Turquía despliega baterías de misiles en la frontera con Siria

Decenas de vehículos militares parten desde los cuarteles en la provincia costera de Hatay para desplegar el equipo en las cercanías de los municipios fronterizos

Efe / Estambul

29 de junio 2012 - 05:03

El Ejército de Turquía está reforzando militarmente su frontera con Siria con lanzadores de misiles y baterías antiaéreas, después de que la semana pasada las fuerzas sirias derribaran un cazabombardero turco, informaron ayer los medios locales.

Unos 30 vehículos militares, entre ellos camiones con lanzadores de misiles y artillería antiaérea, partieron la noche del miércoles desde cuarteles en la provincia costera de Hatay para desplegar el equipo en las inmediaciones de los municipios fronterizos de Altinozü, Reyhanli y Yayladag, donde se hallan los mayores campamentos de refugiados sirios, informó el diario Hürriyet.

Según la emisora NTV, otros movimientos de tropas y blindados se han observado en la provincia de Sanliurfa, también fronteriza, pero situada más al este.

La emisora CNNTürk aseguraba en un reportaje emitido desde el terreno que en los pueblos situados cerca de la frontera el nerviosismo cunde entre los vecinos, que observan desde hace más de un año los movimientos tanto de refugiados como ocasionalmente de tropas sirias.

Ya el lunes se habían detectado movimientos de tropas, blindados y artillería en la provincia de Mardin, también fronteriza con Siria, pero situada mucho más al este y escenario frecuente de combates entre el Ejército turco y los guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

La provincia de Hatay alberga no sólo a unos 33.500 refugiados sirios, sino también el campamento de Apaydin, que acoge a los soldados de Siria que han desertado y sus familiares, entre ellos 13 generales huidos, y es ahí donde residen los dirigentes del Ejército Sirio Libre, la milicia que combate contra el régimen de Bashar al Asad.

Ankara niega que los combatientes puedan llevar armas en suelo turco, pero se han registrado incidentes fronterizos en los que las fuerzas armadas sirias persiguieron a milicianos que intentaban ponerse a salvo en Turquía.

Con la tensión al rojo vivo tras el derribo de un caza F-4 turco por parte de Siria el viernes pasado, es probable que un tiroteo en la frontera o a través de ella suscite una respuesta turca, tal y como anunció el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el martes, cuando prometió "tratar como amenaza" cualquier elemento militar sirio que se aproxime al linde.

Turquía continúa, además, la búsqueda de los dos pilotos del caza desaparecidos y ha desplegado cinco barcos, un avión y cuatro helicópteros en la zona en la que se cree que se precipitó el avión, cerca de las costas sirias.

Por el momento se han encontrado algunas pertenencias de los tripulantes, como botas militares y cascos, así como restos de la nave, pero aún no se ha hallado el aparato, que se supone yace en el mar a 1.260 metros de profundidad, según informaron ayer las Fuerzas Armadas turcas en un comunicado.

Por otro lado, las agencias de la ONU y varias organizaciones asociadas hicieron ayer un llamamiento para obtener con carácter de urgencia 193 millones de dólares para atender potencialmente a 185.000 personas que huyen del conflicto en Siria.

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