Scholz mantiene el voto de confianza para enero pese a las demandas de la oposición

Alemania

El canciller alemán asegura que "el Gobierno hará su trabajo" y nombra a su asesor Jörg Kukies nuevo ministro de Finanzas

La coalición del Gobierno de Alemania se rompe y Scholz pedirá un voto de confianza en enero

El canciller alemán, Olaf Scholz, ofrece una rueda de prensa en Madrid. / CLEMENS BILAN (Efe)

Berlín/El canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró este jueves que mantendrá la fecha del próximo 15 de enero para someterse a un voto de confianza parlamentario pese a que el líder de la oposición, el democristiano Friedrich Merz, le ha instado a hacerlo de inmediato para dejar vía libre a unas elecciones anticipadas.

"El Gobierno ahora hará su trabajo y los ciudadanos y ciudadanas podrán decidir de nuevo cómo seguirá la cosa", dijo en un acto organizado por Telekom en Berlín, en declaraciones citadas por el diario Tagesspiegel.

Es su primera comparecencia pública tras anunciar la víspera la destitución de su ministro de Finanzas, el líder del Partido Liberal (FDP) Christian Lindner, y con ello la ruptura de la coalición de Gobierno de socialdemócratas, verdes y liberales a 10 meses de las elecciones previstas para octubre de 2025.

En ella, Scholz sugirió implícitamente que no cuenta con superar la cuestión de confianza, al no tener la mayoría parlamentaria, lo que conduciría a la convocatoria de elecciones anticipadas, que por una cuestión de plazos se celebrarían seguramente en marzo.

Además, el canciller aludió a las divergencias en política económica y presupuestaria que motivaron la crisis y reiteró su apuesta por aligerar el freno de la deuda para poder financiar al mismo tiempo las inversiones necesarias en Alemania y el apoyo a Ucrania.

El motivo por el que cesó a Lindner fue que éste estaba confrontando "la seguridad exterior y la interior", afirmó Scholz, que denunció que el líder liberal exigía recortar las pensiones, algo inasumible para él porque son "un valor protegido por la Constitución".

Este jueves, tras conocerse la noticia de la ruptura del Gobierno, el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz, instó a Scholz a someterse a un voto de confianza a más tardar la semana que viene, y no el 15 de enero.

En una comparecencia ante la prensa, Merz afirmó que "no hay ninguna razón para esperar a enero del año que viene para pedir un voto de confianza" y subrayó que la coalición de Gobierno, formada por socialdemócratas, verdes y liberales "ya no tiene mayoría" en la Cámara baja.

Jörg Kukies, un hombre de la absoluta confianza de Scholz y actualmente secretario de Estado en la Cancillería, asumirá la cartera de ministro de Finanzas. Este político, de 56 años, trabajó durante mucho tiempo para el banco de inversiones Goldman Sachs.

Kukies está considerado un importante asesor del canciller en cuestiones económicas y financieras y negocia en su nombre los documentos finales de las cumbres del G-7 y el G-20.

Según la primera cadena de televisión pública, ARD, el semanario Spiegel y otros medios germanos, la sucesión natural hubiera recaído en el vicecanciller y ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck, pero éste no ha querido asumir otra responsabilidad tan importante, cuando además está en el aire ahora la aprobación del presupuesto para 2025 y el presupuesto complementario para 2024.

Por su parte, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, instó este jueves a todos los líderes políticos a asumir su responsabilidad ante el enorme reto que supone ahora tener un Gobierno en minoría y, con casi total seguridad, unas elecciones generales anticipadas en marzo.

"No es el momento de tácticas y escaramuzas. Es el momento del sentido común y la responsabilidad. Espero de todos los responsables que estén a la altura de la magnitud de los retos", señaló el jefe de Estado en una breve comparecencia ante los medios.

Steinmeier recordó que en los 75 años de historia de la República Federal de Alemania, rara vez ha ocurrido que una coalición de Gobierno dejara de tener mayoría en el Bundestag antes del final de la legislatura, pero indicó que "no es el fin del mundo" y la Constitución germana incluye provisiones para estos casos, "es una crisis política que tenemos que dejar atrás y que dejaremos atrás".

Una herramienta frecuente

Cuatro cancilleres en la historia de Alemania se han sometido hasta ahora a cuestiones de confianza por parte del Bundestag (Cámara baja del Parlamento alemán), tres de ellos socialdemócratas.

El primero de ellos fue el Willy Brandt, que la perdió en 1972, lo que llevó a la disolución del Parlamento y a la convocatoria de elecciones anticipadas en las que su partido obtuvo con el 45,8% de los votos el mejor resultado de su historia y reeditó su coalición con los liberales.

Diez años más tarde, hizo lo mismo su correligionario Helmut Schmidt, también debido a divergencias con sus socios de liberales. En este caso, el Gobierno sobrevivió, pero sólo durante siete meses, para caer después a través de una moción de censura.

El cristianodemócrata Helmut Kohl, elegido jefe de Gobierno con los votos de conservadores y liberales, se sometió a un voto de confianza para poder refrendar su mandato con unas elecciones anticipadas, que ganó en marzo de 1983.

El socialdemócrata Gerhard Schröder recurrió a este mecanismo para lograr apoyos al envío de una misión a Afganistán en 2001, que sacó adelante, y, cuatro años después, para forzar elecciones anticipadas tras las protestas por sus reformas sociales y falta de apoyo a las mismas dentro de su propio partido.

Sin embargo, Schröder perdió ante los democristianos, liderados por Angela Merkel cuyo triunfo, sin embargo, no tuvo la dimensión que anunciaban la mayoría de las encuestas lo que llevó a que se formara una gran coalición con los socialdemócratas como socio minoritario.

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