La otra cara de Al Qaeda
El supuesto fanatismo religioso de Ben Laden y sus seguidores es sólo un instrumento para movilizar a las masas iletradas.
Ocho años han pasado del 11 de septiembre de 2001. Después de las trágicas imágenes de las Torres Gemelas de Nueva York hundiéndose dramáticamente ante los ojos de los telespectadores de todo el mundo, Al Qaeda continúa en activo. El pasado 17 de julio el terrorismo internacional, con la firma de la Yemaa Islamiya, golpeó en Yakarta (Indonesia), país que junto a Turquía configuran el modelo más moderado del mundo musulmán, la puerta que en un futuro unirá a Oriente con Occidente.
Y es que la táctica de Al Qaeda ya no es tanto conseguir un gran número de muertos, algo cada vez más difícil ante la multiplicación de las medidas de seguridad, sino mantener el miedo de manera sistemática y programada utilizando los medios de comunicación para publicitar sus atentados. El 11-S en 2001, Bali en 2002, el 11-M en 2004, el 7-J de 2005 en Londres, atentados en Indonesia, Filipinas, la India, Pakistán...
Si el 11-S devoró las pantallas de millones de televisores mostrando las muertes que dieron origen al nacimiento de un nuevo monstruo, ahora, ocho años después, es hora de apartar las imágenes de las víctimas e intentar entender qué es lo que se oculta realmente detrás del grupo terrorista La Base.
Al Qaeda alude a la yihad como obligación de todos los creyentes de contribuir al sometimiento de los infieles, incluso por la fuerza. Pero se trata de una interpretación forzada en beneficio de sus propios intereses ya que en el Corán yihad significa literalmente esforzarse, luchar, y constituye -para algunos- el sexto pilar del islam. El desarrollo de una doctrina de la yihad es posterior a la muerte del profeta Mahoma. Durante su vida, éste no compuso ningún tratado al respecto. Serán los ulemas quienes se encargarán de realizar un ordenamiento jurídico. A partir del siglo VIII, Sufyan al Thawri, elaborará los primeros tratados, abriendo la puerta a la " Ijtihad, o esfuerzo en la interpretación de la ley".
Sin embargo, el islam en ningún momento apoya ni exige la violencia ilegítima, ni el Corán propugna ni aprueba el terrorismo. Una interpretación de este tipo de la yihad no es más que una lectura fuera de contexto del momento sociopolítico en que fueron revelados los textos sagrados. En etapas de persecuciones, Mahoma reveló que la violencia "les está permitida a quienes son atacados, porque han sido tratados injustamente o expulsados de sus hogares por haber dicho Nuestro señor es Dios".
G. Filoramo afirma en su libro Historia de las religiones que la yihad como obligación permanente de la comunidad sólo acabará cuando el mundo se convierta en territorio del islam o de la paz (dar al Islam), es decir, cuando todos los hombres hayan aceptado la fe en Dios y en su enviado Mahoma. "El objetivo de la yihad no es exclusivamente la expansión del imperio islámico, sino la difusión de la palabra de Dios, y, en contra de algunos movimientos tradicionalistas y radicales que aún defienden la aplicación de la fuerza en este impulso misionero, la mayoría de escuelas y juristas destacan el carácter pacífico de la yihad".
Como asegura Gustavo de Arístegui, para el derecho islámico hay cuatro tipos legítimos de yihad, y son los que se libran contra los infieles, apóstatas, rebeldes o bandidos. Sólo en los dos primeros casos se puede declarar legal y legítimamente una yihad, cumpliendo con ciertos requisitos de proporcionalidad, en caso de suponer una amenaza para la umma, la comunidad de los creyentes, así como para ampliarla -de donde se inspira Ben Laden-, llevando el mensaje de la revelación al mayor número de personas.
Retórica
A esta vertiente belicosa de la guerra santa se le otorga prácticamente todo el protagonismo como así sucede con los conocidos como versos de la guerra que promulgan la matanza de infieles y que son utilizados de forma selectiva por los extremistas para desarrollar una teología del odio en un intento de legitimar la guerra, sin poner de relieve de la misma manera aquellos otros preceptos que llaman a la paz y a la tolerancia.
Tanto Osama ben Laden como otras formaciones radicales y terroristas han distorsionado el islam y rebatido las bases del derecho a la hora de promulgar fatuas (opiniones legales) con la intención de legitimar su guerra e instar a realizar ataques contra civiles. El periodista experto en terrorismo Peter Bergen asegura que Al Qaeda es diferente de otras organizaciones al ser su objetivo "combatir a los infieles y establecer un gobierno islámico en todo el mundo".
Enrique Gil Calvo, profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, da otra interpretación a la yihad que también es apoyada por el experto Oliver Roy. Gil Calvo se refiere a la "guerra santa" como medio para conseguir determinados fines políticos, ya que según él, el triunfo de una revolución sólo es posible si existen redes comunitarias fuertemente cohesionadas por un cemento moral capaz de fusionarlas. "Tratando de ampliar su base de movilización, los empresarios políticos del radicalismo panárabe decidieron recurrir a la religión como el más eficaz instrumento de lucha política, por ser el único capaz de ser entendido por las masas iletradas a fin de movilizarlas. Pero, a pesar de su retórica, para los yihadistas la religión no es un fin, sino un medio al servicio de objetivos políticos, consistentes en hacer no la guerra santa contra el infiel, sino el equivalente de lo que sería una revolución burguesa contra las oligarquías exportadoras que sirven al colonialismo occidental". En su interpretación, Gil concluye que se debe advertir que la causa del terror yihadista no es teológica ni cultural, sino política, pues se origina en la espuria alianza entre el colonialismo occidental y los regímenes oligárquicos que bloquean el desarrollo de los países árabes".
Algunas claves
La Yihad - Dos versiones para una misma realidad
De su sentido general de ser la obligación de todos los musulmanes de seguir y cumplir la voluntad de Dios, en los últimos años se ha fortalecido la visión guerrera de la yihad como la necesidad de promover la expansión islámica por todo el mundo y, en especial, combatir la presencia de los infieles en los lugares sagrados.
Conversiones - Los pueblos creyentes en el libro sagrado
Numerosos autores coinciden en que el inicio de la expansión del islam y sus primeras conquistas territorales no iban acompañados de la imposición de convertirse a la nueva fe, especialmente en el caso de cristianos y judíos, pueblos que estaban protegidos por tratarse de gentes que creían en un sólo Dios verdadero.
Asesinatos masivos - Un concepto prohibido en el Corán
A pesar de la profusa utilización de mártires que se inmolan en actos terroristas, en el Corán está totalmente prohibido el asesinato masivo de personas especialmente si tal acción alcanza principalmente a ancianos, mujeres y niños.
Martirio - Interpretaciones para todos los gustos
La literatura musulmana que interpreta las palabras y los hechos de Mahoma recoge un buen número de testimonios sobre las recompensas que se reservan a aquellos que mueren por el islam. No tendrán que pasar por el purgatorio, estarán en lo más alto de la vida celestial, serán recibidos por doce vírgenes etc. La interpretación literal de esta buenaventura abre la puerta a los extremistas.
La red terrorista monopoliza los atentados en Iraq
La red Al Qaeda es la responsable de "la mayoría" de los violentos atentados en Iraq desde fines de junio, fecha en que las tropas estadounidenses se retiraron de las ciudades iraquíes, afirmó el jueves el general Charles Jacoby, número dos de los militares en el país."Desde el 30 de junio, estimo que la mayoría de los atentados espectaculares a los que asistimos son responsabilidad de Al Qaeda", declaró durante una teleconferencia con el Pentágono
"Eligen los lugares públicos donde los civiles viven su vida cotidiana. Hacen esto para incitar a la violencia confesional, y para desacreditar a las fuerzas iraquíes", ahora encargadas de la seguridad de las zonas urbanas, explicó el general. "Pensamos que Al Qaeda sigue siendo un gran problema. Está muy debilitada con respecto a los años precedentes. Pero todavía es capaz de lanzar estos atentados espectaculares que nos preocupan", agregó. Según él, la red Al Qaeda en Iraq "continuará desafiando a las fuerzas de seguridad iraquíes" en un futuro próximo. "Pero pienso que las fuerzas iraquíes son capaces de hacer frente al desafío", dijo. Agosto fue el mes más sangriento en Iraq, lo que significa un gran desafío para el primer ministro Nuri al Maliki de cara a las elecciones de enero.
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