La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Guerra en Ucrania
Moscú · Kiev/El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó este martes el frente en la región de Donetsk, el punto más caliente de la guerra y a poco más de 420 kilómetros de la región rusa de Belgorod, atacado el lunes por saboteadores rusos que Rusia aseguró haber eliminado en una operación antiterrorista.
El mandatario ucraniano viajó este martes a la línea de defensa cercana a las ciudades orientales de Vuhledar y Mariinka, al suroeste de la capital regional, Donetsk, controlada por las fuerzas rusas desde 2014.
Mariinka, donde en la última jornada se han registrado "numerosos ataques enemigos", forma junto con Bajmut el epicentro de los combates en esta región.
Zelenski condecoró a los soldados que luchan en este frente, entre ellos dos mujeres, y anunció la decisión de aumentar de forma significativa el potencial de los marines ucranianos con la creación del Cuerpo de Marines.
"El Estado hará todo lo posible para desarrollar una rama de tropas importante y fuerte, al proporcionar a nuestra infantería armas y equipos modernos y crear nuevas brigadas de la Infantería de Marina ucraniana", recalcó el presidente.
A unos 125 kilómetros de Marriinka se encuentra la ciudad de Bajmut, que Rusia dio por tomada el fin de semana pasado y donde, según el Estado Mayor General de Ucrania, "el enemigo continúa operaciones ofensivas" y "la lucha por la ciudad prosigue".
Allí, según la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Malyar, las tropas ucranianas controlan el suroeste de la ciudad, además de los flancos norte y sur, y el número de bombardeos es constantemente alto, pero en la urbe misma "las acciones ofensivas han disminuido un poco".
El líder interino impuesto por Rusia en Donetsk, Denis Pushilin, viajó este martes a Bajmut, desde donde habló en un vídeo colgado en su canal de Telegram de la restauración de la ciudad y del desminado.
Sostuvo que la restauración de los servicios civiles en la urbe, totalmente destruida en los nueve meses y medio de combates, es posible "como demuestra la experiencia de Mariupol", la ciudad más devastada hasta la batalla por Bajmut.
Mucho más al norte, en Rusia, los ciudadanos y el Kremlin intentaban recuperarse del ataque de saboteadores que tuvo lugar el lunes en la región fronteriza de Belgorod y que provocó la evacuación de civiles de nueve localidades, según el gobernador, Viacheslav Gladkov.
El Kremlin no pudo ocultar su "profunda preocupación" por la incursión de partisanos rusos que combaten del lado de Ucrania en territorio ruso, la segunda desde la de marzo en Briansk, pero con más equipos como vehículos blindados.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, insistió en que se trata de "combatientes ucranianos", pese a que el ataque fue reivindicado por el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad para Rusia.
Pese a reconocer Moscú que este nuevo golpe a la seguridad de Rusia requiere "grandes esfuerzos" para evitar incursiones similares en el futuro, el presidente ruso, Vladimir Putin, no ha convocado un Consejo de Seguridad extraordinario como sí hizo en marzo, sino que por ahora mantiene la reunión ordinaria del viernes.
El periódico independiente Novaya-Europa indicó este martes que, después de la "invasión del grupo de sabotaje y reconocimiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania", unos 3.200 soldados y un millar de miembros de las fuerzas especiales fueron enviados a Belgorod, además de agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB).
Durante casi 24 horas Rusia llevó a cabo una operación antiterrorista que dio este martes finalmente por concluida tras asegurar que ha liquidado a todos los "terroristas" que entraron en Belgorod a través de un puesto fronterizo.
"Los grupos armados nacionalistas fueron rodeados y eliminados. Han sido liquidados más de 70 terroristas ucranianos", informó el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashénkov.
El teniente general ruso destacó que parte de los asaltantes fueron expulsados a Ucrania, donde la artillería rusa siguió atacándolos "hasta su total eliminación". También fueron destruidos cuatro blindados y cinco camionetas.
Todo ello mientras los dos grupos de voluntarios "patriotas" advertían de que seguirán luchando para combatir al "régimen" de Putin, ya que, aseguraron, "las líneas del frente pasarán por las áreas de ciudades inactivas en la retaguardia" rusa.
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