Un comentario antiisraelí acaba con la corresponsal decana en la Casa Blanca
Helen Thomas, que durante 50 años ha informado sobre los presidentes de EEUU, se retira tras las críticas recibidas por afirmar que los judíos "debían irse cuanto antes de Palestina".
La decana de los corresponsales de la Casa Blanca, Helen Thomas, de 89 años, anunció su retirada, por la puerta pequeña y de un modo bien diferente a como le hubiera gustado, tras el escándalo que generaron sus comentarios antiisraelíes. En un comunicado distribuido por el grupo de comunicación Hearst, del que Thomas era columnista desde hace diez años, se indica que la periodista ha dimitido con efecto inmediato.
El anuncio se produce a raíz de la tormenta desatada por las declaraciones de Thomas, conocida por sus punzantes preguntas en las ruedas de prensa de la Casa Blanca y quien el pasado 27 de mayo afirmó en un vídeo a la página de internet Rabbilive.com que los judíos debían "irse cuanto antes de Palestina". En esas declaraciones, que salieron a la luz la semana pasada, Thomas -de origen libanés- instaba también a los israelíes a "volver a casa", a Alemania, Polonia o Estados Unidos.
Las palabras de Thomas generaron un vendaval de condenas, que fue cobrando fuerza a lo largo del fin de semana y al que este lunes se sumó la propia Casa Blanca. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, consideró las declaraciones de la periodista "ofensivas y reprochables" y afirmó que Thomas debía presentar disculpas.
El fin de semana la ex candidata republicana a la vicepresidencia de EEUU Sarah Palin acusó de una "indecencia desorbitada" a la periodista, que durante medio siglo ha cubierto informativamente a todos los presidentes de EEUU, primero con la agencia United Press International (UPI) y después con Hearst. A lo largo del fin de semana arreciaron también las peticiones en internet para que los corresponsales de la Casa Blanca tomaran medidas contra la columnista.
Ante el aluvión de críticas, la propia Thomas pidió disculpas a través de su página web, en la que escribió que lamenta "profundamente los comentarios que hice acerca de los israelíes y los palestinos". Ese comentario, indica, "no refleja mi creencia de corazón de que la paz llegará a Oriente Próximo sólo cuando todas las partes reconozcan la necesidad del respeto mutuo y la tolerancia. Ojalá ese día llegue pronto". La disculpa, como quedó de manifiesto, no fue suficiente. Una escuela donde debía pronunciar un discurso de graduación en el norte de Washington anunció que reemplazaría a Thomas.
Gibbs la criticó públicamente. Y la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca se plantea retirarle su puesto de honor en la sala de prensa, la silla central en la primera fila. Esta asociación emitió un comunicado en el que califica los comentarios de la periodista como "indefendibles". "Muchos en nuestra profesión que hemos conocido a Helen durante años nos hemos entristecido por sus comentarios, especialmente desafortunados a la luz de su papel como pionera en la cobertura de la Casa Blanca", añade el comunicado. Thomas ya no acudió a la rueda de prensa diaria del lunes. Como es habitual cuando ella no está, en deferencia a su prestigio, su asiento se encontraba vacío, pese a que en las sesiones informativas de la Casa Blanca siempre hay más reporteros que sillas. Pocos minutos después, la columnista anunció repentinamente su retirada.
Los planes para celebrar por todo lo alto en la Casa Blanca su cumpleaños y sus cincuenta años en la cobertura presidencial, el próximo 4 de agosto, quedan ahora en entredicho. Pero la mancha con la que abandona no oscurece sus logros como reportera. Nacida en 1920, su carrera periodística se extendió durante 57 años, de los que 50 los dedicó a la Casa Blanca, donde cubrió a los diez presidentes desde la Administración Eisenhower. Fue la primera mujer miembro -y presidenta- de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca y la primera directiva femenina del Club Nacional de Prensa. Ha escrito cinco libros sobre su cobertura de la Casa Blanca, sus opiniones sobre el periodismo y sobre cómo debería gobernar un presidente. Su última pregunta a un presidente fue el día 27 -el día que hizo sus declaraciones antiisraelíes- cuando le preguntó a Barack Obama, en puro estilo Helen Thomas, cuándo EEUU "va a salir de Afganistán".
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