El peligro de ser subsahariano en Libia

Rebeldes apuntan a un hombre al que acusan de ser un mercenario.
Rebeldes apuntan a un hombre al que acusan de ser un mercenario.
Stephane Barbier (Afp) / Dakar

04 de marzo 2011 - 05:03

La vida de miles de africanos oriundos de países subsaharianos residentes en Libia se trastornó con la sublevación popular contra Gadafi y ahora deben permanecer escondidos, sin recursos, amenazados por los insurgentes que los consideran "mercenarios" pagados por el régimen.

Atraídos por Eldorado que suponía Libia, uno de los mayores productores de petróleo y gas del mundo, estos africanos llegaron por oleadas para estudiar y trabajar -legalmente o no- como obreros o trabajadores manuales.

Su número preciso es difícil de evaluar, pero se cuentan por centenares de miles procedentes de toda el África subsahariana. Los más numerosos vienen de países vecinos: 300.000 de Chad, 50.000 de Nigeria y 10.000 de Mauritania.

Pese al discurso muy panafricano de Gadafi, que se proclama rey de reyes de África, preconizando los "Estados Unidos de África", estos subsaharianos son con frecuencia víctimas de agresiones racistas.

La actual insurrección ha agravado su situación, según algunos testimonios: se dicen amenazados a causa de informaciones sobre la presencia de "mercenarios negros" pagados por Gadafi para reprimir a los insurgentes.

Según el portavoz de la Liga libia de derechos humanos, Ali Zeida, "hay 25.000 mercenarios en Libia", algunos que todavía no fueron desplegados, "dirigidos por dos generales chadianos a las órdenes del embajador de Chad en Libia, Dausa Deby, hermano del presidente". Zeida estimó en 3.000 su número en Trípoli, más otros 3.000 en su entorno, oriundos de Chad, Níger, Mali, Zimbabue o Liberia.

El Hadj Abubacar, habitante de Niamey, tiene tres hijos en Trípoli: "dicen que tan pronto un negro aparece en las zonas controladas por los insurgentes, es tomado por un mercenario a sueldo de Gadafi y lo matan". "No podemos salir de los cuartos, no hay nada que comer, hay una terrible escasez de víveres, la gente sólo come arroz blanco hervido", afirma Bubacar Guzaye, otro nigerino.

Mustafa Kadi, presidente del Colectivo de Organizaciones Nigerinas de Defensa de los Derechos Humanos juzga la situación de los nigerinos en Libia "catastrófica". "Incluso los testigos de ejecuciones sumarias son sistemáticamente eliminados. Los nigerinos quieren salir de Libia porque la situación se ha vuelto peligrosa para los negros".

La presencia de mercenarios fue desmentida por varios gobiernos. Sin embargo, concejales del norte de Mali han afirmado que centenares de jóvenes tuaregs malienses y nigerinos, entre ellos ex rebeldes, fueron reclutados por Gadafi.

Ante la alarmante situación de sus ciudadanos en Libia, varios países decidieron organizar repatriaciones, hasta ahora limitadas.

Las organizaciones internacionales temen un masivo éxodo de refugiados africanos que podrían intentar huir por sus propios medios de la violencia en Libia.

stats