Turquía lanza "el último aviso" a Asad para que cese las operaciones militares
Siria lleva a cabo maniobras a pocos kilómetros de la frontera turca desplegando tanques y vehículos blindados · Ankara podría estar preparando una operación para crear una 'Zona Tapón' de seguridad
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, exigió ayer al presidente sirio, Bashar al Asad, que "detenga las operaciones" militares y represivas que está llevando a cabo contra las protestas antigubernamentales y que llegaron cerca de la frontera con Turquía. El jefe de la diplomacia turca subrayó ante el mandatario sirio que esta visita se trata de "la última advertencia", ante el creciente deterioro de la situación de agitación civil y represión que vive el país árabe.
Asad insistió por su parte en que estaba determinado a combatir a "los grupos terroristas" acusados por su régimen de sembrar el caos en el país. "No vamos a cejar en la persecución de los grupos terroristas", dijo Asad a Davutoglu, según la agencia de prensa oficial Sana. El régimen sirio se niega a reconocer la magnitud de la revuelta y acusa a "grupos armados" de la violencia desde el comienzo del movimiento el 15 de marzo.
El pasado lunes Davutoglu conversó por vía telefónica con su homóloga estadounidense, Hillary Clinton, para tratar el viaje a Siria. Además, uno de los asesores del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, mantuvo una larga reunión con el embajador de EEUU en Ankara, Francis Ricciardone, y con Fred Hof, veterano diplomático experto en asuntos de Oriente Próximo.
Citando fuentes diplomáticas de alto nivel, el diario HaberTürk informó ayer de que el mensaje pactado entre Estados Unidos y Turquía es que Siria ordene a sus fuerzas el retorno inmediato a los cuarteles y que libere a los presos detenidos durante las protestas.
Pero en Damasco no gustó el tono del Gobierno de Erdogan, que hasta hace unos meses era un buen aliado regional hasta el punto de llegar a celebrar un consejo de ministros conjunto en la frontera entre ambos países.
A las palabras del primer ministro turco de que enviaría un "mensaje contundente" a Al Asad por boca de Davutoglu, respondió la asesora de prensa del líder sirio, Bouthina Shaaban, diciendo que la respuesta del presidente sería "igualmente contundente".
Ayer, en el aeropuerto de Damasco quien recibió al jefe de la diplomacia turca no fue su homólogo sirio, sino sólo el viceministro de Asuntos Exteriores, Abdulfettah Ammura, lo que habría provocado malestar en la delegación turca. Lo más inquietante, sin embargo, es que Siria está llevando a cabo operaciones militares a pocos kilómetros de la frontera con Turquía y que carros de combate y vehículos blindados fueron desplegados en la zona, dijo la agencia turca Anadolu, citando testigos presenciales.
Por su parte, la emisora NTV afirmó que el cometido del despliegue militar de la república árabe es impedir que los sirios que huyen de la represión crucen a Turquía, a pesar de que más de la mitad de los 15.000 refugiados que buscaron cobijo en territorio turco tras el inicio de las revueltas regresaron a sus hogares.
El Gobierno de Ankara estudia un plan diseñado por sus militares para crear una Zona Tapón de seguridad en suelo sirio, ya que uno de los mayores temores de los turcos es que, aprovechando la confusión, militantes islamistas o separatistas kurdos se infiltren en Turquía.
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