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Un lienzo de Francis Bacon, valorado en 15 millones de dólares, es la pieza más cara en la nueva edición de ARCO Madrid, que hoy inauguran oficialmente los Príncipes de Asturias. La galería Marlborough exhibe con orgullo ese estudio del cuerpo humano de tonalidades naranjas pintado por Bacon en 1982 y subtitulado Figura en movimiento, que vemos rodeado por esculturas de Manolo Valdés y lienzos de Fernando Botero. Son algunas de las firmas consagradas en la gran cita española con el arte contemporáneo, que este año se muestra más sobria y realista. La crisis económica ha reducido la oferta de galerías pero la selección parece favorecer la calidad y el equilibrio entre clásicos contemporáneos, arte actual y vanguardias históricas. Numerosos coleccionistas latinoamericanos presentes ayer en la primera jornada para profesionales confirmaban que esta feria es "más seria, menos exhibicionista" y que el arte sigue siendo un valor refugio en tiempos de incertidumbre global. En atención a la geografía de las potencias emergentes, las compras se están haciendo en dólares en muchos casos.
Entre las 215 galerías de 29 países incluidas en el programa, que ocupa los pabellones 8 y 10 del recinto ferial, hay cuatro andaluzas: Rafael Ortiz y Alarcón Criado han llegado desde Sevilla y Alfredo Viñas y JM de Málaga. Guillermo Pérez Villalta, ataviado ayer con un largo abrigo de pieles y cada vez más cotizado, es el artista destacado por Rafael Ortiz, que ha producido con orfebres sevillanos una serie de esculturas suyas. Su obra también está presente en Soledad Lorenzo, que atrajo hasta su exquisito expositor, con trabajos de José María Sicilia, Soledad Sevilla o Juan Uslé, al director Pedro Almodóvar. El manchego confesaba ayer a la galerista, ante una pequeña escultura de Louise Bourgeois, a la que ha homenajeado en La piel que habito, que le "emociona tanto que al contemplarla siento ganas de llorar". Enfrente, Boris Izaguirre departía animadamente con Juana de Aizpuru, cuya galería sedujo al director del Museo Pompidou de París, que celebró su selección de artistas encabezada por Carmela García.
Para Carlos Urroz, el director de la 31 edición de Arco, "el arte es un derecho, no un lujo". Por ello, los más de 300 compradores internacionales que -como Norman Foster- acudieron ayer a Ifema, deben ser el anticipo de esa pasión coleccionista que Urroz quiere contagiar al público que visitará ARCO hasta el domingo y al que aguardan obras a partir de los 200 euros. Entre las piezas más demandadas sobresalen las del recientemente desaparecido Antoni Tàpies, de quien Soledad Lorenzo vendió ayer el magnífico Collage de la fusta y cuyos trabajos destacan también en salas como Leandro Navarro y Lelong.
La pintura ha regresado con fuerza a esta feria en detrimento del videoarte y las instalaciones. Entre las últimas, la favorita del público parece ser Carroña, de Javier Pérez. El artista bilbaíno presenta en la galería Carles Taché esta gran lámpara de cristal rojo picoteada por diez cuervos disecados que a muchos se le antoja una metáfora de la voracidad de los mercados y la fragilidad de las cosas hermosas. También ha despertado la atención la pieza Always Franco, de Eugenio Merino, que introduce una escultura del dictador en una nevera de refrescos.
Hay varias novedades en esta edición, como los programas comisariados Focus Países Bajos, con una selección de 14 galerías neerlandesas; Solo Projects: Focus Latinoamérica, que ofrece 23 proyectos seleccionados por seis comisarios de Brasil, Argentina, México, Costa Rica, Ecuador y Colombia, así como Solo Objects, que estructura las plazas mayores de la feria con piezas de gran formato, como la de Jaume Plensa, propuestas por las galerías.
Pero la iniciativa más llamativa es el Artista Destacado, que permite a cada sala proponer una presentación especial de uno de sus creadores. ARCO Madrid publica una guía con todos los reseñados, entre los que sobresalen nombres como Ai Weiwei en Ivory Press, Erwin Olaf en Espacio Mínimo, Mapplethorpe en Elvira González o Joseph Beuys en la galería alemana Heinz Holtmann. En la muy interesante oferta andaluza, los artistas destacados son, además de Pérez Villalta, los gaditanos MP & MP en Alfredo Viñas, Jorge Yeregui en Alarcón Criado y el sevillano Federico Guzmán en la malagueña JM. Otros artistas vinculados con Andalucía que despiertan gran interés en Madrid son Pedro G. Romero, destacado por Casa sin fin de Cáceres; Luis Gordillo, en la galería Maior y el recordado Manuel Rivera, granadino y fundador del grupo El Paso, cuya obra despierta la emoción y el recuerdo en la galería Leandro Navarro.
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