La austeridad, el vigor, el vértigo

Alfonso Losa | Crítica

Alfonso Losa, en la tablas del Teatro Cajasol.
Alfonso Losa, en la tablas del Teatro Cajasol. / Remedios Malvarez

La ficha

**** 'Exento'. Alfonso Losa. Baile: Alfonso Losa. Cante: Sandra Carrasco, Antonio Luque 'Canito'. Guitarra: Francisco Vinuesa. Lugar: Teatro Cajasol. Fecha: jueves, 30 de mayo. Aforo: Lleno.

Alfonso Losa bailó la soleá con una concentración y una intimidad inusitada. Con las luces muy tenues y cálidas y bailando solo a las mudanzas de la guitarra, a la sucesión de acordes. Clasicismo, tradición reconcentrada. Pero tradición actualizada. Ya había hecho un despliegue técnico asombroso en los tientos con arreglos de electrónica, en los tangos, en la bulería. Así que la soleá fue el momento de intimidad con el público y con Francisco Vinuesa que, no obstante estar sujeto al compás y a las mudanzas, vertió en cascada una serie de deliciosas variaciones arpegiadas sobrecogedoras. El guitarrista se mostró asombroso toda la noche fluctuando entre la guitarra estrictamente contemporánea de los tientos o los fandangos, a una emulación rigurosa de la escuela jerezana en las seguiriyas. Estas últimas fueron el solo de Canito que, a pesar de la monotonía melódica, quizá intencionada, sobrecogió con su voz poderosa y vibrante. Sandra Carrasco mostró su versatilidad, pues si fue densa y poderosa en el acompañamiento al baile, se mostró íntima, sensual, dulce, afinadísima en los fandangos de su tierra, un prodigio una vez más.

Hoy no resulta habitual reivindicar los valores masculinos, cuando, por otra parte, la sociedad se va masculinizando cada vez más olvidando que solo se puede validar lo femenino validando lo masculino, y viceversa, pero Alfonso Losa reivindica el baile flamenco de hombre en cada gesto, en cada movimiento, en cada silencio. La austeridad, el vigor, la energía, el centro corporal, el instinto, la naturalidad, el vértigo y la valentía de adentrarse en un territorio inexplorado.

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