La Biacs llega a 2011 sin web y con las oficinas desmanteladas
La sede de la Bienal muestra signos de abandono mientras la falta de capital y la renuncia de la Junta a apoyar el proyecto complican el futuro de la cita · Las voces críticas hablan de un proyecto "enterrado"
Quienes en los últimos meses apuntaban el definitivo declive de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (Biacs) tienen a partir de ahora un nuevo dato que sumar a sus argumentos: la cita ya no tiene activada su web, tal como revelan desde la página www.e-sevilla.org. La dirección en la que anteriormente se podían leer noticias del encuentro, www.fundacionbiacs.com, remitía ayer a la empresa Cúbica Multimedia, firma veterana en el campo de internet que presta sus servicios a otros clientes como la Fundación Barenboim-Said, el sello discográfico Green Ufos, la galería Full Art o la agencia Doble Erre. Este periódico se puso en contacto ayer con esta empresa en varias ocasiones para saber el motivo de este cambio sin obtener ninguna declaración al respecto.
El cierre de la web confirma la nefasta situación económica que vive la iniciativa, después de que el pasado octubre la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Maribel Montaño, anunciara que el Consistorio iba a aprobar una ayuda urgente de 10.000 euros a la Biacs para el mantenimiento y alquiler de la sede, y para que desde la cita artística se pudiesen pagar las facturas telefónicas. Desde la Plataforma para la Reflexión sobre Políticas Culturales se preguntaron entonces por qué desde la Administración municipal se intentaba "resucitar" un proyecto "tan enterrado".
Un malestar que también expresaron otras voces críticas con la Biacs. Responsables de festivales privados de la ciudad, como el Fest, el Encuentro del Cómic, el Mes de Danza, el Festival de Perfopoesía o Circada, entre otros, se plantearon en una reunión celebrada en noviembre la elaboración de un manifiesto en el que pedían al Ayuntamiento -comprometido a aportar 300.000 euros a la cuarta edición de la Biacs- una gestión del dinero público más adaptada a la realidad y a los intereses de la ciudadanía.
En todo caso, la desaparición de la página de la Bienal empeora el oscuro horizonte que afronta la muestra, tras los constantes retrasos que arrastra la cuarta edición -que tenía que haberse celebrado a finales de este año- y el preocupante silencio que los organizadores mantienen al respecto.
El panorama, sin embargo, era muy diferente hace apenas un año, cuando una fundación de Abu Dabi se interesó por participar como patrocinadora. Aquella esperanzadora alianza, que iba a sanear las finanzas de la Bienal, no se materializó, como tampoco se cerró un acuerdo con la especialista de origen ruso y nacionalizada estadounidense Margarita Tupitsyn. La responsable de la exposición sobre Rodchenko y Popova que se exhibió en la Tate Modern y en el Reina Sofía sonó fuerte como posible comisaria, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto.
La falta de financiación obligó al equipo de la Biacs a aplazar la cuarta convocatoria hasta el primer trimestre de 2011, pero las alarmas saltaron cuando se supo que el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), que hasta ahora había sido la sede del evento, tenía comprometidas para esas fechas sus instalaciones con otras muestras. El Ayuntamiento volvió a salir entonces en defensa de la Bienal, y Montaño aseguró que Sevilla disponía de otras ubicaciones como San Clemente, la Encarnación o la restaurada Plaza de España, y apuntó incluso que la Fábrica de Artillería podría alojar las oficinas de la Biacs.
A este rosario de complicaciones se añadía la retirada del apoyo de la Junta de Andalucía: si bien el consejero Paulino Plata ha eludido confirmar este paso atrás, los presupuestos del próximo año desatendían a la Biacs.
En el escenario de crisis económica, y ante la dificultad de incorporar nuevo capital privado, el futuro de la Biacs está en manos de la Junta y la retirada de ésta supone la defunción del proyecto. Por ello, en tanto el Gobierno andaluz comunica su postura final, la Fundación ha reducido al máximo el capítulo de gastos, suprimiendo al personal administrativo y técnico. Las dos últimas semanas, tras las fuertes lluvias, el panorama que presentaba la sede que la Fundación Biacs poseía en el Pabellón de España era desolador: las oficinas estaban cerradas y el lugar abandonado, con la correspondencia sin recoger.
No es raro que ante este complicado escenario algunos medios, como el Ars Magazine, afirmaran que la Bienal desaparecía, una noticia ante la que los organizadores de la cita no rompieron su silencio. Y, ahora, la desaparición de la web, el escaparate desde el que el encuentro se vendía al mundo, no presagia ningún desenlace afortunado.
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