El salto (11) o María Terremoto, que invoca a Bécquer en Poesía eres tú (13) son otras apuestas que estarán en el teatro de la Avenida María Luisa.

El Pele (día 15), Antonio Canales –con un programa doble compuesto por la revisión de Torero y Sevilla a compás– (17), Tomás de Perrate (19 de septiembre), El Granaíno (21) o el Trío Arbós y Rafael de Utrera (23) compondrán a lo largo de los días un completo mosaico del flamenco actual en el Lope, un escenario que también acogerá a Inés Bacán (25), Rancapino Chico (27), La Tremendita (29), Olga Pericet (1 de octubre) y Estrella Morente (4).

En el mismo teatro donde se marcó una apabullante improvisación de cuatro horas en 2016, el Central, Rocío Molina abrirá la programación. Será el punto de encuentro de otros coreógrafos inquietos como Fernando Romero (8 de septiembre), Anabel Veloso (10), La Lupi (12) o María del Mar Moreno (14). Al espacio de la Cartuja se desplazarán asimismo Choni (16), María Moreno (18), La Piñona (20), el tándem David Lagos y David Coria (22) y Mercedes de Córdoba (24). Dos de las bailaoras más estimulantes del presente, Leonor Leal (26) y Ana Morales (28) forman también parte de la oferta en el Central, que clausurará la personalidad magnética de Israel Galván con Gatomaquia o Israel Galván bailando para cuatro gatos (2 de octubre).

Rocío Molina y Andrés Marín protagonizan dos de las propuestas más arriesgadas de la edición

En el Alcázar, uno de los "inmuebles de valor patrimonial" y los "espacios abiertos" donde se pueden cumplir los protocolos de seguridad, la Bienal ha invitado a Pedro Ricardo Miño (17 de septiembre), Javier Patino (18), Manuel de la Luz (19), Andrés Barrios (24), Daniel Casares (25), José Acedo (26), Antonio Rey (30) o José del Tomate (1 de octubre). El arpa de Ana Crismán (2 de octubre) y la guitarra de Dani de Morón (3) pondrán el fin de fiesta en el Alcázar.

Andrés Marín genera expectación con La vigilia perfecta, una aventura imprevisible que se desarrollará en el CAAC el 3 de octubre y que la Bienal define como "un conjunto de micropiezas de danza que serán ejecutadas por las dependencias del Monasterio en las denominadas horas canónicas, desde antes del amanecer hasta la hora de completas en un espectáculo abierto al público, que será filmado y constituirá una obra de arte visual".

José Valencia.
José Valencia. / Juan Carlos Vázquez

San Luis de los Franceses se reserva dos espectáculos muy esperados de la Bienal. El 16 de septiembre, el violagambista Fahmi Alqhai y la bailaora Patricia Guerrero se reencuentran en Los paraísos perdidos, "una fantasía histórica sobre la evolución de la danza partiendo de las danzas negras e indias hasta llegar a la danza más estilizada". El día 30, Dorantes presentará al piano su último trabajo discográfico, Identidad.

La Fundación Tres Culturas se suma también a la cita: Berk Gürman y su espectáculo De Anatolia a Andalucía (14 de septiembre) y Alaa Zouiten y Mona Boutchebak con Aficionado (21) acercarán el folclore de países mediterráneos en el Pabellón de Marruecos.

Estrella Morente clausura la cita en el Lope el 4 de octubre.
Estrella Morente clausura la cita en el Lope el 4 de octubre. / Josué Correa

Con un presupuesto "de un millón y medio de euros" en el que, según Antonio Zoido, "hemos hecho verdaderos equilibrios, lo único que no ha bajado es el caché de los artistas", la Bienal tuvo que aplazar por la crisis del coronavirus dos espectáculos, una Divina comedia que firmaba Andrés Marín, "un formato complicado con decenas de personas que no se ha podido ensayar", y un diálogo de Rafael Riqueni con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) que hubo que cancelar finalmente por la imposibilidad de que los músicos se reunieran. Las circunstancias han impedido también la celebración de las Noches en el Hotel Triana, un ciclo dado a las "aglomeraciones" y que Zoido quiere recuperar, probablemente en la Velá de Santa Ana de 2021.

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