Así fue la única visita oficial de Isabel II de Inglaterra a España en 1988

Muere Isabel II

Un retrato de Isabel II cuando cumplió 94 años / EFE
R.D.

08 de septiembre 2022 - 19:43

70 años de reinado, el más longevo de la historia de Reino Unido, y una sola vez en España. Pese a su fama de viajera, que lo fue, la Reina Isabel II no se prodigó demasiado en territorio nacional. Aún así, ostenta el orgullo de ser la única Jefa de Estado que ha visitado España.

La visita oficial de Isabel II fue intensa por la cantidad de ciudades que visitó: Madrid, Barcelona, Sevilla y Mallorca. Era octubre de 1988 cuando la máxima autoridad de Reino Unido decidió conocer España con Felipe de Edimburgo como compañía.

La fama que le precedía entonces era de viajera. A las nuevas generaciones esto tampoco les extraña. Netflix, a través de la serie The Crown, se ha encargado de que se sepa cuánto usaba la Reina Isabel II sus aviones oficiales.

La ruta que siguió Isabel II por España

La ya desaparecida Reina Isabel II de Inglaterra aterrizó en octubre de 1988 en Madrid. Aquella fue una visita de cinco días que contó con el máximo despliegue de seguridad. Los anfitriones: el Rey Juan Carlos I y la Reina Sofía en una gran gala de honores en el Palacio Real. También habría oportunidad para otra cena con el entonces Príncipe Felipe como protagonista y sus hermanas las infantas, Elena y Cristina. Como ocurre en todas las recepciones de nivel, políticos y personalidades de todo tipo no quisieron perderse aquella ocasión especial.

Antes de seguir con sus siguientes citas en España, visitó el Monasterio del Escorial, según se puede comprobar en una crónica del periódico El País. Un espacio icónico con cierto morbo histórico. El monumento madrileño mandado a construir por Felipe II es un vestigio de los grandes días de la Corona española, cuyo archienemigo en aquella época era la Corona británica.

Después de eso, Isabel II quiso conocer algo de folclore y aterrizó en Sevilla buscando escuchar y ver algo de flamenco. Allí se encontró el espectáculo del ballet 'Albarizuela' de Jerez, que dio lo mejor que tenían en un escenario de ensueño que enamoró a Isabel II: los Reales Alcázares de Sevilla. La peculiaridad era que las que actuaron eran adolescentes. Los cronistas de entonces reparan en la frialdad de la Reina Isabel II a la hora de felicitarlas, en contraste con los monarcas españoles.

La siguiente parada fue Barcelona. La ciudad condal ya entonces se preparaba para los que fueron algunos de sus mejores años, los Juegos Olímpicos de 1992. El periódico País relata que lo que más sorprendió a la monarca fueron la mascota Cobi de Barcelona 92 y el arte de Picasso. La parte oficialista de la visita les llevó a la plaza Sant Jaume, a un encuentro oficial con el presidente de la Generalitat de ese momento, Jordi Pujol. Después de eso, tuvo lugar el contacto con Picasso, la pinacoteca del artista se sitúa en pleno barrio del Born, cuyas calles son muy estrechas. Ante la expectación causada en la población, se generaron grandes atascos.

El final del trayecto fue en el Britannia, el yate real británico. Desde la lujosa embarcación viajaron a Mallorca, donde ya Isabel II y Felipe de Edimburgo se entregaron al descanso y a la diversión.

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