La Barroca, de Sevilla a Barcelona
La formación cierra el lunes 10 el Festival de Música Antigua de la capital catalana con el programa 'De Venecia a Madrid' · La orquesta interpreta el día antes en el Centro Cultural Cajasol el mismo repertorio
La Orquesta Barroca de Sevilla cerrará el lunes 10 de mayo la XXXIII edición del Festival de Música Antigua de Barcelona, el más veterano de su especialidad en España. Lo hará con un programa titulado De Venecia a Madrid que incluye música instrumental de Antonio Vivaldi y Alessandro Scarlatti, además de dos obras vocales, para las que contará como solista con el contratenor vitoriano Carlos Mena, habitual colaborador del conjunto hispalense: el Nisi Dominus del veneciano Vivaldi y la Salve Regina que Domenico Scarlatti, hijo de Alessandro, compuso en Madrid en 1757, el último año de su vida, lo que termina justificando el título del programa, que se ofrecerá también el día antes en la Sala Joaquín Turina del Centro Cultural Cajasol de Sevilla.
Tras la polémica generada en marzo, cuando se supo que Cajasol, uno de los principales patrocinadores del conjunto, reducía en más de un 30% y con la temporada ya iniciada su prometida contribución a las finanzas del grupo, las principales consecuencias de aquella decisión empiezan a notarse. Así, este programa, que pertenece a la temporada andaluza que financia la caja, se ofrecerá sólo en Sevilla, cuando desde el año 2000 estos conciertos giraban por Jerez, Cádiz y Córdoba antes de terminar en la capital de la comunidad. Los primeros recortes en las aportaciones de Cajasol provocaron ya que el año pasado desapareciera del cartel la cita jerezana, y ahora la temporada andaluza se convierte exclusivamente en sevillana.
La segunda consecuencia grave de la crisis que está afectando a la OBS es el inmenso vacío que se abre después de estos dos inmediatos conciertos, pues su agenda no vuelve a reflejar actividad alguna hasta diciembre. Esta difícil situación, que parece revertir el impulso tomado por el grupo en los últimos años, que le había llevado a hacer sus primeras giras por el extranjero, a crear su propio sello discográfico y a plantear una temporada única, con ramificaciones fuera de Andalucía, será analizada en la mañana del mismo domingo 9 de mayo por Ventura Rico, fundador y coordinador del conjunto, y por Pedro Gandía, su director artístico, en una charla titulada Historia y presente de la Orquesta Barroca de Sevilla: expectativas de futuro, que ofrecerán en la Sala de Uso Múltiple de la Casa de la Provincia a las 12:00 de la mañana.
En los próximos conciertos de Sevilla y Barcelona, la OBS será dirigida desde el puesto de concertino por el donostiarra Andoni Mercero, quien ha ejercido ya como primer violinista del conjunto en numerosas ocasiones. La participación de Carlos Mena es también habitual en las actividades del conjunto. De hecho, el último trabajo discográfico de la OBS, recién publicado y centrado en la figura de Domenico Scarlatti, cuenta con la voz del contratenor vitoriano.
La Salve del maestro napolitano que se incluye en ese disco y en esta minigira de conciertos es una obra singular y algo enigmática, pues en el manuscrito, que custodia la Biblioteca del Estado de Baviera en Múnich, figura una anotación en italiano que informa de que fue ésta la última pieza salida de la mano del músico. Compuesta por tanto en Madrid en 1757 por un compositor que ha destacado principalmente por su obra para tecla, la Salve de Scarlatti nace de una mezcla de procedimientos antiguos y modernos, pues la escritura es predominantemente contrapuntística, pero muy florida en adornos y con el recurso ocasional a los madrigalismos, típicos del siglo XVII, y la declamación.
La otra gran obra del programa con el que la OBS cierra el Festival barcelonés es el Nisi Dominus RV 608 de Vivaldi, un salmo de vísperas que se adjudica de manera algo sorprendente, dada su función litúrgica, a una voz solista, que en origen debió de ser sin duda la de una aventajada alumna del veneciano Ospedale della Pietá, donde el autor de Las cuatro estaciones ejercía accidentalmente como maestro de capilla (su puesto en la institución era el de profesor de violín) en el tiempo en que compuso la obra, presumiblemente, 1717. Dividido en nueve secciones, el Nisi Dominus de Vivaldi muestra la extraordinaria variedad de recursos que era capaz de manejar el compositor dentro de un estilo brillante y teatral, que exige del solista un dominio tanto de las ágiles coloraturas como de su registro más expresivo, que alcanza el culmen de su potencial emotivo en el Gloria Patri, en el que Vivaldi prescribe el acompañamiento específico de una viola d'amore, instrumento de timbre dulce y nocturnal.
3 Comentarios