Cuando un día es demasiado
Los grandes medios informativos tradicionales pierden terreno frente a las nuevas redes sociales de internet a la hora de influir en el resultado electoral
El candidato liberal-demócrata, Nick Clegg, gran revelación de unos reñidos comicios generales británicos en los que no tenía opciones reales de ganar, es el claro vencedor de dos elecciones virtuales celebradas en la red social Facebook. Aunque su partido sólo obtenía el 26% de la intención de voto según el promedio de los sondeos preelectorales, Nick Clegg lograba un 42% de los sufragios en el sondeo Facebook realizado del 1 al 3 de mayo entre 450.000 internautas.
Y es que después de decenios, todo parece apuntar que los legendarios periódicos del magnate Rupert Murdoch, The Sun y The Times, no tendrán la fuerza necesaria para decidir el resultado.
¿Pueden los medios de comunicación de hoy en día decidir quién será el ganador de unas elecciones generales? Ignacio Zuasnabar, director del área de opinión pública de equipos Mori en América Latina, afirma que "los medios no tienen ningún poder de influencia". Las intenciones de voto se miden por otros factores más arraigados como el género, el grupo social, los valores familiares... Pero los medios de comunicación no son capaces de poner un voto determinado en manos de los electores. Sin embargo, la pregunta no ha sido si los tradicionales medios del Reino Unido pueden o no influir en el resultado, sino si las nuevas redes sociales como Facebook, Twitter o Youtube tienen más fuerza que las tradicionales líneas editoriales.
Como es tradicional los grandes periódicos anglosajones han tomado partido por un candidato. La mayoría ha apostado por los conservadores o los liberales, y tan sólo un solo medio, The Sunday Mirror, se ha volcado en apoyo de los laboristas. El Financial Times fue el periódico que más tardó en decantarse por brindar su apoyo a los conservadores, junto con el Daily Telegraph y el Daily Mail. Por el contrario, The Sun fue el primero en anunciar su apoyo a Cameron en septiembre del año pasado. La gran sorpresa ha sido que The Guardian, ho haya brindado su apoyo a los laboristas, sino que se inclinó por el liberal-demócrata Nick Clegg, mientras que The Independent suspiraba por una anhelada coalición entre liberal-demócratas y laboristas, algo que nunca ha ocurrido. La indecisión de los periódicos ha dado alas a la aparición de otros actores como Facebook, Twitter y Youtube.
Barack Obama revolucionó la era de las tradicionales campañas presidenciales usando estas herramientas en 2008. El Reino Unido tiene 24 millones de usuarios en Facebook.
Richard Allan, director de Facebook y diputado liberal-demócrata en un distrito de Sheffield, dice que la campaña del 2010 es la primera en la que los líderes políticos han mostrado su interés hacia la nuevas tecnologías: "Históricamente, Internet ha sido el perro que nunca ladró en las elecciones". David Cameron y Nick Clegg tienen páginas personales en Facebook, Brown no. Pero todos los partidos han utilizado las redes sociales utilizando la estrategia del target, es decir, delimitando un blanco.
Tal como señala Benjamin Cohen, periodista de Channel 4.com especializado en nuevas tecnologías, "la publicidad de los partidos políticos en Facebook es muy especifica", y es que la nueva herramienta permite dirigirse a los votantes por edad, sexo, hobbies, etnia, gustos culturales, lugar de procedencia....es como el ojo que todo lo ve. De esta manera, los partidos políticos dirigen sus mensajes a usuarios determinados en lugar de a una amplia masa de lectores como se ha hecho tradicionalmente. Lo que importa es llegar al individuo, dar con el blanco, y de esta manera se pueden ganar votos.
Harold Wilson, ex primer ministro laborista, dijo en una ocasión que "una semana es mucho tiempo en política". Las miles de actualizaciones que Facebook recibe cada segundo, al igual que Twitter, frente a la simple actualización diaria que los periódicos ofrecen con un día de retraso, demuestran que, hoy, un día es mucho tiempo en política.
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