Ataviadas para la gloria

Sevilla estrena 'Santas de Zurbarán', el más ambicioso proyecto sobre arte y moda de los últimos años.

Charo Ramos / Sevilla

04 de mayo 2013 - 05:00

En el siglo XVII, en esa España de la Contrarreforma donde se crea la imagen procesional y la imaginería, los motivos religiosos y devocionales predominaban en la pintura con la excepción de los encargos mitológicos de la Corte. Apenas había representaciones de la vida cotidiana o de tema profano. El extremeño Francisco de Zurbarán (1598-1664), contemporáneo de Velázquez y afincado en Sevilla hacia 1629 con toda su familia, será quien mejor refleje la espiritualidad mística del momento en obras muy demandadas por las órdenes religiosas, sus principales clientes. Sin embargo, hacia 1635, debido a la crisis económica, los encargos conventuales menguan y otro tipo de pedidos, desde las Indias Occidentales, compensará la bajada en España: Zurbarán ha puesto de moda las santas vírgenes de cuerpo entero procesionando y sus lienzos pintados en torno a esa fecha, como Santa Isabel de Portugal (Museo del Prado), que se cree "un retrato a lo divino" de la reina Isabel de Borbón, van a fijar un nuevo canon de elegancia. Sayas o basquiñas de seda, collares de pasamanería con aljófares, bordados y pedrería, sobretodos de tafetán abullonado que al quebrarse parecen crujir... El artista sorprende con estas pinturas religiosas de marcado carácter mundano donde en vez de reflejar el dolor del martirio pone el acento en la feminidad de las protagonistas y, sobre todo, en sus majestuosos y coloristas ropajes, con lo que rinde homenaje al oficio de su padre, que fue comerciante de telas, a los cambios producidos en la indumentaria hispana del siglo XVII, con la aparición del guardainfante, por ejemplo, y a la creatividad de los autos sacramentales y el teatro sagrado que disfrutaba como espectador en la Sevilla del Siglo de Oro.

Ese torrente de elegancia y libertad creativa, que no pasó desapercibido al Santo Oficio ni al cardenal Niño de Guevara, quien criticó "la persuasión que confunde a los fieles, por no distinguir un retrato profano de una Santa virgen", sigue inspirando a los diseñadores españoles casi cuatro siglos después y tal es el punto de partida de Santas de Zurbarán. Devoción y persuasión, inaugurada ayer con la asistencia de sus principales protagonistas: los modistos que han recreado los vestidos que pintó el artista de Fuente de Cantos comandados por Elio Berhanyer, director artístico del proyecto, el comisario científico de la muestra, Benito Navarrete, el director territorial de BBVA Agustín Vidal-Aragón y el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, con su delegada de Cultura, Mar Sánchez Estrella.

Devoción y persuasión, que los Príncipes de Asturias visitarán el próximo martes, reúne hasta el 20 de julio en el convento de Santa Clara 17 retratos de santas vírgenes junto a creaciones de 11 grandes diseñadores españoles inspirados en esas composiciones. Elio Berhanyer, "muy feliz" con los resultados, subrayó el "importante papel" que la muestra tendrá para promocionar la moda española y "la condición pionera en el diseño de vestuario" de Zurbarán.

El cuadro de la National Gallery de Londres que representa a Santa Margarita de Antioquía y el vestido realizado por Balenciaga en 1961 inspirado en la Santa Casilda del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, que se muestra anexa, reciben al visitante en la sala baja del convento de Santa Clara, dedicada a la devoción, junto al resto de pinturas, dispuestas en dos galerías enfrentadas que imitan la secuencia procesional que se perseguía en el siglo XVII al poner colecciones similares en las iglesias. El Museo del Prado, el Carmen Thyssen de Málaga, el Bellas Artes de Sevilla (con ocho obras atribuidas al taller del pintor), el Bellas Artes de Bilbao, la Colección Masaveu de Oviedo y el Museo de Strada Nuova Palazzo Bianco de Génova han prestado también obras.

En la planta superior, consagrada a la persuasión, se muestran, con una teatral escenografía, los vestidos creados expresamente para esta cita por Berhanyer, Francis Montesinos, Roberto Torretta, Hannibal Laguna, Ágatha Ruiz de la Prada, Modesto Lomba, Ana Locking, Victorio y Lucchino, Ángel Schlesser y Juan Duyos. Además, Pedro Moreno se ha inspirado en los ángeles turiferarios del Museo de Cádiz (que no han sido cedidos para la muestra por "su delicado estado de conservación" según Navarrete) y los alumnos de la Cátedra Elio Berhanyer de Córdoba en los ocho lienzos del Bellas Artes de Sevilla.

Un intenso programa didáctico para centros educativos y el Simposio Internacional Santas de Zurbarán (del 13 al 15 de mayo) en el que participarán expertos de la talla de Gabriele Finaldi, Enrique Valdivieso, Odile Delenda y Victorio y Lucchino, entre otros, son algunas de las actividades complementarias que ofrece la muestra.

"Es un proyecto excelente, atractivo e innovador cuya singularidad hará que sea exportable y que dé a conocer Sevilla y su cultura en otras capitales españolas", subrayó Luis Odriozola, director comercial de la Territorial Sur de BBVA, entidad que patrocina el apartado textil de la muestra con 150.000 euros. Para Zoido, que le ha destinado 275.000 euros, "nunca se había hecho una exposición que analizara con ojos del presente la producción pasada de Zurbarán, sobre todo sus santas, ricamente vestidas para el martirio". Berhanyer calificó la cita como "un sueño cumplido y el mayor homenaje creativo que se ha hecho nunca a un pintor. Hemos trabajado un año y ha merecido la pena. Está todo muy bien montado, mucha gente viajará a Sevilla para verla. Y cuando los Príncipes le cuenten a la Reina lo maravilloso que es todo, seguro que vendrá también", dijo el maestro cordobés, en un guiño a sus años como modisto de doña Sofía, acerca de este viaje en el tiempo tejido con suma elegancia.

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