'After', sombras indeseables del bienestar

Después de El traje, su primer filme firmado sólo por él, y tras el pelotazo de 7 vírgenes, Alberto Rodríguez regresa a los cines con After, película en la que el inquieto director sevillano cambia de registro. De la marginación pasa a todo lo contrario, a la dulce burguesía que bordea ya los 40 y siente que algo no va bien en sus vidas. Pero como en su trabajo anterior, After no deja de ser una crónica social vista desde el otro lado. Cuenta con producción andaluza, gracias a La Zanfoña, y contrastados profesionales de la tierra, como el director de fotografía Álex Catalán y el músico Julio de la Rosa. También recupera a Jesús Carroza, ganador de un goya por 7 vírgenes. Pero los verdaderos protagonistas son Tristán Ulloa, Guillermo Toledo y Blanca Romero, que tras unos inicios como modelo y personaje de los programas del corazón parece querer centrarse en la interpretación.

Si 7 vírgenes hablaba del miedo de muchos a salir de la adolescencia, After trata de los que la han perdido y la quieren recuperar a toda costa. Personas que han luchado toda su vida por conseguir los ideales y las marcas que se han exigido de ellos y cuando los tienen se sienten vacíos, estafados. Toledo y Ulloa encarnan a dos hombres a las puertas de la cuarentena, antiguos amigos que un día se topan con una vieja compañera de la adolescencia, y empiezan a remover recuerdos. Como solían hacer, deciden salir de juerga una noche entera, durante la cual serán asaltados por remotas rencillas y una sensación insoportable de fracaso.