La austeridad de Merkel también es castigada en Alemania

La debacle de la CDU y el triunfo de socialdemócratas y verdes enviaron el mensaje de que la población está cansada de la letanía del "hay que recortar".

María Laura Aráoz (Dpa)

14 de mayo 2012 - 17:04

Berlín/"Una derrota amarga y dolorosa", admitió la canciller alemana, Angela Merkel, ante el derrumbe histórico sufrido el domingo por sus democristianos en los comicios en un estado clave en Alemania. La debacle de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel, con el peor resultado de su historia en Renania del Norte-Westfalia, y el triunfo de socialdemócratas y verdes enviaron el mensaje de que la población está cansada de la letanía del "hay que recortar".

Renania del Norte-Westfalia, con casi 18 millones de habitantes, es el estado más poblado del país y una especie de Alemania en miniatura. Y también es el land más endeudado. En este estado se forjó en base al acero y al carbón el bienestar de la República Federal, el llamado milagro económico. Pero con los años quedó rezagado frente a las ascendentes regiones del sur y sus municipios están más empobrecidos que muchos en el antiguo este comunista.

La primera ministra socialdemócrata Hannelore Kraft y su gobierno de minoría con Los Verdes heredaron hace dos años un estado con un gasto desbordado, pero no lograron reducir la carga sustancialmente. Es más, Kraft tuvo que adelantar los comicios después de que el Parlamento regional negara el aval a un presupuesto que contemplaba nuevas deudas de 4.000 millones de euros. El mensaje de que "hay que ahorrar" y "cuidado con llegar a una situación como la de Grecia" que propagó el candidato de Merkel, el ministro alemán de Medio Ambiente y gran perdedor del domingo, Norbert Röttgen, cayó en saco roto en una región de tradición obrera.

Merkel, sin embargo, se resistió a esta lectura de la jornada electoral e insistió en su receta para afrontar la crisis que asola gran parte del continente. "Esto no afecta la labor en Europa (...) No hay contradicción entre una política de gasto sólida y crecimiento". "La crisis griega no surgió por el hecho de que se ahorró demasiado, sino porque el déficit público se hizo cada vez mayor", repitió como un mantra. Merkel sigue gozando de una autoridad indiscutida en el partido y a nivel nacional, pero todavía falta para la gran cita de septiembre de 2013. Antes tiene dos oportunidades de recuperar terreno: el 20 de enero en Baja Sajonia, donde las encuestas ven peligrar la coalición de CDU y Liberales, y el 26 de mayo en las comunales de Schleswig-Holstein.

Por lo pronto, este mismo podrá dejar atrás la amargura y recuperar su papel favorito de canciller de todos los alemanes cuando reciba por primera vez al flamante presidente francés, el socialista François Hollande, ganador de las elecciones en el país vecino con una promesa de menor austeridad y más crecimiento.

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