Adelante con los cadáveres
Maribel Montaño hace caso omiso a la controversia internacional provocada por 'Bodies, The Exhibition' y mantiene la exposición entre la oferta de actividades del Casino de la Exposición
Pese a las reticencias y objeciones éticas mostradas por varios colaboradores de su entorno cercano, de las que ayer se hacía eco este diario, la delegada de Cultura, Maribel Montaño, no dará marcha atrás en su decisión de llevar al Casino de la Exposición, entre el 6 de febrero y el 3 de mayo del próximo año, la polémica exposición Bodies, The Exhibition, en la que se muestran una veintena de cadáveres y más de un centenar de restos humanos con el pretexto de enseñar a los espectadores, previo pago de entrada, los misterios de la anatomía humana.
El argumento usado por la delegada para mantener su postura es simple: aunque reconoce que la controversia ha acompañado a la exposición allá por donde ha pasado, afirma que si se ha visto en ciudades como Nueva York o Madrid, Sevilla no debe de ser menos. De este modo, aparta de un plumazo cualquier consideración sobre la hipotética falta de ética que podría suponer la exhibición pública de unos cadáveres de orígenes, en ocasiones, inciertos y de los que no consta que autorizasen en vida la exposición de sus restos. De hecho, y al margen de cualquier consideración de carácter moral, ha sido éste el factor que ha desencadenado un largo historial de cuestionamientos, incluidos los de carácter legal, entorno a Bodies y formulados desde diversas entidades, instituciones y medios periodísticos, incluidos Amnistía Internacional, varios fiscales generales de Estados Unidos, el New York Times y la cadena televisiva norteamericana ABC.
Precisamente fue esta última una de las primeras en alertar sobre el incierto origen de los cadáveres utilizados por la empresa de Atlanta (Georgia) Premier Exhibition para mantener en rotación, desde agosto de 2005, entre siete y diez exposiciones de Bodies. Uno de sus más célebres programas de investigación, 20/20, viajó un año después hasta China para visitar la ciudad costera de Dalian, en la provincia de Liaoning, punto de partida de los cadáveres usados por Premier Exhibition. La conclusión de los reporteros fue que entre éstos se encontraban los de prisioneros ejecutados en cárceles chinas. El reportaje motivó además una de las primeras acciones judiciales en torno a la muestra, llevando al fiscal general del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, a la creación de una comisión de investigación sobre dichas exposiciones.
También en 2006, David Barboza, corresponsal de The New Yok Times, firmaba desde Dalian una impactante crónica en la que llegaba a afirmar, literalmente, que "una horrorosa miniindustria subterránea ha emergido en China", en referencia a la puesta en marcha durante los últimos años de hasta diez nuevas plantas de plastinación de cadáveres, el método científico utilizado para momificar los cuerpos.
"El cerebro tras esta operación es Gunther von Hagens", añadía Barboza aludiendo al médico alemán que desarrolló la técnica y supo verle la punta al negocio, hasta el punto de hacerse millonario con Body Worlds, la exposición que serviría como inspiración a Premier Exhibition para montar Bodies, The Exhibition. Von Hagens y Premier irían luego a los tribunales por el copyright de la idea, y aunque ganaron los segundos, el primero mantiene en activo y a pleno rendimiento su factoría de plastinación.
Para hacerse una idea del volumen de negocio generado por Bodies, basta señalar que Premier pagó a la Facultad de Medicina de Dalian, propietaria de los cadáveres, un total de 25 millones de dólares (casi 19 millones de euros), por los derechos de exhibición. Ese evidente negocio en torno a restos humanos de incierta procedencia es el que ha llevado a diversos grupos de protección de los derechos humanos a postularse en contra de la muestra que Maribel Montaño quiere traer a Sevilla.
Y esa presión, social, judicial y activista, es la que ha llevado a Premier Exhibiton a colgar en su página web, como ya señalaba ayer Diario de Sevilla, una advertencia legal o disclaimer en la que se exonera de cualquier responsabilidad sobre la procedencia de los cadáveres aludiendo a la "confianza en sus socios chinos" y a la imposibilidad de "verificar de manera independiente que los restos no pertenecen a personas ejecutadas mientras estaban encarceladas en prisiones chinas".
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