Joe Biden cede a las presiones y abandona la carrera a la presidencia de EEUU
El presidente estadounidense comunica a través de una carta que toma la decisión por el interés de su partido y del país
¿Quién será el candidato demócrata tras la renuncia de Biden?
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió ceder a las presiones internas y abandonar la carrera a la reelección y apoyar a la vicepresidenta, Kamala Harris, de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. “Ha sido el mayor honor de mi vida ser su presidente. Y si bien mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”, apuntó el mandatario de 81 años a través de una carta a la nación publicada a través de su perfil de X.
Biden cede de esta manera a las presiones de su propio partido después de su mediocre actuación en el primer debate de la carrera a la Casa Blanca contra Donald Trump. Decenas de legisladores y senadores le habían pedido en los últimos días que se hiciera a un lado y diera el testigo a las nuevas generaciones del partido por su avanzada edad. especialmente trascendente fueron las llegadas en boca del ex presidente Barack Obama (Biden fue vicepresidente durante sus dos legislaturas) y de la portavoz del Partido Demócrata y presidenta del Congreso, Nancy Pelosi.
Aunque en la carta inicialmente no pidió el voto para Harris, unos minutos después publicó un mensaje en la red social X: “Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo”, apuntó. Su primera decisión como candidato en 2020 fue elegir a Harris como vicepresidenta, relató, y esta ha sido “la mejor decisión que he tomado”.
En denominado endorsement es especialmente importante. De haber confirmado su intencion de optar a la reelección, la Convención Demócrata que tendrá lugar entre los próximos 19 y 22 de agosto, debería haber apoyado de manera unánime a Biden, por ser el candidato que consiguió los votos en las primarias. Ahora, ese endorsement obliga, al menos en teoría, a esos delegados que le manifestaron su apoyo, a respaldar a Harris, aunque el escenario es inédito, ya que quedan liberados de esa obligación.
El presidente, que está aislado en su domicilio de Delaware recuperándose favorablemente de la covid, según el último informe médico, explicó que en los próximos días se dirigirá a la nación para explicar los detalles de su decisión. “Por ahora, permítanme expresar mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que han trabajado tan duro para verme reelegido” y “al pueblo estadounidense por la fe y la confianza que han depositado en mí”, afirmó Biden.
En la misiva sí agradeció a Harris “por ser una socia extraordinaria en todo este trabajo” y afirmó que en los últimos tres años y medio se han logrado “grandes avances como nación”.
“Sé que nada de esto se habría podido hacer sin ustedes, el pueblo estadounidense. Juntos, superamos una pandemia única en un siglo y la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Hemos protegido y preservado nuestra democracia. Y hemos revitalizado y fortalecido nuestras alianzas en todo el mundo”, afirmó.
La primera dama, Jill Biden, uno de los últimos bastiones que le quedaban para sostener la idea de volver a presentarse, reaccionó a la carta publicada en X con corazones, mientras que varios demócratas influyentes reaccionaron positivamente a la decisión del presidente y expresaron la necesidad de derrotar a Trump en noviembre.
El desastre del debate
El pasado 27 de junio: Biden y Trump se dieron cita en Atlanta para el primer debate televisado de este ciclo electoral. Biden, quien se preparó durante casi una semana para el debate, aparece con la voz ronca, lento, cansado y con dificultad para concluir algunas frases. Al día siguiente, Biden reaparece en un evento de campaña en Carolina del Norte, donde asegura que está capacitado y planea ganar las elecciones en noviembre.
Las encuestas tras ese debate, comienzan a dejar entrever la imposibilidad de que Biden puede volver a derrotar a Trump, lo que enciende todas las alarmas entre los demócratas. El presidente deja entrever en una entrevista celebrada el pasado día 6 que la única posibilidad de abandonar de la carrera será que “el Señor Todopoderoso” se lo pidiera.
Grandes donantes demócratas amenazan con congelar fondos, entre ellos el actor George Clooneque pide la salida de Biden, 10 de julio: En una columna de opinión, el actor insinúa un deterioro mental y físico del presidente: “La única batalla que (Biden) no puede ganar es la lucha contra el tiempo. Ninguno de nosotros puede”.
El presidente tuvo también un par de lapsus durante la cumbre de la OTAN en Washington, cuando llamó “presidente Putin” al líder ucraniano, Volodímir Zelenski y confundió a Kamala Harris con Donald Trump.
Este mismo jueves, Obama dijo a sus círculos cercanos que Biden debería “reconsiderar seriamente” el futuro de su candidatura. Un día después, una veintena de congresistas demócratas se unieron a las peticiones de la que fuera su presidenta, Nancy Pelosi y pidieron su renuncia. Este fin de semana, reunido en su casa de Delaware con su círculo más íntimo, terminó por convencerse definitivamente.
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