Los rebeldes ponen precio a la cabeza de Gadafi

"Vivo o muerto". El Consejo Nacional de Transición (CNT) busca a Muamar Gadafi sea como sea, y ofrece amnistía social y una recompensa de alrededor de 1,3 millones de dólares para quien lo capture o lo mate. El mandatario continúa desafiando a las fuerzas insurgentes y, este miércoles, mandó dos mensajes de audio a través de los medios en los que pedía a quienes seguían guardándole lealtad que 'limpiasen' Trípoli de tropas rebeldes. Gadafi aseguraba que lucharía hasta el "martirio" y restaba importancia a la pérdida de Bab al Aziziya, su residencia capitalina.

Quien capture o mate a Gadafi obtendrá amnistía social o perdón "por cualquier crimen que haya cometido" y una recompensa de 2 millones de dinares libios (unos 1,3 millones de dólares) que ha ofrecido un empresario de Benghazi. Los rebeldes quieren al mandatario "vivo o muerto", según explicó este miércoles Mustafá Abdel Jalil, presidente del CNT, al diario italiano La Repubblica.

El dirigente afirmó que "la era de Gadafi ha terminado, aunque todo acabará cuando sea capturado y condenado por los crímenes que ha cometido". Los libios pretenden juzgarlo en su país antes de entregarlo al Tribunal Penal Internacional (TPI), que lo acusó en mayo de crímenes de guerra.

Abdel Hafiz Ghoga, portavoz del CNT, corroboró esta información: "Estamos decididos a capturar a Gadafi para juzgarle en Libia antes de que sea sometido a juicio en el TPI". De hecho, el rebelde está seguro de que el que fuese conocido como El Líder sigue en el país africano: "Si no está en Trípoli, podría haber escapado hacia el centro o el sur del país". Más allá de sus fronteras... "Es imposible".

Mahmoud Jibril, primer ministro del CNT, corroboró que Gadafi "ya no es el líder de Libia", sino "un fugitivo que debe ser arrestado lo antes posible". Según la BBC, el dirigente agregó que "lo importante" no es el paradero del mandatario, sino "cuándo será detenido". "Es sólo cuestión de tiempo", aseguró este miércoles.

Horas antes, Jibril había afirmado que la noticia de la falsa detención de Saif al Islam, el hijo con mayor trascendencia política de Gadafi, había beneficiado a los insurgentes, porque multiplicó las deserciones en las filas gubernamentales: "Muchos soldados se han rendido a los rebeldes".

El primer ministro recordó que, para la conformación del nuevo orden político y social, se necesitarán los fondos que la comunidad internacional congeló al régimen de Gadafi. De hecho, el mencionado país norteamericano continúa sus negociaciones con la ONU para efectuar el desbloqueo de los bienes. Los líderes del CNT confirmaron que el país africano celebrará elecciones legislativas y presidenciales dentro de ocho meses.

Gadafi promete luchar hasta el "martirio"

Los rebeldes aseguraban este miércoles que controlaban el 95 por ciento del territorio libio. A pesar de ello, Gadafi no se rendía. Es más, ese mismo día transmitió un mensaje por una radio local. La cadena Al Urubá recogió sus palabras, en las que prometía que lucharía hasta el "martirio" o la victoria contra la OTAN.

Según explicaba, la retirada de Bab al Aziziya, su residencia capitalina, había sido un "movimiento táctico" porque los bombardeos de la Alianza habían conseguido reducirla. En un segundo mensaje, el mandatario pedía a los ciudadanos de Trípoli que 'limpiasen' la ciudad de tropas rebeldes.

El audio se difundió a través del canal de televisión Al Rai: "Todos los libios deben estar presentes en Trípoli; jóvenes, hombres y mujeres de las tribus deben acudir a Trípoli y combatir a los traidores". El mensaje agregaba: "He salido discretamente a las calles de Trípoli, sin ser visto por la gente y (...) no parece que la ciudad esté en peligro". También una mujer que decía ser Aisha, hija de Gadafi, publicó su propio llamamiento en la televisión lealista Al Uruba: "Pido a los libios que estén unidos mano a mano contra la OTAN (...) Les digo a los libios que no teman a las fuerzas armadas. El Líder está en lo cierto".

Musa Ibrahim, portavoz gubernamental, aseguró a Al Urubá y Al Rai por vía telefónica que las fuerzas del mandatario podrían resistir a la ofensiva de los rebeldes durante "meses o años". En el momento de la conversación, revelaba que unos 12.000 voluntarios tribales se dirigían a Trípoli, lo que le llevaba a confiar en que ganarían la capital "en dos o tres días".

Como Gadafi, Ibrahim restaba importancia a la toma de Bab al Aziziya: "La abandonamos porque no había ningún valor militar o civil en permanecer allí. Excepto por la dignidad, ya no representa nada. Ahora es un montón de basura y piedras". El portavoz acusaba a los rebeldes de presentar a las potencias occidentales "una Libia destruida en bandeja de oro", para que sus multinacionales se encarguen de la reconstrucción.

"Quieren destruir Libia. De hecho, ya han destruido los servicios de electricidad, agua, las viviendas, los colegios... Quieren darles un trozo del pastel, pero no será un pastel, sino una bomba que les estallará en sus caras". Ibrahim anunciaba también la captura de cuatro cataríes de "alto rango" y de un emiratí.

Otro de los vástagos del antiguo Líder, el ex futbolista Saadi Gadafi, está tratando de ponerse en contacto con Estados Unidos y con el CNT para negociar un alto el fuego en la capital, según el reportero de CNN Nic Robertson. El periodista explicó que el deportista cree que tiene "autoridad" para establecer estos contactos y que pretende "evitar más derramamiento de sangre".

El reportero contactó con el joven a través de su correo electrónico. Según afirmó, los mensajes parecen ser auténticos, porque son similares a otra correspondencia anterior.