No queda nada en pie en Sirte
Los rebeldes controlan casi toda la ciudad natal de Gadafi después de un mes de violento asedio que ha provocado prácticamente la destrucción de la localidad.
Muamar el Gadafi soñaba con convertir a Sirte, su ciudad natal, en la capital de los Estados Unidos de África, pero ahora no quedan más que ruinas después de los bombardeos y la ofensiva de los combatientes del nuevo régimen, que el derrocado dictador libio llamaba "los perros".
Las calles están llenas de automóviles calcinados. Los edificios muestran las marcas de los cohetes y de las balas después de un mes del asedio que las fuerzas del Consejo Nacional de Transición (CNT) lanzaron contra los elementos fieles a Gadafi antes de avanzar conquistando una manzana tras otra.
Lufty al Amin, un combatiente del CNT nacido en Misrata dijo que antes había visitado Sirte muchas veces, pero que esta ciudad, próspera en otros tiempos, se había vuelto irreconocible.
"Todo ha sido destruido", dijo el miércoles, mientras él y sus compañeros se esforzaban por apoderarse de uno de los últimos focos controlados por los gadafistas en esa ciudad que antes del sitio tenía unos 100.000 habitantes."Fue su culpa. Si se hubiesen rendido, nosotros no hubiéramos hecho esto", dice este empleado de correos de 37 años.
La ciudad de Misrata fue devastada por un asedio de las fuerzas gadafistas que duró varios meses, después del levantamiento contra el ahora prófugo hombre fuerte de Libia, iniciado en febrero pasado.
Sin embargo, Misrata resistió, a pesar de la muerte de unos 1.400 de sus habitantes, y sus combatientes ayudaron más tarde a tomar Trípoli, la capital, antes de dirigirse a Sirte, para continuar su guerra allí.
Ayer mismo ellos y sus hombres procedentes de la ciudad de Bengasi, donde comenzó la sublevación el 17 de febrero, atravesaron la mayor parte de Sirte disparando sus armas al aire para celebrar su captura.
Recorrieron las calles de la ciudad en sus camiones pintados de negro con ametralladoras o cañones antiaéreos colocados en la parte trasera, orgullosos de la victoria que dejó docenas de muertos y cientos de heridos entre sus compañeros.
Algunas banderas verdes del régimen de Gadafi todavía ondeaban en los techos, pero rápidamente fueron reemplazadas por las banderas rojas, negras y verdes de la revolución.
Después de que tomara el poder, en 1969, el coronel Muamar el Gadafi transformó a esta aldea costera en una pequeña ciudad gracias a un masivo programa de obras públicas.
Fue en Sirte donde Gadafi llevó a cabo una reunión con líderes africanos en la que creó la Unión Africana. Después, el dictador presentó una propuesta para crear los llamados Estados Unidos de África con su ciudad natal como capital.
El núcleo del grandioso proyecto de Gadafi en Sirte era el Centro de Conferencias Uagadugu, un gigantesco edificio donde se celebraban las cumbres de jefes de Estado extranjeros.
Dicho centro fue blanco de fuertes bombardeos de los combatientes del CNT que después irrumpieron en el gran complejo destrozando los retratos del prófugo Gadafi y las banderas de su derrocado régimen.
Sirte ha sido totalmente devastada, desde el complejo palaciego de Gadafi -bombardeado por la OTAN- en el suroeste, hasta la autopista frente al mar llena de escombros, bordeada por edificios de apartamentos perforados por el fuego de la artillería.
"No hicimos esto por venganza. Sólo queríamos detenerlos y ser libres", dice Al Amin.
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