Patrimonio artístico de todos

Como explicaba Julio López Agudo, el tenor de A5 Vocal Ensemble, en sus bien escritas notas para el concierto, el quinteto sevillano se plantea en este programa una labor de recuperación patrimonial, que pronto llevará al disco: la de interpretar obras inauditas (no oídas) de uno de los más grandes compositores españoles de todos los tiempos, el maestro de capilla sevillano Francisco Guerrero. Es un punto de partida arriesgado, porque la natural aridez de la polifonía (suavizada, cierto, en el dulce Guerrero) se aumenta al ser obras de importancia menor e interpretadas sin descansos instrumentales ni gregorianos: densos motetes y números de misa, y esta vez sin siquiera aplausos intermedios del respetuoso público.

El conjunto resolvió el examen con solvencia, bien apoyado por el bajón preciso de Rueda y un órgano tal vez algo invasivo. Para ello contó con tres virtudes importantes en este difícil estilo musical: un impulso hacia adelante que impidió que, como tantas veces sucede, la polifonía muriera de inanición rítmica; un fraseo interesante de cada línea melódica, bien anclado al texto y sabiendo cuándo cada voz era importante o secundaria; y un notable equilibrio. Para esto último tenor y sopranos debieron controlarse y cantar a veces casi a media voz para surfear las agudísimas tesituras a las que los sometieron las claves altas escritas. Un alegre ‘Maria Magdalena’ a seis voces puso el broche final.