La clase política de EEUU ve insuficiente el ataque de Trump

occidente interviene en siria | repercusiones del bombardeo en el mundo

El régimen de Al Asad mantiene la capacidad de usar armas químicas en el futuro pese a la incursión

Washington impone nuevas sanciones a Rusia relacionadas con el conflicto

Los reyes de Bahréin y de Jordania,, Hamad bin Isa Al Khalifa, y Abdalá II, llegan ayer a la cumbre de la Liga Árabe en Arabia Saudí.
Los reyes de Bahréin y de Jordania,, Hamad bin Isa Al Khalifa, y Abdalá II, llegan ayer a la cumbre de la Liga Árabe en Arabia Saudí. / Efe
R. Salido (Efe)

16 de abril 2018 - 02:37

Washington/La clase política estadounidense reaccionó ayer al ataque ejecutado el pasado viernes de madrugada contra Siria y aunque en general los miembros de la Administración aprueban la operación, algunos consideran que fue insuficiente puesto que no evita el uso de armas químicas en el futuro.

"El ataque fue proporcional y justificado, pero no tenemos una estrategia global y profunda para Siria", dijo ayer la senadora republicana Susan Collins en una entrevista a la cadena ABC News. Collins, que forma parte del Comité de Inteligencia del Senado, reconoció que la situación en Siria es "un asunto difícil", pero defendió la necesidad de encontrar una solución a largo plazo para impedir que el régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, pueda volver a usar armas químicas, tal y como ha hecho "en 15 ocasiones", según dijo.

En similar sentido se expresó la también senadora republicana Joni Ernst en declaraciones a la NBC al sostener que Estados Unidos debe asegurarse de que Al Asad, al que tildó de "criminal de guerra", no vuelve a recurrir a las armas químicas. "Me satisface que diéramos este paso, pero ahora tenemos que hablar sobre qué hacer en el futuro", agregó Ernst en referencia a la ofensiva ejecutada el pasado viernes por Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra Siria en respuesta al ataque, el pasado 7 de abril, presuntamente efectuado con armas químicas por el régimen sirio contra la población rebelde de Duma, en el que murieron decenas de personas.

Incluso desde el Pentágono reconocieron el sábado, que el lanzamiento de 105 misiles a tres centros presuntamente vinculados al programa de armas químicas de Al Asad, "cercena" la posibilidad de nuevos ataques ilegales por parte del "régimen" pero no garantiza que se puedan volver a producir.

En el ataque a Duma las personas fallecidas presentaban síntomas de haber sido expuestas a "agentes tóxicos", según señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS). A pesar de que los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) aún no han podido realizar una investigación sobre el terreno, fuentes de la Administración estadounidense dijeron estar seguros de que fue Al Asad quien ordenó el ataque, en el que presuntamente se emplearon gas cloro y gas sarín.

La mayoría de representantes del Gobierno consultados en la habitual ronda de entrevistas de los domingos, coincidieron en la necesidad de actuar contra Al Asad y se congratularon por que la respuesta de la Casa Blanca no haya sido unilateral, sino coordinada con dos aliados tan importantes como París y Londres.

Sin embargo, el hecho de que el presidente de EEUU, Donald Trump, haya dicho que el ataque se puede interpretar como una "misión cumplida" y de que ordenara la ofensiva contra un Gobierno extranjero sin someterse a la aprobación del Congreso ha levantado ciertas críticas por parte de los medios y de la clase política.

"El presidente tiene que venir al Congreso a hablar del asunto", sostuvo Ernst, quien añadió que si bien está de acuerdo con el ataque aéreo del pasado viernes, se siente "incómoda" ante la posibilidad de que EEUU pueda aumentar su presencia en Siria, que actualmente ronda los 2.000 militares.

La legislación establece que antes de ordenar una intervención militar en otro país, el Gobierno debe obtener del Congreso una "autorización para el uso de la fuerza militar". A pesar de que el Pentágono cuenta con esta autorización para actuar en Siria, numerosas voces señalan que este permiso se limita a la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico y consideran, por lo tanto, que Trump debería haber obtenido un nuevo permiso antes de actuar contra las fuerzas de Al Asad.

Mientras tanto, la relación con Rusia sigue empeorando. La embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, adelantó ayer que su país impondrá nuevas sanciones económicas a Moscú relacionadas con el conflicto sirio. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, concretará hoy las medidas, pero Haley avanzó que serán sancionadas empresas que fabriquen productos relacionados con el presidente sirio o con el uso de armas químicas.

La Liga Árabe pasa de puntillas sobre la intervención

Los países de la Liga Árabe celebraron ayer su XXIX cumbre en Arabia Saudí que siguió el guión establecido, y en la que los líderes árabes se limitaron a reiterar su apoyo a los palestinos y a condenar de nuevo la injerencia de Irán en la región de Oriente Medio, pasando de puntillas por el bombardeo del sábado. Los oradores principales en la sesión inaugural, los reyes de Jordania, Abdalá II, de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, no hicieron mención al ataque de las potencias occidentales. Abulgueit, que no citó la ofensiva tripartita, sí afirmó que las intervenciones extranjeras han "complicado" la crisis de Siria, a la vez que responsabilizó al Gobierno sirio de lo que ocurre en el país. Al Sisi manifestó su "preocupación por lo que ocurre en Siria", sin aludir de forma expresa a los ataques de las potencias occidentales. Al mismo tiempo, condenó el uso de armas prohibidas internacionalmente y demandó una "investigación internacional transparente" acerca del supuesto ataque químico atribuido por las potencias occidentales al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad. El líder egipcio también subrayó que Siria es un "territorio árabe" y consideró que "no es aceptable" que las negociaciones de paz se cimenten en bases "no árabes". El rey Abdalá II de Jordania se limitó a pedir una solución política para la crisis, mientras que el monarca saudí, Salman bin Abdelaziz, no habló de Siria en su discurso. Por su parte, la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, que también intervino en la cumbre, condenó el empleo de armas químicas por parte de las fuerzas leales al presidente sirio.

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