La vuelta del Trío

En el flamenco hay muchos Tíos pero un solo Trío. El Trío por excelencia del flamenco vuelve a Sevilla, 20 años después de que registraran su primer disco en directo en el Teatro Central. El conjunto, formado por el flautista y saxofonista Jorge Pardo, el contundente percusionista, bregado en mil batallas musicales, Tino di Geraldo y el inventor del bajo flamenco, Carles Benavent, presentó en el Teatro Lope de Vega su nueva propuestas, Flamenco leaks. Cuando sonó, al principio de la noche, la melodía de La leyenda del tiempo en la flauta de Pardo, recordé que el músico madrileño ya estuvo allí, en las sesiones de grabación de esa mítica obra. Luego, los sones de Camarón se mezclaron con otros de Paco de Lucía que fue homenajeado en diversas ocasiones a lo largo de la noche. No en vano el flautista y Benavent fueron bases fundamentales del mítico sexteto del guitarrista. Pardo le dedicó la mayor parte de su portentoso número en solitario. En el suyo, Benavent, mostró que es capaz de convertir el bajo eléctrico, no solo en un instrumento rítmico y flamenco, también melódico y armónico. Buscó y halló nuevos timbres, nuevos sonidos, cibernéticos, en su instrumento. Es, sigue siendo, el represetante máximo del flamenco eléctrico. Pardo cambió la flauta por el saxo para decir una soleá de Triana en la que se mantuvo fiel a los cánones de este cante, en lo que se refiere a número de compases y reposos armónicos. Dijo la melodía cantable y dijo también la rueda armónica con el saxo demostrando que este es un instrumento solista y también acompañante, al cante o a otro solista. Luego hicieron el paseíllo de la caña para hacer una segunda parte, también por soleá, más jazzística, con las variaciones melódicas más largas y tortuosas. Pardo es un hombre al que le rebosan las melodías, propias y ajenas, que fue escanciando a lo largo del escenario toda la noche, ya que es un músico peripatético. Este músico patentó una forma flamenca de tocar la flauta que tuvo un éxito enorme, transformando este instrumento monofónico y cristalino a través de un sonido mestizo y polifónico. Di Geraldo derrochó energía y humor, con un número en solitario extraordinario. Indagó también en la polirritmia hindú con la tabla.