55 fallecidos en una nueva tragedia en el Mediterráneo

Roma/Un total de 55 cadáveres fueron recuperados y más de 2.800 personas rescatadas en diversas operaciones de salvamento desplegadas en el Mediterráneo, mientras navegaban en embarcaciones que habían salido mayoritariamente desde Libia con destino Italia. La Guardia Costera italiana informó de estas cifras en un comunicado. Los cuerpos iban hacinados en las bodegas del pesquero en el que viajaban junto con otras 439 personas que fueron salvadas y que habían partido con la intención de alcanzar Europa a través de Italia.

Según las primeras hipótesis, los fallecidos habrían muerto por asfixia y por inhalar los gases nocivos que emitían los motores de la embarcación. Se trata de una tragedia similar a la ocurrida el pasado 15 de agosto cuando fueron encontrados otros 49 cadáveres también en la bodega de un pesquero a pocas millas de las costas de Libia. Las bodegas son los sitios que las mafias y los traficantes de personas reservan a quienes quieren atravesar el Mediterráneo en busca de una vida mejor pero que no disponen de dinero suficiente para asegurarse un puesto en cubierta, según supervivientes. Los pasajes para alcanzar el Viejo Continente varían, pero pueden rondar entre los 1.200 dólares (1.097 euros) y 1.800 dólares (1.646 euros) por persona, dijeron las mismas fuentes.

En esta ocasión ha sido la nave suecaPoseidón, que ya había rescatado previamente a otras 130 personas, la que ha efectuado las labores de rescate del barco protagonista del último drama en el Mediterráneo. Al comenzar a socorrer a los inmigrantes que iban a bordo fue cuando vieron que había 51 cuerpos sin vida.

Además, también la Guardia Costera italiana ha recuperado a otros cuatro cadáveres en dos operaciones diferentes. En una primera, la nave Fiorillo auxilió a 112 personas que iban a bordo de una embarcación en la que también se halló un cadáver, del que no se han detallado las causas del fallecimiento. Tampoco se conocen las razones de la muerte de otras tres mujeres que fueron encontradas en otra barcaza en la que los guardacostas italianos asistieron a otros 120 inmigrantes.

Paralelamente, otro mercante auxilió a otros 225 inmigrantes y una unidad irlandesa, incluida en el dispositivo Tritón -de la agencia europea Frontex (Agencia de Control de Fronteras Exteriores)-, puso a salvo a 551 personas. En las operaciones en el mar también ha participado la organización Médicos Sin Fronteras (MSF). Según confirmó una fuente de MSF, la nave Bourbon Argos ha prestado socorro solo este miércoles a 500 personas, mientras que la nave Phoenix, operada por la organización con sede en Malta Migrant Offshore Aid Station y que cuenta a bordo con un equipo de MSF, ha puesto a salvo a otras 400 personas. Esta última operación se desarrolló de forma conjunta con otra nave de los guardacostas italianos, quienes subieron a bordo de su embarcación a cerca de 150 personas más. Finalmente, las dos últimas operaciones en el Mediterráneo se saldaron con el socorro de 132 personas por parte de la guardia costera italiana y de otras 103 por parte de la Marina Militar italiana.

La crisis migratoria que afronta Europa es un problema que sigue alcanzado proporciones dramáticas, pues solo en el último fin de semana fueron salvadas 4.700 personas. Personas que posteriormente son trasladadas a Italia, pero que cuyo destino final no es el país transalpino sino proseguir su viaje hacia lugares como Francia o Alemania. Precisamente un grupo de 218 inmigrantes llegó al puerto siciliano de Catania junto con el cadáver de un sudanés que falleció a causa de la diabetes agravada por las difíciles condiciones del viaje, informó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Las condiciones atroces en las que viajan estas personas han sido denunciadas en diversas ocasiones por ACNUR y también por organizaciones como MSF o Save The Children. La portavoz en Sicilia de Save The Children, Giovanna di Benedetto, lamentó los abusos y maltratos de todo tipo que sufren estas personas antes y durante la travesía por el mar. Además, criticó que en muchas ocasiones los traficantes de personas obligan a estos inmigrantes a viajar durante todo el trayecto en las bodegas y que si quieren salir al exterior y respirar aire, deben pagar una cantidad que se les exige en ese momento. Al menos 2.373 inmigrantes han muerto en lo que va de año en el intento de alcanzar las costas europeas, mientras que el año pasado por estas fechas habían fallecido 2.081, según los últimos datos publicados el martes por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).