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La UE contempla nuevas sanciones para aislar a Rusia

Guerra en Ucrania

Bruselas acogerá este próximo jueves una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, en presencia del presidente estadounidense.

El G7 se reúne el mismo día para debatir nuevas medidas contra la solvencia económica rusa

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Parlamento de la UE
Efe

19 de marzo 2022 - 11:37

En concertación con sus aliados, la Unión Europea avanza en el aislamiento político y económico de Rusia en la escena internacional, con su exclusión en organismos y cuatro tandas de sanciones -cada vez más duras, desde que hace poco más de tres semanas desató la guerra en su vecina Ucrania-, de las que hablarán los líderes europeos en su cumbre de la próxima semana.

Un camino que los Veintisiete emprendieron con paso firme el mismo 23 de febrero -dos días después de que Rusia reconociese la independencia de dos provincias ucranianas prorrusas en la región del Donbás- con el primer paquete de sanciones, y al día siguiente, horas después de que comenzase la invasión rusa, acordaron rápidamente una segunda tanda en una cumbre presencial en Bruselas.

Las terceras, anunciadas durante el primer fin de semana de la guerra, golpearon duro al sector financiero, y las últimas se acordaron en la cumbre informal de este mes en Versalles (Francia) y entraron en vigor esta semana.

"Estamos dispuestos a ir más lejos", dijo una alta funcionaria europea, que aseguró que se contempla otro tramo de sanciones, pero recalcó que se avanzará por la senda de la "unidad y la unanimidad", como hasta ahora.

Paralelamente, hay en marcha un trabajo "minucioso" de "presión" y "explicación", según otras fuentes comunitarias, para que más países se sumen a esas restricciones y eviten que Rusia pueda eludir las impuestas.

El presidente estadounidense, Joe Biden, que se sentará el jueves en la mesa del Consejo Europeo, advirtió este viernes por videoconferencia a su homólogo chino, Xi Jinping, de "consecuencias" si respalda a Rusia.

Coordinadas con sus aliados y diseñadas para paralizar la capacidad del Kremlin para financiar la guerra, las medidas restrictivas adoptadas por la UE hasta ahora afectan de forma selectiva a siete sectores: financiero, energético, transporte, aeroespacial, tecnología, restricciones comerciales y de visados, así como a los actores de la desinformación.

Las sanciones se dirigen contra 877 individuos, entre ellos más de 30 oligarcas rusos y 62 entidades.

Además, la UE, en colaboración con los países del G7 y otros socios afines, dejó de tratar a Rusia como nación más favorecida en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) desde este 15 de marzo.

La lista de los 877 sancionados la encabeza el presidente ruso, Vladímir Putin; y buena parte de su gobierno, incluido su jefe de la diplomacia, Sergei Lavrov; la mayoría de la Duma (el parlamento ruso), así como oligarcas, empresarios, propagandistas y actores de la desinformación que apoyan o facilitan la agresión militar.

A todos se les ha congelado sus activos, no pueden recibir fondos y se les prohíbe viajar a la UE.

Putin se suma así a la reducida lista negra de líderes del mundo sancionados por la UE, junto a sirio Bachar al Asad y el bielorruso Aleksandr Lukashenko.

Roman Abramovich, conocido por su relación con el club de fútbol Chelsea, destaca entre los multimillonarios del círculo de Putin sancionados, junto a otros que amasaron sus fortunas en grupos empresariales que contribuyen a financiar el "complejo militar-industrial del Kremlin".

El bloqueo de las divisas rusas en la UE y la exclusión de los principales bancos rusos del sistema SWIFT, el sistema de mensajería financiera dominante en el mundo, o la prohibición total de cualquier transacción con ciertas empresas son tres de las restricciones más destacadas, pero no las únicas contra el sector financiero.

El 70 % del sistema bancario ruso (en activos), el gobierno y las principales empresas estatales no pueden ya refinanciarse tampoco en los mercados de capitales de la UE.

En el sector energético, uno de los talones de Aquiles de la UE por su dependencia del gas y el petróleo de Rusia, y en el que no hay unanimidad aún para ir más lejos, los 27 prohibieron las exportaciones de tecnologías específicas de refinado, con el fin de hacerle "más difícil y costoso" ese proceso, así como nuevas inversiones.

Además del cierre del espacio aéreo de la UE a todas las aeronaves de propiedad rusa, registradas o controladas por Rusia, incluidos los aviones privados de los oligarcas, la UE prohibió todas las exportaciones de aparatos o piezas, servicios de mantenimiento o financieros, lo que significa que no podrá mantener su flota según los estándares internacionales.

También se restringió la exportación de productos de navegación marítima y tecnología de radiocomunicación.

Se cerró el acceso de Rusia a importantes tecnologías más allá de los bienes y tecnologías de doble uso (drones y software para ellos y para encriptación, semiconductores y electrónica avanzada), con el fin de degradar sus capacidades tecnológicas.

Desde el martes pasado, Rusia carece de las ventajas comerciales que tenía en la Organización Mundial del Comercio como "nación más favorecida" en sus intercambios con la UE y con los países del G7, con la suspensión también de importación o exportación de productos siderúrgicos de acero y exportación de productos de lujo europeos.

El frente de la desinformación queda cercenado con la suspensión en la UE de las estatales Russia Today y Sputnik, al considerarlas "una amenaza significativa y directa para el orden público y la seguridad".

Para castigar el apoyo de Bielorrusia a la guerra en Ucrania, la UE también aplicó sanciones contra altos cargos militares y contra cinco de los diez principales sectores de exportación de la economía bielorrusa que abarcan ahora casi el 70 % de toda su comercio a la UE, así como restricciones financieras.

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