Adiós a Marujita Díaz, una de las últimas folclóricas del cine español

La intérprete, un rostro frecuente en películas de los 50 y los 60, fallece a los 83 años por culpa del cáncer.

Adiós a Marujita Díaz, una de las últimas folclóricas del cine español
Adiós a Marujita Díaz, una de las últimas folclóricas del cine español
Carmen Sigüenza (Efe) / Madrid

23 de junio 2015 - 12:48

La actriz y cantante sevillana María del Dulce Nombre Díaz Ruiz, más conocida como Marujita Díaz, falleció este lunes en una clínica madrileña a los 83 años de edad, a consecuencia del cáncer de colon que padecía, según informaron fuentes cercanas a la familia.

Marujita Díaz será incinerada este miércoles y sus restos mortales serán trasladados a Sevilla, donde descansarán junto a los de su hermana (fallecida el año pasado), por expreso deseo de la actriz.

Actriz, cantante, Maruja Díaz, Marujita, era una de las últimas folclóricas que quedaban en este país. Una mujer muy popular, uno de los rostros más conocidos del cine español en los años 60, guapa, exagerada, simpática y siempre rodeada de amoríos, joyas y pieles. Y es que María del Dulce Nombre Díaz Ruiz, que nació en Triana, en abril del 32, desde niña destacó en el baile, la canción y el teatro. Pasó por diferentes compañías, entre ellas La gitana blanca, con la que se presentó en Madrid, donde comenzó a trabajar en el cine Chueca, donde hacía entreactos y fines de fiesta. Un cine con un nombre que sería toda una premonición para ella, porque Marujita Díaz se convirtió también en un icono gay, una folclórica a imitar por su exagerado glamour a lo español, un personaje del papel cuché y de los platós de televisión.

Trabajó en el Circo Price y en la revista de vedette; después pasó a la gran pantalla, al cine, debutando con Imperio Argentina, y alcanzó toda la popularidad en los años 50 y 60 con éxitos como La pelusa, La corista, Dos angelitos negros, Y después del cuplé o La cumparsita. En total, participó en 37 producciones cinematográficas y fue uno de los rostros más valorados de la gran pantalla, en una carrera en la que trabajó a las órdenes de directorescomo Florián Rey, Luis César Amadori y José María Elorrieta.

Casada en 1958 con el que fue su primer marido, el actor y playboy Espartaco Santoni, la vida sentimental de Marujita Díaz fue muy convulsa, variada y ecléctica, ya que después de Espartaco, su otro gran amor fue el bailarín Antonio Gades, con quien se casó en 1964 y del que se separó un año después.

Pero la traca final para su corazón y para el alimento de grandes titulares, la protagonizó su unión con el cubano Dinio García, un joven que se trajo de Cuba en 1999, cuarenta años menor que ella, y con el que dio grandes momentazos en los platós y en las revistas.

Maruja Díaz formaba parte de la escudería de estrellas y folclóricas de esa España tardofranquista, que pasó de la tele en blanco y negro al color, como Sara Montiel o Carmen Sevilla, y tuvo problemas con Haciencia, como muchas otras folclóricas, la más grande Lola Flores.

Actriz, vedette, cómica, la cantante de la famosa Soldadito español y Banderita tenía una especial habilidad con los ojos, sus famosas chiribitas, sus movimientos de arriba a abajo, de izquierda a derecha con el iris y el aire de sus largas pestañas (postizas o no). En 1980 hizo su última película, La reina de la isla de las Perlas, de Víctor Barrera.

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