Una protesta 'pacífica' acaba desvastando un barrio de Londres
Los disturbios, que partieron de una marcha contra la muerte de un joven a manos de la Policía, han dejado 26 agentes heridos, 48 arrestos, saqueos y coches y edificios incendiados.
La Policía patrulla las calles del norte de Londres tras los graves disturbios y enfrentamientos vividos de madrugada, en los que 26 agentes y tres civiles resultaron heridos y se practicaron 48 detenciones, según un portavoz de Scotland Yard.
El barrio londinense de Tottenham amaneció devastado después de que decenas de personas quemasen edificios y vehículos y saqueasen comercios durante una marcha en protesta por la muerte de un joven por disparos de un agente. El portavoz de Scotland Yard, comandante Adrian Hanstock, aseguró que la marcha pacífica de anoche para protestar por la muerte de un joven por disparos del policía fue "secuestrada" por un pequeño grupo de "vándalos descerebrados", para dar paso a un escenario de violencia desproporcionada.
Una pequeña manifestación, secundada en un principio por unas 120 personas, pretendía exigir "justicia" por la muerte, el jueves, en ese barrio, de Mark Duggan, un joven de 29 años que tenía cuatro hijos. Duggan se encontraba en un taxi cuando murió en un incidente en el que un agente resultó herido y cuyas circunstancias están siendo investigadas por una comisión independiente.
La pequeña manifestación dio paso paulatinamente a una auténtica zona de guerra con lanzamiento de cócteles molotov y quema de edificios y vehículos, entre ellos coches patrulla, una furgoneta policial y un autobús de dos plantas. Al avanzar la noche, algunos manifestantes, muchos cubiertos con pasamontañas, quemaron un supermercado y una tienda de alfombras y saquearon comercios, cuyos escaparates destrozaron para sustraer televisores, teléfonos móviles o prendas de ropa que se llevaron en carritos de supermercado o maletas.
Los Servicios de bomberos informaron de que recibieron un total de 264 llamadas de emergencia y que se produjeron 49 incendios en el deprimido barrio. Los autores de los destrozos, en su mayoría adolescentes, extendieron su radio de acción hacia el norte y el oeste de la zona, especialmente a Wood Green, y recurrieron a cubos de basura para formar barricadas y dificultar el paso de los coches policiales a las calles cuyos locales estaban destrozando.
Vecinos de la zona se pasean "consternados" y en estado de shock por un suceso que ha dejado a personas sin hogar al haber quedado sus viviendas destrozadas. Las calles de Tottenham siguen acordonadas y continúan vigentes los desvíos del tráfico mientras un portavoz de Scotland Yard hacía un llamamiento a la comunidad para que proporcione información que permita llevar ante la justicia a los responsables del caos. Las 48 detenciones practicadas son por desorden con violencia, allanamiento de morada y robo, según Scotland Yard.
Con el primer ministro británico, David Cameron, de vacaciones en la Toscana italiana, un portavoz de Downing Street calificó de "totalmente inaceptable" lo sucedido y enfatizó que "no hay ninguna justificación para las agresiones que sufrieron la policía y la población, ni para los daños materiales ocasionados". También la ministra de Interior, Theresa May, aseguró que "no se tolerará ese desprecio por la seguridad pública y por la propiedad", mientras que el alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, se mostraba "consternado".
Por su parte, el diputado por esa circunscripción David Lammy (laborista) hacía un llamamiento a la calma para una comunidad "cuyo corazón está destrozado", con el fin de evitar conflictos como los sucedidos en el pasado en esa deprimida área de la ciudad. Lammy aludía a otro sonado incidente ocurrido en esa misma zona hace 26 años, cuando en 1985 otro policía murió por múltiples heridas de machete a manos de un grupo de personas y unos 250 agentes resultaron heridos.
Ahora la Comisión Independiente de Quejas a la Policía (IPPC) lleva a cabo una investigación sobre la muerte de Duggan, quien supuestamente iba armado con una pistola cuando murió, aunque el portavoz de Scotland Yard calificó su fallecimiento de "lamentable".
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