La intentona golpista deja 290 muertos y una gran purga judicial y militar

En el golpe han muerto al menos 104 militares golpistas mientras que otros 2.839 militares han sido detenidos. 2.745 jueces han sido destituidos. Erdogan pide a EEUU extraditar al predicador turco exiliado Fethullah Gülen.

Foto: EFE
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16 de julio 2016 - 10:54

El fallido golpe de Estado del pasado viernes en Turquía ha causado la muerte de al menos 290 personas, informó este domingo el Ministerio de Exteriores turco en una nota enviada a los corresponsales extranjeros acreditados en el país. "Más de 100 conspiradores golpistas murieron. Las operaciones continúan. Desafortunadamente, más de 190 de nuestros ciudadanos hallaron la muerte", señala la nota.

Hasta ahora, el balance oficial de muertos era de 161 entre civiles, policías y soldados leales al Gobierno, mientras que el número de golpistas fallecidos oscilaba entre 20 y 104, según la fuente. El comunicado señala que hay más de 1.400 heridos y que más de 6.000 personas "han sido detenidos hasta ahora en operaciones contra el grupo terrorista", en referencia a los golpistas. "El intento de golpe fue realizado, de manera obvia, por la Organización Terrorista Fethullah Gülen (FETÖ)", asegura la nota, utilizando el término con el que la Fiscalía describe desde el año pasado a la red de seguidores del predicador islamista Fethullah, exiliado en Estados Unidos.

Gülen, antiguo aliado del Gobierno turco convertido luego en adversario, y a cuyos seguidores no se les han conocido hasta ahora discursos ni actos violentos, ha negado toda implicación en la asonada. "El golpe fallido es el más reciente acto criminal que revela el peligro que supone la FETÖ", señala el comunicado de Exteriores, que destaca el papel de los ciudadanos, pero también el "rol clave" de los medios de comunicación a la hora de abortar el golpe.

El Gobierno turco dio este sábado por fracasado el intento de golpe de Estado protagonizado la noche de este viernes por parte del Ejército. El primer ministro del país, Binali Yildirim, aseguró este sábado que la situación vuelve a estar bajo control. Según la agencia estatal de noticias Anadolu, las operaciones para detener a los soldados golpistas en el cuartel general del Ejército en Ankara concluyeron. El jefe de los sevicios secretos (MIT), Hakan Fidan, declaró que la operación contra los golpistas concluyó en líneas generales aunque advirtió que algunas operaciones aisladas continuarán durante unas horas.

Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha hecho este sábado un llamamiento público a Estados Unidos para que este país entregue a Ankara al predicador Fethullah Gülen, de 75 años, dirigente de una cofradía a la que el Gobierno turco atribuye la responsabilidad del golpe militar abortado esta madrugada. "Que nos entreguen al personaje de Pensilvania", clamó Erdogan en referencia a Gülen durante una comparecencia ante miles de sus seguidores en una céntrica plaza de Estambul. Horas antes, también Binali Yildirim había señalado que un país que acoge al "líder del Estado paralelo", nombre con la que las autoridades turcas se refieren a la cofradía que encabeza Gülem, no puede ser un amigo de Turquía.

Desde su primera comparecencia pública tras el golpe, Erdogan ha atribuido la responsabilidad de la asonada a las redes de Gülen, pese a que no constan amplias simpatías por el predicador en las Fuerzas Armadas turcas, de tradición laica. Gülen ha negado toda implicación y ha condenado el golpe, mientras que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha instado este sábado a Turquía que presente pruebas de su vinculación.

104 golpistas muertos y 2.839 detenidos

Entre los fallecidos hay 161 civiles o miembros de las fuerzas de seguridad fieles al Gobierno, informó Yildirim. Además murieron 104 golpistas, según círculos gubernamentales. Hasta el momento fueron detenidos 2.839 golpistas pertenecientes a las Fuerzas Armadas y fueron apartados de sus puestos cinco generales y 29 coroneles. Según el presidente, Recep Tayyip Erdogan, los golpistas son una minoría de las Fuerzas Armadas, seguidores del predicador Fethullah Gülen, que vive exiliado en Estados Unidos. Éste, sin embargo, condenó el golpe. "Los gobiernos deben ser ganados a través de un proceso de elecciones libres y justas, no a la fuerza", dijo. El predicador, que está considerado terrorista en Turquía, fue cercano a Erdogan pero ambos se distanciaron en 2013.

Por otro lado, según Anadolu fueron destituidos 2.745 jueces del país y 10 miembros del Consejo Estatal de Ankara fueron arrestados, acusados de apoyar el golpe de Estado. Por el momento no está claro si los detenidos son jueces o fiscales. El Consejo Estatal es uno de los más altos tribunales del país. Recientemente el Parlamento turco aprobó una controvertida reforma constitucional que atañe a dos de los más altos tribunales del país, el Consejo Estatal y el Tribunal de Casación. La normativa prevé que se reduzca el número de miembros de ambas cortes. Los críticos a Erdogan lo acusan de querer controlar cada vez más al Poder Judicial.

Tras una noche caótica con bombardeos aéreos, bloqueos militares y enfrentamientos, Erdogan, se mostró seguro de la derrota del golpe. "Turquía no será gobernada por el Ejército", dijo el mandatario, que anunció una "limpieza absoluta" de la institución y aseguró que los responsables "pagarán un precio muy alto por su traición".

Durante la asonada se produjeron combates y fuertes explosiones en varios lugares, como Estambul y la capital, Ankara. El edificio del Parlamento, situado en Ankara, resultó fuertemente dañado por ataques aéreos de los golpistas. Según informaciones de CNN Türk hubo combates entre la Policía y el Ejército y este último disparó contra los primeros. Algunos testigos hablaron de tanques en las calles de la capital. El primer ministro Yildirim ordenó durante la noche al Ejército que disparase contra los aviones tomados por los sublevados.

Tanto el partido de Erdogan, el conservador islámico AKP, como los otros tres opositores representados en el Parlamento -CHP, MHP y el kurdo HDP- se posicionaron en contra del intento de golpe. El AKP ha ganado todas las elecciones en Turquía desde 2002. Erdogan es un importante aunque controvertido socio de la Unión Europea en la crisis de los refugiados. El mandatario avanzó en los últimos tiempos hacia un sistema fuertemente presidencialista centrado en su persona.

Durante la noche los acontecimientos se precipitaron en el segundo mayor país de la OTAN. A última hora del viernes parte de las Fuerzas Armadas turcas iniciaron un intento de derrocamiento contra Erdogan que, según afirmaron, tenía entre sus objetivos restablecer el orden constitucional, la democracia y los derechos humanos. El Ejército turco se considera garante de la Constitución secular y en las últimas décadas dio varios golpes contra gobiernos civiles.

En un primer momento se dijo que que los golpistas habían tomado el poder. El Palacio Presidencial lo negó y aseguró que Erdogan no fue derrocado. "Un grupo dentro de las Fuerzas Armadas, fuera de la estructura de comando, intentó un golpe contra el Gobierno elegido democráticamente", se indicó.

Erdogan llamó al pueblo a unirse contra los golpistas y muchos de sus seguidores le siguieron. En el barrio Tophane de Estambul decenas de detractores del golpe salieron a las calles. Según informó un reportero de dpa esta mañana, la multitud gritaba: "¡Alá es grande!". Según las imágenes mostradas por CNN Internacional y la BBC, las multitudes salieron a las calles agitando banderas turcas.

La comunidad internacional condenó de forma unánime el intento de golpe en Turquía. El presidente estadounidense, Barack Obama, fue informado por su Consejo Nacional de Seguridad sobre la situación y la Casa Blanca dijo que "todas las partes en Turquía debían apoyar al gobierno democráticamente elegido, mostrar moderación y evitar cualquier tipo de violencia o derramamiento de sangre". También la jefa de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, pidió "calma y moderación" y el respeto a "las instituciones democráticas de Turquía".

"Nos interesa que los acontecimientos en Turquía terminen de forma legítima lo más rápido posible y que el país vuelva a la estabilidad, la previsibilidad y la legalidad", dijo por su parte el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Desde Grecia, vecina de Turquía, el primer ministro Alexis Tsipras aseguró el apoyo de su país al Gobierno turco. También Irán, otro vecino del país, condenó el intento de golpe y mostró su apoyo "al Gobierno democráticamente elegido por el pueblo turco", según informó el portavoz de su Consejo de Seguridad. "Condeno firmemente todos los intentos de alterar el orden democrático en Turquía a través de la violencia", afirmó desde Berlín el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, que llamó a todos los actores implicados a respetar la Constitución y las instituciones democráticas. "Turquía fue objeto de un de un acto violento contra su orden constitucional, algo que Francia condena en los más duros términos", dijo por su parte el ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault. "El pueblo turco mostró gran madurez y su valor, al defender el respeto de las instituciones" y pagó por ello con numerosas víctimas, añadió.

El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, manifestó también su apoyo a la democracia en Turquía: "España apoya el orden constitucional democrático en Turquía, país amigo y aliado", escribió en Twitter.

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