ARCO "rompió la dinámica de pesimismo" con una edición satisfactoria y bien organizada

Sevilla/Con la mitad de galerías participantes, y también de público, ARCO Madrid echó el cierre el domingo en su edición más atípica por la pandemia pero el balance ha sido optimista y se han cubierto las expectativas, nadie ha escatimado calidad -ni la organización ni mucho menos las galerías participantes- y las medidas de seguridad adoptadas han hecho que la experiencia fuera satisfactoria a la vez que segura.

Incluso las galerías vendieron por encima de sus expectativas, según declaró Maribel López, la directora de la feria, que cree que la cita ha servido para reactivar el mercado del arte y para "romper la dinámica de pesimismo" que arrastra el sector desde que comenzó la pandemia.

Como legado de esta feria quedarán las compras institucionales, entre las cuales destacan las del Museo Reina Sofía, que adquirió 18 obras de 15 artistas por cerca de 300.000 euros. Manolo Quejido, Agustín Ibarrola, Liliana Maresca, Evru/Zush, Clara Montoya, Andrés Pachón y Bouchra Khalili fueron algunos de los artistas de los que se adquirieron piezas. Entre esas compras del Reina Sofía se incluye un conjunto de telas de estilo batik de Alonso Gil, Ignou Road Batiks Series (2016-2017), compradas a la galería sevillana Rafael Ortiz, que tuvo también un amplio protagonismo en esta edición ya que fue una de las firmas veteranas elegidas por la Casa Real para la visita de los monarcas al recinto ferial.

Rafael Ortiz y Rosalía Benítez pudieron mostrar a los Reyes, que visitaron su galería el jueves acompañados por el todavía entonces ministro de Cultura José Manuel Rodríguez Uribes, las obras seleccionadas de Equipo 57, Monika Buch, Carmen Calvo, Luis Gordillo, Nico Munuera, Miki Leal, Inmaculada Salinas, Dalila Gonçalves, Graciela Iturbide y Jorge Thuillier.

La otra galería andaluza participante en ARCO fue la sevillana Alarcón Criado, que apostó fuerte por el joven talento andaluz y la presencia femenina con destacadas obras de Alegría y Piñero, Cristina Mejías y Mercedes Pimiento, así como de Belén Rodríguez, Ira Lombardía e Irene Infantes.

Otras compras institucionales fueron las del Museo de Bellas Artes de Bilbao que dirige Miguel Zugaza y compró Guernica, Guernikara de Agustín Ibarrola, una versión que el artista vasco hizo de la mítica obra de Picasso y se vendió por 300.000 euros. O las de la Fundación Helga de Alvear, que compró piezas de Bruno Munari, Antony Gormley, Gilbert&George y John Chamberlain que se integrarán en el museo que la coleccionista inauguró este año en Cáceres.

La próxima edición de ARCO se celebrará en febrero de 2022, en apenas seis meses y será la edición en que la feria celebrará su 40 aniversario, que se debía haber celebrado este año pero se pospuso por la situación sanitaria.