El Bellas Artes y Cayetana funden sus tesoros en una cita legendaria

Hasta el 10 de enero, la pinacoteca sevillana acoge una exquisita selección de obras del patrimonio de los Alba · Pintores como Tiziano, Rubens, Murillo, Goya, Zuloaga, Chagall y Renoir están representados

La duquesa junto a Griñán, Pulido, Monteseirín y Rosa Torres, delante del majestuoso retrato 'La duquesa de Alba de blanco' de Goya.
La duquesa junto a Griñán, Pulido, Monteseirín y Rosa Torres, delante del majestuoso retrato 'La duquesa de Alba de blanco' de Goya.
Patricia Godino / Sevilla

16 de octubre 2009 - 05:03

Recorría los salones del Palacio de Liria Jacobo Fitz-James Stuart, XVII duque de Alba y padre de la actual duquesa, acompañado de un especialista japonés al que le estaba mostrando la colección pictórica familiar cuando su invitado le preguntó si uno de los cuadros que estaban viendo era una copia, a lo que el duque contestó: “Aquí no hay más que una copia, y es la de Rubens a Tiziano”. Con esta anécdota ilustró Carlos Fitz-James, duque de Huéscar, el valor artístico del conjunto familiar que ayer por la mañana presentó en rueda de prensa junto a los organizadores de la exposición Colección Casa de Alba.

El abuelo del duque de Huéscar se refería entonces al magnífico retrato del emperador Carlos V con Isabel de Portugal, que Rubens copió del original de Tiziano, que fue destruido en un incendio en el Palacio Real de Madrid en el siglo XVII. El lienzo forma parte de la exposición Colección Casa de Alba que recorre la mejor pintura europea desde el Renacimiento a través de 40 obras de maestros como Goya, Murillo, Tiziano, Rubens, Corot, Romero de Torres, Sorolla y Zuloaga. Una muestra que, por la relevancia histórica de este ducado y la singularidad de las obras expuestas –la mayoría de ellas nunca han salido de Madrid–, marca, sin duda, un hito en la vida del Bellas Artes de Sevilla.

Abierta hasta el próximo 10 de nero, la antológica de los Alba ha sido posible, como apuntó una feliz Rosa Torres, consejera de Cultura, “gracias a la complicidad y generosidad de la duquesa”;la misma que anteayer supervisó los últimos preparativos para dar su visto bueno y de la que su hijo declaró que está “encantada y tiene una ilusión enorme en que esta exposición esté en Sevilla, ciudad que ella tantísimo quiere”.

Con esta muestra patrocinada por la Fundación Cajasol “se vestirá de absoluto estreno el otoño” porque, en palabras de la consejera de Cultura, se trata de “un acontecimiento extraordinario para la vida cultural de la ciudad”.

Una cita que parecía lejana en el tiempo cuando se firmó el acuerdo para su producción, en septiembre de 2007, y que ayer se hizo realidad para satisfacción de sus impulsores: Antonio Álvarez, director del Museo de Bellas Artes que confió la selección del catálogo de obras a Ignacio Hermoso y Valme Muñoz, quienes tenían como “reto condensar más de 500 años de Historia de una colección que se ha mantenido prácticamente intacta” y, entre sus tareas más interesantes, según declararon, la de “investigar en los archivos documentales”. De entre el inmenso legado que se atesora en los Palacios de Liria y Dueñas, los técnicos descartaron el traslado de las tablas “por ser las más delicadas y por evitar los contrastes climáticos”.

El gozo era compartido por Bernardo Bueno, delegado provincial de Cultura, que recibió el agradecimento unánime de cuantos intervinieron en la rueda de prensa, por haber “jugado un papel fundamental” en la llegada de estas obras a Sevilla, que no se mostraban de manera conjunta desde 1987. Por Antonio Pulido, presidente de Cajasol, que alentó “al público sevillano, andaluz y de toda España” a aprovechar “la magnífica oportunidad” de contemplar unas pinturas que “rara vez se han expuesto en otros museos”. Y satisfacción y orgullo, sin duda, de la propia Fundación Casa de Alba, que puso a disposición de los comisarios una colección privada a través de la cual se cuenta la historia de España y 500 años de la pintura europea.

Fue el gran Duque de Alba –cuyo retrato, pintado por Tiziano, abre la exposición– el fundador de esta colección artística que tuvo después en la XIII duquesa Teresa Cayetana y en el XIV duque Carlos Miguel sus principales impulsores. Heredera de este espíritu de mecenas, la duquesa, la número XVIII de su linaje, ha incorporado lienzos de artistas como Chagall o Renoir, una tarea que desea continuar su primogénito, Carlos Fitz-James.

Colección Casa de Alba. Museo Bellas Artes de Sevilla. Hasta el 10 de enero. www.juntadeandalucia.es/cultura/museobellasartessevilla

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