La justicia declara prescrito el cargo de corrupción judicial contra Berlusconi
Caso Mills
El Tribunal de Milán declara prescrito el cargo contra el ex primer ministro italiano por el 'caso Mills' por lo que desestima la petición de la Fiscalía de una condena de cinco años de cárcel.
El Tribunal de Milán declaró este sábado prescrito el cargo por corrupción en acto judicial del que estaba acusado el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi por el caso Mills, uno de los cuatro procesos que el político y empresario tiene en la Corte milanesa.
En una comparecencia retransmitida en directo por televisión, las tres juezas encargadas del juicio Mills anunciaron, en ausencia del ex primer ministro, su veredicto por el caso, en el que se ha desestimado la petición de la Fiscalía de Milán de una condena de cinco años de cárcel para Berlusconi.
Las juezas indicaron que no "había lugar a proceder" contra Berlusconi puesto que se considera prescrito el cargo que se le imputaba al exjefe del gobierno italiano, un fallo que tampoco terminó de convencer a los abogados de Berlusconi, quienes pedían además la absolución.
La decisión llegó después de que las magistradas Francesca Vitale, Antonella Lai y Caterina Interlandi se retiraran a deliberar a puerta cerrada poco después del mediodía de este sábado tras escuchar el alegato final pronunciado por los abogados de Berlusconi, Piero Longo y Niccoló Ghedini.
En ese alegato final, en el que no estuvo presente Berlusconi, Longo pidió la absolución de su defendido porque, dijo, el hecho del que se le acusa "no existe" y porque además falta "la prueba de la participación moral o material" del ex primer ministro en la cuestión.
El caso Mills, llamado así por el letrado británico David Mills, juzga el supuesto pago de unos 600.000 dólares por parte de Berlusconi al abogado a cambio de su testimonio favorable en dos juicios en los que resultó absuelto el ex primer ministro en los años 90 del pasado siglo.
El juicio, que comenzó en marzo de 2007 con el propio Mills también como imputado, tuvo que ser dividido en dos procesos paralelos en 2008 debido a que una ley de inmunidad, el ya invalidado "Laudo Alfano", permitió que quedara suspendido el caso contra Berlusconi, entonces jefe de Gobierno.
El juicio contra Mills continuó de modo normal y el abogado británico fue condenado a 4 años y 6 meses de cárcel por corrupción en acto judicial en primera y segunda instancia en 2009, pero el Tribunal Supremo italiano declaró prescrito el delito en 2010 (justo hoy hace dos años).
La prescripción era la gran incógnita de este juicio, pues los abogados de Berlusconi consideraban que se cumplió el pasado 3 de febrero y la Fiscalía que no lo haría hasta mayo próximo, toda vez que el plazo para que prescriba el delito cometido es mayor que en el caso de Mills por las suspensiones del juicio al ex primer ministro con motivo de las distintas leyes de inmunidad.
Tras conocerse el fallo de las juezas, el fiscal de Milán que había llevado el caso, Fabio de Pasquale, respondió con un "es inútil comentar" a los periodistas que le pedían una valoración.
En todo este tiempo, Berlusconi ha asegurado que no recuerda haber conocido a Mills porque era uno de los muchos abogados que el grupo Fininvest (de su propiedad) tenía en el extranjero, y que los 600.000 dólares corresponden al pago en dinero negro al letrado por parte de un armador italiano para eludir al fisco británico.
Durante el juicio, ese armador, Diego Attanasio, negó todos los argumentos esgrimidos por la defensa de Berlusconi y afirmó que el dinero que recibió Mills no era suyo.
El exjefe de Gobierno italiano tiene pendientes ante el Tribunal de Milán también el juicio Ruby (incitación a la prostitución de menores y abuso de poder), el Mediaset (fraude fiscal), así como el caso Unipol (participación en la revelación de secreto profesional).
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