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Si tenemos que hablar de historias de terror que nos hayan marcado (ya sea en cine, literatura o televisión), creo que una que siempre nombraremos será El Exorcista, tanto la novela como su versión fílmica nos hizo pegar más de un bote (aún recuerdo aquellos sensacionalistas titulares que la acusaban de haber provocado el terror y algún que otro incidente en las salas de cine).
Pues bien, con Roman Ritual, El Torres nos coge por el cuello, introduciéndonos en ese mundo que tan bien sabe reflejar. Lo considero un gran narrador de historias de género, pero creo que es en las de miedo donde podemos disfrutar a este guionista malagueño en todo su esplendor: El velo, El bosque de los suicidas, Tambores y Las brujas de Westwood son buena prueba de ello. Maneja a la perfección los resortes de este género considerado por muchos menor, pero que pienso que es uno de los más complicados de escribir y, sobre todo, al haber mucha producción, resulta casi imposible parir una historia novedosa, que nos sorprenda, aturda y finalmente, cautive.
Juan Torres reúne lo mejor de los guionistas de género patrios (Sánchez-Abulí, Antonio Segura) con una muy marcada vena yanqui, un aire que impregna su obra, en la que podemos reconocer la influencia de grandes de la novela de terror como Stephen King o Peter Straub, por citar sólo a un par. Además de todo esto ya expuesto tuvo las agallas de lanzarse a la piscina del complicadísimo mercado estadounidense y crear la editorial Amigo Comics, donde tiene la libertad de escribir lo que le gusta y rodearse de artistas amigos. En el caso de esta obra, el trío se completa con la presencia gráfica de Jaime Martínez y Sandra Molina, vértices de un triángulo perfecto, que tanto con el dibujo como con el coloreado cumplen su función perfectamente.
El Torres lo logra una vez más, como lo consiguió junto a Jesús Alonso Iglesias con Los fantasmas de Gaudí, obra nominada a los premios del próximo Salón del Cómic de Barcelona. Crucemos los dedos.
Y sí, de cruces es de lo que va la cosa. Este "ritual romano" está protagonizado por John Brennan, uno de esos personajes al que te enganchas desde la primera viñeta en la que aparece: físicamente no está dentro del canon sacerdotal, es capaz de defender sus creencias tanto con la palabra del Señor como con sus puños. Eso, y algún hecho del pasado, han provocado que esté apartado de la Santa Madre Iglesia, a pesar de ser uno de sus mejores exorcistas…
"Exorcismo" es la palabra maldita. La presencia del Mal dentro de personas, la mayoría, inocentes. John Brennan se ha currado un largo currículum expulsando al Diablo de varias de sus víctimas. Pero el caso por el cual es reclamado por el Vaticano no tiene nada que ver con todo por lo que ha pasado anteriormente. Algo oscuro y maligno se ha instalado en el corazón, el centro del poder de la Iglesia y cuando Brennan sepa lo que es, no podrá dar crédito a sus ojos.
Sin querer revelaros ningún spoiler de esta historia -que recomiendo ir saboreando poco a poco, como un buen vino- seremos testigos junto al cura de que, nada más llegar a la ciudad italiana, Brennan se va a ver atacado por extrañas "visiones". ¿Es real la presencia de esa horripilante monja que parece perseguirlo?
Pero lo sobrenatural no será el único muro contra el cual Brennan tenga que golpearse. Su superior y amigo, el arzobispo Georges, tras reclamar su presencia, le explica que uno de los hechos más luctuosos desde que se inició este misterio fue la terrible y violenta muerte del obispo Marelli que, pese al secretismo que rodea los despachos y estancias del Vaticano, puso en alerta a sus habitantes.
El problema, por así decirlo, vendrá de la mano de un español (¡vaya casualidad!), el cardenal Balaguer que, sediento de poder, y con una fuerza descomunal dentro de la sociedad religiosa, va a intentar quitarle verosimilitud a lo que está ocurriendo en el lugar, concretamente en unos aposentos muy especiales, diríamos que los más importantes del lugar… Pero claro, Balaguer tiene su propia agenda e intereses, y John Brennan es solamente un peón al que pretende apartar de su camino.
El horror, la violencia, la muerte irán in crescendo dentro de este terrible misterio al que se enfrenta el exorcista Brennan, que sólo gracias a su inteligencia, valentía e intuición podrá resolver, aunque para ello antes deba ser el primero en desnudar su alma y librarse de la pesada mochila que carga. Un pasado que lo aplasta como una losa.
Una última recomendación. Si queréis gozar la historia al cien por cien, leed Roman Ritual a solas, alejados de ruidos y distracciones, con un sólo foco de luz y, si es posible, acompañados por la banda sonora original que Jerry Goldsmith compuso para esa otra obra maestra del cine de terror, La Profecía. Disfrutad… y temblad.
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