El Ayuntamiento busca un "perfil tecnológico" para coordinar el CAS

El Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) no renovará en su cargo al actual director del Centro de las Artes de Sevilla (CAS), Fernando Roldán, cuyo contrato termina este mes. Desde el Ayuntamiento de Sevilla buscan ahora un perfil "más tecnológico" para que se haga cargo del proyecto que acogerá el Monasterio de San Clemente, una propuesta que, bajo el nombre de I+CAS, supondrá un paso adelante para el CAS e indagará en las relaciones entre el arte y los últimos lenguajes audiovisuales.

El Consistorio convocará a principios del año próximo un concurso público para designar al sucesor de Roldán, según informaron a este periódico fuentes del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla. Con esta medida empezará a tomar forma la reinvención del centro de la calle Torneo, que no había comenzado a ejecutarse pese a haberse anunciado durante el verano de 2008. Entonces se habló de que el CAS continuaría apoyando a los jóvenes talentos, pero incorporaría un amplio despliegue tecnológico por el que se convertiría en una propuesta "de envergadura nacional". La delegada de Cultura, Maribel Montaño, aseguró que quería poner en marcha una sala de "experimentación tecnológica" en la que se trabajara "de forma muy intensa" para "alentar y fomentar la creatividad". En la elaboración del discurso museístico que tendrá este punto de encuentro han aportado sus ideas colectivos como Zemos98 o artistas como Santiago Cirugeda.

Para levantar este espacio se contaba con una ayuda de 800.000 euros procedente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, un respaldo que comprometía al Ayuntamiento a desarrollar el proyecto en un plazo de dos años. Quizás por esta limitación temporal, el ICAS quiere convocar el concurso para nombrar al nuevo director "lo antes posible" y desde principios del año próximo "se quiere ir dotando al centro de las nuevas tecnologías, para que antes de que finalice 2010 esté todo preparado", comentaron las mismas fuentes.

Fernando Roldán dejará la dirección del Centro de las Artes de Sevilla después de tres años en el puesto. Elegido en noviembre de 2006 por el anterior delegado de Cultura, Juan Carlos Marset, el galerista tomaba el relevo de Pedro G. Romero, encargado del centro en sus comienzos que dimitió tras sonados desencuentros con Marset. Roldán encarnaba el perfil que se demandaba desde Cultura: el de un hombre con conocimientos del entorno artístico que, al mismo tiempo, poseía experiencia en la gestión de proyectos. Ahora, tras la marcha del director y hasta la entrada del nuevo responsable estará al mando del CAS "una persona de transición" que saldrá de la infraestructura del ICAS.

Desde el Ayuntamiento defendieron ayer la labor de Roldán, un trabajo con el que están "contentos" y gracias al que el recinto de Torneo "se ha convertido en un centro dinámico", aunque ahora, matizan, el enfoque "es distinto". El antiguo galerista de Cave Canem, curiosamente, no es el único experto que concluye en estos meses su vinculación a una sala de la ciudad: Paco Pérez Valencia abandonará próximamente la coordinación de Espacio Escala, el recinto desde el que Cajasol promueve exposiciones con su colección de arte contemporáneo como eje de las muestras.

Roldán apuntó ayer a Diario de Sevilla que no había "ningún mal rollo" entre él y los gestores del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla. "Incluso la delegada [Maribel Montaño] me ha pedido que me presente al concurso", añade, "aunque yo creo que aquí acaba un ciclo en mi vida profesional y no lo voy a hacer". Tras unos comienzos "difíciles", el gestor cultural recuerda con cariño "el último año y medio, que ha sido estupendo. Ha sido un tiempo en el que éramos conscientes de nuestras limitaciones y nuestras posibilidades, y todo ha ido rodado". La afluencia de público, cada vez mayor, ha contribuido a que el balance sea positivo. "Ya se darán los números, pero son realmente asombrosos", expresa sobre la cifra de espectadores del CAS. Además, la actividad del Monasterio de San Clemente ha servido para unir "gremios que hasta ahora se movían por separado". Así, la sala ha sido un punto de encuentro para creadores del ámbito de la danza contemporánea, la música o la poesía. De estos colectivos Roldán destaca el de los bailarines, de los que, confiesa, ha aprendido "muchísimo". En esta etapa, ha descubierto que "las artes perfomáticas están en una actitud de investigación que ya no tiene la pintura"; que la danza es, actualmente, "la reina fecunda de la creatividad". Una creatividad que Roldán retomará ahora en su futuro inmediato: admite que tiene "varios proyectos sobre la mesa", entre los que se encuentra "volver a los orígenes y dar clase".