El coste de vida, prioridad del electorado israelí
Elecciones anticipadas
Israel celebra sus quintas elecciones generales desde 2019
Jerusalén/Las quintas elecciones generales israelíes desde 2019 no presentan grandes novedades en las listas de candidatos, alianzas y proyecciones, pero sí cuentan con un nuevo actor protagónico entre las prioridades del electorado: el elevado coste de vida, agravado por el incesante aumento de precios.
En uno de los años más sangrientos del conflicto con los palestinos, con el líder en las encuestas enjuiciado por corrupción y ante la posibilidad de que la derecha más extrema se convierta en tercera fuerza política, lo que más preocupa a los votantes israelíes de cara a las elecciones generales de este martes es su bolsillo.
Israel es el séptimo país más caro del mundo -por delante de Japón, Singapur, Hong Kong, Canadá o Dinamarca-, según la base de datos global Numbeo sobre coste de vida; y un informe del Instituto para la Democracia de Israel (IDI) indicó el mes pasado que los precios aquí son un 40% más caros que en la zona euro y un 17% más que en EEUU.
Otro sondeo reciente, también del IDI, reflejó que las propuestas de los partidos para hacer frente al elevado coste de vida es en estos comicios el factor más influyente para el 44% del electorado a la hora de decidir su voto. Le siguen la identidad del líder de cada partido (24%), la postura de la formación en asuntos de religión y Estado (14%) o su posicionamiento respecto a cuestiones de seguridad y política exterior (11%).
Resultados similares arrojó esta semana un estudio del periódico más leído del país, Israel Hayom, que indicó que el coste de vida es la preocupación central del 49% de los votantes.
El país registra la mayor inflación en más de una década (5,2% de inflación interanual en julio) y el costo de la vivienda -que ya estaba entre los más elevados del planeta- no para de aumentar.
Las últimas cifras de la Oficina Central de Estadísticas revelan un aumento del 19% en el precio de la vivienda en lo que va de año, después de que la plataforma británica Compare the Market posicionara Israel como el segundo país más caro del mundo para comprar una propiedad en relación a los ingresos económicos de la población.
"El coste de vida se ha convertido en una cuestión central en Israel durante el último año, sobre todo por la crisis económica global, la guerra en Ucrania y la inflación", explica a Efe el analista político Amir Oren, que destaca además que cuestiones económicas y sociales ganan prominencia en el debate político israelí en momentos en los que el conflicto con los palestinos queda fuera de foco.
Si bien los principales partidos políticos han repetido muchos de sus lemas habituales sobre ideología, seguridad y religión, la creciente preocupación social por los precios se ha visto reflejada en agresivas campañas en torno a la economía de casi todas las formaciones.
El ex primer ministro Benjamin Netanyahu ha repetido como un mantra su promesa de reducir impuestos y ofrecer escolaridad gratuita hasta los tres años, de cara a unos comicios que espera le permitan recuperar el poder junto a sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos.
El actual mandatario y líder del bloque anti-Netanyahu, el centrista Yair Lapid, ha prometido reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, aumentar la competencia en un mercado marcado por la presencia de grandes monopolios y reducir los aranceles para la importación, entre otras propuestas.
"Para mí el aumento del coste de vida es algo muy importante, soy un hombre casado, con 2 hijos y no consigo comprar un apartamento ni llego a la cantidad mínima para la hipoteca", dice a Efe Eran Eliav, veterinario de 42 años que vive en Jerusalén. "Es un factor decisivo, no sólo para mí sino para mucha gente, que como yo entra al supermercado y se lo piensa dos veces antes de comprar cada producto", asegura.
Algunos votantes, sin embargo, creen que los políticos están aprovechando la preocupación general sobre el tema para enarbolar promesas de campaña vacías.
"El alza de precios es muy importante pero no siento que los partidos propongan soluciones reales, lo que más les importa es la ideología y atacarse unos a otros. Para mí no es tan decisivo a la hora de votar", reconoce Chen, estudiante de 26 años.
Para el experto en opinión pública israelí Mitchell Barak, que asesoró a múltiples jefes de Estado, el coste de vida ha ganado prominencia en el debate público y es importante para la población, pero no será el factor que incline la balanza y desbloquee la parálisis política que vive el país desde hace cuatro años.
"Aquí la gente sigue votando en base a cuestiones de seguridad y de ideología: si son de derechas se enfocan más en el terrorismo y si son de izquierdas en la paz", apunta Barak sobre la poca relevancia que la economía y el empleo han tenido históricamente en las elecciones israelíes.
"La gente busca un líder, alguien que tome decisiones, y por eso a Netanyahu le va siempre tan bien", concluye.
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