La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La tragedia de Valencia no es un "asunto doméstico"
Cultura
Muchos consideran 1982 el año en que España se lanzó a la modernidad. Siete años después de la muerte de Franco, el país encaraba 1982 como un año crucial. La organización en España del Mundial 82, con el mítico Naranjito como icono, fue un claro ejemplo de que el país estaba entrando en la modernidad de lleno, así como la primera visita a nuestro país de los Rolling Stones, que protagonizaron un concierto histórico bajo la lluvia.
Aquel año supuso muchas más cosas que cambiaron para siempre el concepto de quienes vivían en ese tiempo. La primera victoria de Felipe González y el PSOE en las elecciones generales que dieron paso a década y media de gobierno socialista supuso un antes y un después en la política española, pero también la moda, la música o la forma de pensar y de actuar revolucionó durante la década de los años 80, periodo de tiempo que no se entiende sin la mítica Movida Madrileña, movimiento contracultural que aún 40 años después se recuerda con nostalgia.
Se considera que el movimiento se precipitó tras el Concierto homenaje a Canito en 1980, en memoria de José Enrique Cano Leal, difunto batería de Tos (Los Secretos), que había muerto a consecuencia de un accidente de tráfico en la Nochevieja de 1979. En este concierto, organizado desde los micrófonos de Onda 2, participaron Tos, Mermelada, Nacha Pop, Paraíso, Alaska y los Pegamoides, Trastos, Mario Tenia y los Solitarios y Los Bólidos, todos ellos grupos de música que marcaron una época.
Sin embargo, otras personas sitúan el origen de la Movida Madrileña un poco más tarde, el 23 de mayo de 1981. Ese día, alumnos de la Universidad Politécnica de Madrid organizaron El Concierto de Primavera, un festival de más de 8 horas de duración y que concentró a más de 15.000 personas, según El Penta. Farenheit 451, Alaska y los Pegamoides, Flash Strato, Los Modelos, Tótem, Rubi y los Casinos, Mamá, Los Secretos y Nacha Pop fueron algunos de los artistas que participaron.
Aunque la movida nació en Madrid, sus influencias se extendieron por otras ciudades españolas como Barcelona, Bilbao, Valencia y Torremolinos (Málaga). El fenómeno coincidió con la despenalización de la homosexualidad, la venta de anticonceptivos, el resurgimiento del feminismo y el laicismo en la sociedad. También llegaron a las calles las drogas, que hizo sufrir a familias y provocó la muerte de artistas del mundo de la música, el cine y el teatro.
Los grupos de música que destacaron en la Movida se han convertido con el paso de los años en grupos de culto. Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides, Mecano, Radio Futura, Nacha Pop, Los Secretos, Mamá, Ejecutivos Agresivos, los Elegantes, Los Modelos, Danza Invisible, Tótem, La UVI, Aviador Dro, Los Bólidos, Los Nikis, Zoquillos, Zombies, Gabinete Caligari, Los Coyotes, Farenheit 415, Espasmódicos... La lista es larga.
En el cine, Pedro Almodóvar fue su máximo exponente con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980) y Laberinto de pasiones (1982), pero también Fernando Trueba con películas emblemáticas como Ópera prima (1980) e Iván Zulueta con su obra Arrebato.
Literatura, prensa, televisión, pintura, fotografía, moda, la influencia de la Movida alcanzó todos los ámbitos, e, incluso la política. El socialista Enrique Tierno Galván, fue uno de los alcaldes más singulares que ha tenido Madrid, y la prueba es que su sepelio en el cementerio de La Almudena en 1986 fue uno de los más multitudinarios que se recuerdan.
El socialista se convirtió en alcalde de Madrid en 1979 a los 61 años y fue reelegido en 1983. Dejó su sello en innovadoras iniciativas, entre otras derribar el Scalextric de Atocha, proyectar el Planetario con el parque que lleva su nombre, además de otras zonas verdes y bulevares, y sustituir chabolas en barrios obreros como Orcasitas, Móstoles o Vallecas por edificios de viviendas con jardines. También fue pionero en limitar el trafico del centro de Madrid. Pero, sobre todo, ha pasado a la historia como el alcalde la Movida.
Este viejo profesor se convirtió en el gran impulsor de la Movida, con la que supo conectar perfectamente. A los anales de la historia ha pasado la frase con la que inauguró en 1984 un festival musical en el Palacio de los Deportes: "Rockeros, el que no este colocado que se coloque...y al loro".
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