Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)
Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol y tres eventos hay en Sevilla que la llenan del esplendor. Más allá de lo almibarado del pareado, la realidad es que este jueves 16 de junio la ciudad se viste de gala (en sentido literal) para la celebración del Corpus, el desfile de Dior y el concierto de Alejandro Sanz, que actúa por la noche en el Estadio Benito Villamarín. Con distintos tipos de fieles, de los tres grandes eventos que acoge la ciudad, quizás el concierto de Alejandro Sanz sea el que mayor nostalgia despierte.
Tras dos años de espera desde su última visita (en una gira para la que sólo había cinco fechas), el recién nombrado Hijo Predilecto de Andalucía junto a su padrino, Manuel Alejandro, regresa al Benito Villamarín para devolverle a su público sevillano lo que se había quedado pendiente. Nunca se sabe cuándo será la última vez que se vivirá un momento y aquel concierto en el campo del Betis el paso 2019 parecía ser la antesala de una extensa gira que dejaría fechas por toda Andalucía. La pandemia dinamitó la esperanza, por eso el concierto de este jueves se vive como el mejor reencuentro entre el artista y la ciudad. Reencuentro para el que hace días que comenzó la cuenta atrás en sus redes sociales.
Enamorado de Sevilla (y con el Betis en un lugar privilegiado de su corazoncito), Alejandro Sanz llega a la ciudad como el que vuelve a casa de sus padres después de un tiempo lejos del calor familiar. Acostumbrado como tiene a su público a empezar o terminar gira en Sevilla, esta vez su concierto del campo del Betis es uno de los del centro, como si con él quisiese pasar desapercibido, como si la ausencia de bombo y platillo le dieran al artista la serenidad con la que dejarse llevar y hacer que su público, el de siempre y las nuevas incorporaciones, disfrute como si fuera el primero de sus conciertos. Y eso que la fama y el talento le han valido al artista una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y tiene su propio día en Los Ángeles (30 de abril).
Que pena más grande, que pena/Ella soñando con él/Y yo muriendo por ella, escribía el artista para referirse a Sevilla en su cuenta de Twitter. Muy activo en redes sociales, Alejandro Sanz ha ido adaptándose a las nuevas tendencias musicales, buscando así acercarse a todo tipo de públicos. Atrás (muy atrás) quedó el Alejandro Sanz de las clásicas baladas para convertirse en lo que es hoy, un artista al que no le da miedo experimentar y que se atreve con todos los palos y todas la colaboraciones. La última, con Camilo, con quien lanza este 16 de junio el tema NASA, es una prueba evidente de que el del corazón partío le queda repertorio hasta que se apague su sol, eso es lo único que no ha cambiado.
Con disco nuevo bajo el brazo (Sanz), el Hijo Adoptivo de Sevilla y Predilecto de Andalucía, vuelve a la que ya es su casa en un concierto en el que Sanz volverá a recordar sus sueños de juventud, le hablará a la Luna (que nunca se pierde un directo del artista en la ciudad) y a un público con el que ha preparado el repertorio a través de redes sociales. Aunque la sorpresa llegará si finalmente el jugador del Betis Joaquín termina subiendo al escenario y arrancándose con una pataíta (como ambos han bromeado en redes sociales).
Aunque para la mayoría Alejandro Sanz se dio a conocer con su disco Más, que se hizo muy popular gracias a temas como Corazón partío, el artista tuvo su primer contacto con la industria musical en 1989. Con un álbum titulado Los chulos son pa cuidarlos, una estética de lo más kitsch y unos ritmos propios de los autos de choque, se dio a conocer un joven Alejandro Magno (pseudónimo con el que Sanz quiso presentarse al mundo).
El disco, del que apenas quedan ejemplares, resultó ser un fracaso. Por suerte para él -y para sus seguidoras-, el artista cambió el Magno por el Sanz (apócope de Sánchez, su verdadero apellido) y se subió al carro de la música pop. En 1991 vio la luz su primer trabajo, Viviendo deprisa, del que destacan el tema homónimo, Pisando fuerte o Los dos cogidos de la mano.
Esas canciones convirtieron al artista en ídolo de masas entre el público femenino, que hacía colas para sus firmas de discos y forraba sus carpetas con fotos suyas. A este trabajo le siguieron Si tú me miras, Básico, 3 y su obra culmen: Más. Con más de cinco millones de copias vendidas, el álbum supuso un antes y un después en su carrera y los temas que lo conforman ya forman parte de la banda sonora de los españoles. El álbum más emblemático de su carrera llegó incluso a convertirse en el protagonista del último concierto que se celebrase en el Vicente Calderón, en 2017. Concierto en el que participaron artistas de la talla de Manuel Carrasco, Juan Luis Guerra, Niña Pastori o Laura Pausini.
Después de Más el cantante se vuelve atrevido con sus ritmos y más enrevesado con sus letras, pero sigue cosechando el mismo éxito. El alma al aire y No es lo mismo conservan la esencia Sanz pero es con El tren de los momentos cuando el cambio se hace más patente. Vuelve a tener éxito con este trabajo pero no goza de la repercusión del resto, algo que se traduce en la ausencia en sus conciertos (la mayoría de las veces) de temas de este trabajo.
Paraíso express (2009) supuso una reconciliación con parte de su público y con la crítica, a los que Sanz lanzaba una advertencia en su siguiente trabajo en forma de canción. No me compares (La música no se toca, 2012) fue la forma de Sanz de decirle al mundo que "si ya no es el mismo que cuando tenía 20 años, sus canciones tampoco han de serlo".
De aquella advertencia, su penúltimo álbum. Titulado #ElDisco, el trabajo se compone de diez canciones en la que se aprecian los ritmos latinos, el estilo urbano, las colaboraciones y hasta el inglés, idioma con el que ya se atrevió en Looking for paradise.
El último siempre suele ser el más personal de todos, aunque en su caso la afirmación se hace más real. Más que por las letras o los ritmo, es el título del álbum lo que marca la impronta del trabajo. Titulado Sanz, el último trabajo del artista es una celebración a los 30 años en la música. Temas muy personales, como Bio, y otros más sanzeros, como Mares de miel, se mezclan con el homenaje a su compadre Paco de Lucía en el tema La rosa.
La nueva etapa de Alejandro Sanz se ajusta más a los gustos musicales de las nuevas generaciones, dejando quizás a su público de siempre un poco más al margen. La colaboraciones con los artistas más top del momento, la última ha sido con Camilo, atraen a adolescentes, que comparten artista favorito con sus madres. Greicy, Tini o Kany García son algunas de las artistas con las que ha colaborado recientemente.
También te puede interesar
Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)
Marco Socías | Crítica
Guitarra elegante y elocuente
Lo último