Un paso más en la 'primavera árabe'
la muerte del tirano libio
Las revueltas que vienen sacudiendo el sur del Mediterráneo y Oriente Próximo desde diciembre del año pasado han conseguido 'tumbar' a tres dictadores, aunque otros tres siguen aferrándose al poder.
La llamada primavera árabe ha visto el derrocamiento del egipcio Hosni Mubarak, el tunecino Ben Ali y el libio Muamar el Gadafi, mientras los gobernantes de Siria, Bashar al Asad; Yemen, Abdala Saleh; y Bahrein, Hamed ben Isa al Jalifa, se aferran al poder
Las revueltas populares, que comenzaron el pasado diciembre en la ribera sur del Mediterráneo, han puesto fin a los regímenes de algunos de los mandatarios más longevos de la región, como Gadafi.
Túnez
Ben Ali, ex presidente de Túnez, abandonó el poder el 14 de enero de 2011 tras una revuelta popular que arrancó el 17 de diciembre.
La espita que incendió el país fue la decisión de un joven licenciado que trabajaba de vendedor ambulante de suicidarse prendiéndose fuego en protesta por su precaria situación y la prepotencia de las autoridades.
Ben Ali logró huir a Arabia Saudí junto a su segunda esposa, Leila Trabelsi, y el 15 de febrero de 2011 sufrió un accidente cerebrovascular que le dejó temporalmente en coma.
En abril, la Justicia tunecina abrió 18 procesos judiciales contra él y su familia y pidió su extradición. Ha sido juzgado en rebeldía por tres causas y condenado a penas que suman 66 años y seis meses de cárcel por delitos de posesión ilegal de armas y estupefacientes, malversación de fondos públicos y corrupción inmobiliaria.
El domingo, Túnez celebra elecciones generales multipartidistas libres tras 24 años de tiranía.
EGIPTO
El 11 de febrero de 2011, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, renunció a la Presidencia tras 18 días de disturbios en el país.
Un tribunal congeló sus bienes y le prohibió salir de Egipto, ahora gobernado por una Junta Militar presidida por el que fue dos décadas su titular de Defensa, Mohamed Husein Tantawi.
En abril fue hospitalizado por una crisis cardiaca y desde entonces aparece en camilla.
En agosto comenzó un juicio contra él, sus hijos Alaa y Gamal y el ex titular del Interior Habib el Adli, todos ellos acusados de asesinato premeditado e intento de homicidio de manifestantes durante las protestas.
Las protestas populares contra el régimen de Mubarak, en medio de la crisis económica y una gran división en la elite política y militar, encontraron en el empeño de Mubarak en colocar como sucesor a Gamal, uno de los catalizadores de la revuelta, que supo también aprovechar las nuevas tecnologías.
SIRIA
Bashar al Asad, jefe del Estado de Siria y secretario general del Partido único Baaz, ascendió al poder en el año 2000 tras la muerte de su padre, Hafez el Asad
Al principio, su ascensión al poder llegó acompañada por la esperanza de una reforma económica, política y social que una década después se ha evaporado.
En la actualidad, él y su familia dirigen la represión más sangrienta en toda la región al tiempo que denuncia supuestas conspiraciones internacionales.
Hasta el momento, el Consejo de Seguridad de la ONU no ha atendido el requerimiento de sanciones que piden algunos estados miembros, que han decidido aplicarlas unilateralmente, ya que en su seno hay países como Rusia y China que se oponen a ello.
La actitud del régimen y la crudeza de la represión, que ha causado la muerte a casi 3.000 personas -según cifras de la ONU- desde que las protestas estallaran a mediados de marzo, ha ocasionado también deserciones militares.
YEMEN
Ali Abdala Saleh, militar de carrera, en el poder desde 1978 cuando gobernaba Yemen del Sur y era un país dividido, mantuvo el cargo tras la reunificación en 1990 y amagó con ofertas de renunciar al poder que no se han materializado.
A estas protestas se unió a finales de febrero el líder de la influyente tribu Hashid, Husein Abdala al Ahmar, antiguo aliado de Saleh.
El mandatario regresó en septiembre por sorpresa a Yemen, tras permanecer convaleciente en Arabia Saudí más de tres meses después de sufrir heridas graves en un atentado en la mezquita del palacio de Sanaa. Durante los meses en lo que estuvo ausente cedió el poder provisionalmente a su vicepresidente, Abdarabu Mansur Hadi.
BAHREIN
El rey bahreiní, Hamed ben Isa al Jalifa, se mantiene al frente del país pese a las protestas de miles de ciudadanos en demanda de reformas democráticas, que comenzaron el 14 de febrero y en las que han muerto más de una veintena de personas y miles más han resultado heridas o detenidas.
Las ONG han denunciado que en la represión y enjuiciamientos posteriores han sido represaliados incluso los médicos y sanitarios que atendieron a los heridos en la plaza de la Perla. Igualmente han denunciado el apoyo militar saudí y la venta de armas estadounidenses.
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